INSUGEO   12554
INSTITUTO SUPERIOR DE CORRELACION GEOLOGICA
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Consideraciones sobre pasivos ambientales mineros y cierre de minas en Argentina.
Autor/es:
AVILA, JULIO CESAR
Lugar:
San Miguel de Tucumán
Reunión:
Jornada; IX Jornadas de Comunicaciones de la Facultad de Ciencias Naturales.; 2009
Institución organizadora:
Facultad de Ciencias Naturales e IML - UNT
Resumen:
La minería metalífera argentina tuvo escaso desarrollo hasta fines del siglo XX. Es a partir de mediados de la década de los ´90 cuando comienza un importante y sostenido crecimiento de esta industria. Esto se evidencia en todas sus etapas: número de permisos de cateos, manifestación de descubrimientos, metros de perforación, desarrollo de minas, número de empleos (directos e indirectos), producción y valores de exportación de minerales y sus derivados. Pero antes de este “boom” minero existieron decenas de pequeñas minas y algunas medianas que fueron explotadas y actualmente se encuentran abandonadas. En cada una de ellas existen pasivos ambientales mineros de distintos tipos. Se debe tener presente que la conciencia ambiental en general y minera en particular comienza a nivel mundial aproximadamente con la década de los ´70 extendiéndose más aceleradamente en los países desarrollados. En los principales países mineros de Latinoamérica (Brasil, Chile, Bolivia Ecuador y Perú) las normativas referidas a la protección ambiental se establecieron todas dentro de la década de los ´90 y en la mayoría de los casos se trató muy brevemente la gestión de los impactos mineros post operacionales (González Zenteno, 2000). En Argentina, la protección ambiental para la industria minera se incorporó en el Código de Minería en 1995 a través de la ley 24885 que modificó el antiguo artículo 282. Actualmente está establecida por la Sección Segunda de su Título Décimotercero (Código de Minería, texto ordenado, Decreto 456/97). Existen varias definiciones sobre los “impactos mineros post operacionales” comúnmente denominados “pasivos ambientales mineros”. Se refieren principalmente a las labores mineras a cielo abierto o subterráneas, depósitos de residuos, colas y estériles, construcciones, degradaciones del terreno y del drenaje, efluentes y emisiones producidos por las operaciones mineras abandonadas o inactivas y que potencialmente constituyen un riesgo ambiental. Es preciso distinguir entre los “pasivos ambientales mineros” producidos por esas antiguas minas desarrolladas y abandonadas cuando no existían normativas ambientales y la etapa de “cierre de minas” (mine closure) de las minas actualmente activas. En el primer caso es muy probable que las empresas y sus responsables ya hayan desaparecido y le corresponde al Estado (nacional y/o provincial) realizar las acciones de remediación y restauración de los sitios afectados. En este sentido es dable acotar que, afortunadamente, en el territorio argentino no existen pasivos mineros importantes debido sobre todo al tamaño de las minas, métodos de tratamiento empleados y clima de los sitios afectados (Avila y Fogliata, 2001). A modo de comparación se mencionan miles de kilómetros de ríos afectados por Drenaje Ácido de Mina (DAM) en el SO de Estados Unidos, en Turingia, Alemania y en antiguas zonas mineras de Sudáfrica. Asimismo, existen regiones de Latinoamérica contaminadas con el mercurio utilizado para la recuperación del oro aluvional. En el segundo caso, la etapa de cierre de minas, es obligación de las empresas mineras. El plan de cierre de minas debe ser considerado desde el inicio de la actividad minera, aún en la etapa de proyecto, y debe ser continuamente actualizado para lograr las soluciones adecuadas para mitigación de los impactos ambientales mineros y la remediación y restauración del área afectada. En el primer caso es muy probable que las empresas y sus responsables ya hayan desaparecido y le corresponde al Estado (nacional y/o provincial) realizar las acciones de remediación y restauración de los sitios afectados. En este sentido es dable acotar que, afortunadamente, en el territorio argentino no existen pasivos mineros importantes debido sobre todo al tamaño de las minas, métodos de tratamiento empleados y clima de los sitios afectados (Avila y Fogliata, 2001). A modo de comparación se mencionan miles de kilómetros de ríos afectados por Drenaje Ácido de Mina (DAM) en el SO de Estados Unidos, en Turingia, Alemania y en antiguas zonas mineras de Sudáfrica. Asimismo, existen