INSUGEO   12554
INSTITUTO SUPERIOR DE CORRELACION GEOLOGICA
Unidad Ejecutora - UE
libros
Título:
RIESGOS GEOLÓGICOS en el NORTE ARGENTINO Terremotos, volcanismo, avalanchas, desplomes, desertización y otros fenómenos naturales
Autor/es:
RICARDO N. ALONSO
Editorial:
Mundo Editorial
Referencias:
Lugar: Salta; Año: 2012 p. 252
ISSN:
978-987-1618-80-4
Resumen:
PREFACIO A escala mundial, el 2010 fue un año lleno de acontecimientos sobre los efectos de los rápidos cambios en las condiciones ambientales y de importantes eventos súbitos, tales como grandes terremotos, incendios forestales, inundaciones y deslizamientos. De hecho, el medio ambiente en que vivimos parece cambiar rápidamente. Algunos de estos cambios se producen de una manera previsible, pero en general no podemos predecir los fenómenos de una manera satisfactoria. Tenemos dificultades para determinar si algunos de los cambios ambientales observados corresponden a elementos intrínsecos del Sistema Tierra o bien si el hombre tiene alguna influencia en ellos. Lidiar con la incertidumbre inherente a estos cambios representa un desafío de primer orden tanto para los científicos, como para los formuladores de políticas públicas y para la sociedad en su conjunto, ya que se deben buscar estrategias para garantizar el bienestar y la sostenibilidad de una sociedad global compleja. Dado que la población mundial se expande geométricamente y las sociedades se vuelven cada vez más interdependientes, ellas se han hecho asimismo más vulnerables a los peligros naturales y a los efectos del cambio global. Para garantizar el desarrollo sostenible, la seguridad pública, y la estabilidad política en el siglo 21, debemos aprovechar nuestro conocimiento de los procesos físicos que subyacen a estos riesgos, y a sus impactos negativos en la sociedad. Por eso es importante medir, evaluar, prevenir, y si es posible predecir la dinámica de estos fenómenos y analizar los archivos geológicos a fin de comprender mejor los procesos que pueden alertar sobre los peligros potenciales, pero también sobre las oportunidades para las generaciones futuras. Los últimos 40 años han sido testigos de un cambio radical en la percepción humana de la Tierra y de la naturaleza, del cambio climático y de la creciente competencia por los recursos naturales en combinación con la vulnerabilidad del hombre a los desastres naturales. El ecologismo se ha trasladado desde los márgenes de la conciencia pública hacia el centro de muchas de las políticas gubernamentales. Existe una creciente preocupación en la comunidad mundial acerca de los efectos de estos cambios, ya que a menudo se asocian con lamentables pérdidas de vidas humanas y con pérdidas económicas alarmantes. Grandes terremotos, erupciones volcánicas, inundaciones y deslizamientos de tierra durante el año pasado, son sólo algunas de las muchas manifestaciones de los procesos naturales que siguen desafiando al hombre, tanto en su intento de comprender, como en su necesidad de hacerles frente. En casos extremos, estos efectos pueden alterar los mercados mundiales y generar conflictos sociales cuando las zonas afectadas son abandonadas y las poblaciones migran hacia refugios más seguros. Esto a su vez puede provocar la degradación del medio ambiente y exacerba la pérdida de recursos naturales. Un ejemplo de impredecibles fenómenos naturales se presenta por las fuerzas tectónicas que actúan sobre la corteza terrestre donde se acumulan tensiones durante cientos y miles de años las que son liberadas en unos pocos segundos durante los terremotos. El 27 de febrero de 2010, la costa de Chile experimentó el terremoto más fuerte en todo el mundo desde 2004. Sin embargo, este evento 8,8 M resultó en la pérdida sorprendente de muy pocas vidas. En contraste, el terremoto de 7,0 M de Haití, unas semanas antes, causó una gran destrucción y mató a más de 200.000 habitantes. Diferentes sistemas político-administrativos, en este caso el chileno y el haitiano, están obviamente preparados de manera diferente para reaccionar ante tales desastres naturales. Los países menos vulnerables a los peligros naturales, son por lo tanto no necesariamente los de las zonas de mayor peligro, sino más bien los que tienen el conocimiento suficiente y la capacidad institucional para responder a esos cambios repentinos. Los científicos que estudian estos fenómenos y los políticos que se ocupan de sus efectos sólo pueden satisfacer las necesidades de una sociedad moderna y globalizada si todas las partes se muestran interesadas en comprender mejor las bases científicas para la toma de riesgos calculados y cómo hacer frente al cambio ambiental. Esto se aplica a la sociedad en su conjunto, desde el residente local individual a los líderes políticos y tomadores de decisiones a nivel nacional, regional y local. En consecuencia, el conocimiento de los cambios en el sistema de la Tierra deben por lo tanto ser más accesibles a los responsables políticos y al público en general. Todos los actores tendrán así que esforzarse para mejorar los conceptos en la educación y en la comunicación con el fin de facilitar la transferencia del conocimiento utilizable. Este libro del Dr. Ricardo Alonso es una iniciativa oportuna para proporcionar los conocimientos geocientíficos para el público en general. El Noroeste argentino es probablemente una de las regiones más bellas de nuestro planeta. Las altas montañas, desiertos, bosques frondosos con un alto grado de biodiversidad, y las llanuras fértiles ocurren unos muy cerca de los otros. Dicho escenario ha proporcionado muchas oportunidades y beneficios para sus habitantes, pero a su vez encierra riesgos geológicos y desastres naturales potenciales propios de una cadena andina en evolución y de las particulares condiciones climáticas. A la luz de los asentamientos urbanos en aumento, al uso de los recursos naturales y a las medidas de infraestructura, estos riesgos plantean desafíos cada vez mayores para la sociedad, especialmente en el contexto de los posibles efectos del cambio global sobre las comunidades de montaña. El conocimiento de los procesos potencialmente involucrados hoy en día y nuestra capacidad para descifrar los archivos geológicos como indicadores de fenómenos del pasado, deberían ampliar nuestra conciencia para comprender mejor nuestro entorno ambiental. Prof. Dr. Manfred R. Strecker Universidad de Potsdam, Alemania