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La ocupación temprana de las Islas Shetland del Sur (Antártida) tuvo lugar en el siglo XIX, y en ese proceso se vieron envueltas partidas de balleneros-loberos que trabajaban para compañías capitalistas de diversas nacionalidades (incluyendo los Estados Unidos y Gran Bretaña). Desde hace algunos años, un proyecto internacional sobre arqueología histórica en Antártida (que cuenta con la participación de investigadores brasileros, argentinos y chilenos) intenta aprender más sobre la vida de esos cazadores. Siguiendo algunos trabajos pioneros en antropología, las ciencias sociales recientemente han señalado que las múltiples formas en que la gente se relaciona con ella misma, los demás y el resto del mundo dependen de la definición de persona (lo que en la literatura anglosajona recibe el nombre de personhood). La persona no es una categoría universal, sino una cultural y contextual. Por lo general, la gente que participa en el mundo moderno y capitalista (especialmente los viajeros como los balleneros-loberos) han sido considerados representativos de un tipo particular de persona: el individualismo. Éste involucra una serie de prácticas que alientan la división entre cuerpo y mente, y la separación entre el sujeto y el mundo circundante. En este trabajo discuto el modelo individualista de la persona entre los balleneros-loberos que visitaron las Shetland en el siglo XIX. Así considero un conjunto específico de prácticas: aquéllas conectadas con el vestido. La materialidad del cuerpo-vestido se presenta a sí misma como una línea de estudios interesante, en tanto permite discutir desde la perspectiva de la fenomenología y del embodiment- los propios límites, y las fronteras entre uno mismo, el resto de la gente y las cosas. Como este trabajo es parte de un proyecto en arqueología histórica, incluyo como evidencia información arqueológica (restos textiles) y documental (publicidades, narrativas).