regiones de Latinoamérica contaminadas con el mercurio utilizado para la recuperación del oro aluvional. En el segundo caso, la etapa de cierre de minas, es obligación de las empresas mineras. El plan de cierre de minas debe ser considerado desde el inicio de la actividad minera, aún en la etapa de proyecto, y debe ser continuamente actualizado para lograr las soluciones adecuadas para mitigación de los impactos ambientales mineros y la remediación y restauración del área afectada. que fueron explotadas y actualmente se encuentran abandonadas. En cada una de ellas existen pasivos ambientales mineros de distintos tipos. Se debe tener presente que la conciencia ambiental en general y minera en particular comienza a nivel mundial aproximadamente con la década de los ´70 extendiéndose más aceleradamente en los países desarrollados. En los principales países mineros de Latinoamérica (Brasil, Chile, Bolivia Ecuador y Perú) las normativas referidas a la protección ambiental se establecieron todas dentro de la década de los ´90 y en la mayoría de los casos se trató muy brevemente la gestión de los impactos mineros post operacionales (González Zenteno, 2000). En Argentina, la protección ambiental para la industria minera se incorporó en el Código de Minería en 1995 a través de la ley 24885 que modificó el antiguo artículo 282. Actualmente está establecida por la Sección Segunda de su Título Décimotercero (Código de Minería, texto ordenado, Decreto 456/97). Existen varias definiciones sobre los “impactos mineros post operacionales” comúnmente denominados “pasivos ambientales mineros”. Se refieren principalmente a las labores mineras a cielo abierto o subterráneas, depósitos de residuos, colas y estériles, construcciones, degradaciones del terreno y del drenaje, efluentes y emisiones producidos por las operaciones mineras abandonadas o inactivas y que potencialmente constituyen un riesgo ambiental. Es preciso distinguir entre los “pasivos ambientales mineros” producidos por esas antiguas minas desarrolladas y abandonadas cuando no existían normativas ambientales y la etapa de “cierre de minas” (mine closure) de las minas actualmente activas. En el primer caso es muy probable que las empresas y sus responsables ya hayan desaparecido y le corresponde al Estado (nacional y/o provincial) realizar las acciones de remediación y restauración de los sitios afectados. En este sentido es dable acotar que, afortunadamente, en el territorio argentino no existen pasivos mineros importantes debido sobre todo al tamaño de las minas, métodos de tratamiento empleados y clima de los sitios afectados (Avila y Fogliata, 2001). A modo de comparación se mencionan miles de kilómetros de ríos afectados por Drenaje Ácido de Mina (DAM) en el SO de Estados Unidos, en Turingia, Alemania y en antiguas zonas mineras de Sudáfrica. Asimismo, existen regiones de Latinoamérica contaminadas con el mercurio utilizado para la recuperación del oro aluvional. En el segundo caso, la etapa de cierre de minas, es obligación de las empresas mineras. El plan de cierre de minas debe ser considerado desde el inicio de la actividad minera, aún en la etapa de proyecto, y debe ser continuamente actualizado para lograr las soluciones adecuadas para mitigación de los impactos ambientales mineros y la remediación y restauración del área afectada. En el primer caso es muy probable que las empresas y sus responsables ya hayan desaparecido y le corresponde al Estado (nacional y/o provincial) realizar las acciones de remediación y restauración de los sitios afectados. En este sentido es dable acotar que, afortunadamente, en el territorio argentino no existen pasivos mineros importantes debido sobre todo al tamaño de las minas, métodos de tratamiento empleados y clima de los sitios afectados (Avila y Fogliata, 2001). A modo de comparación se mencionan miles de kilómetros de ríos afectados por Drenaje Ácido de Mina (DAM) en el SO de Estados Unidos, en Turingia, Alemania y en antiguas zonas mineras de Sudáfrica. Asimismo, existen regiones de Latinoamérica contaminadas con el mercurio utilizado para la recuperación del oro aluvional. En el segundo caso, la etapa de cierre de minas, es obligación de las empresas mineras. El plan de cierre de minas debe ser considerado desde el inicio de la actividad minera, aún en la etapa de proyecto, y debe ser continuamente actualizado para lograr las soluciones adecuadas para mitigación de los impactos ambientales mineros y la remediación y restauración del área afectada.