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En esta contribución se hace una breve analisis de la importancia que tienen los estudios hidrogeológicos aplicados a la geotecnia en las explotaciones mineras. Para estudiar en detalle el comportamiento del agua en una mina es necesario generar un Modelo Hidrogeológico Conceptual, que se obtendrá a partir de una serie de estudios que se realizan, antes, durante y después de la etapa de explotación. Con lo cual se optimizara el desarrollo, avance y el posterior cierre de la mina. Las etapas necesarias para la generación de un Modelo Hidrogeológico Conceptual son las siguientes: recopilación de la información antecedente; estudios de la demanda de agua actuales y futuras a lo largo de vida útil del proyecto; estudios geológicos; cartografía básica y aplicada; estudios geofísicos; estudios climatológicos; estudios hidrológicos superficiales y finalmente estudios hidrogeológicos del área. Es de fundamental importancia para la minería poder determinar las unidades hidrogeológicas del área, sus parámetros hidráulicos y de almacenamiento, determinar las áreas de recarga, descarga, los caudales y patrones de duración, interacciones entre acuíferos y los procesos de infiltración y drenaje. Esta evaluación debe incluir las infiltraciones que afectarían la labor minera (magnitud, lugar, tiempo, ocurrencia), el campo de presión de poros que afectaría los taludes, y potenciales ocurrencias de filtraciones súbitas de agua. Una vez determinadas y mapeadas las unidades hidrogeológicas deben cotejarse con las unidades geológicas en explotación, para evitar contradicciones y malas conclusiones, ya que resulta muy importante para el comportamiento geomecánico de una roca o de un macizo rocoso, la presencia o no del agua subterránea. En conclusión la realización de un Modelo Hidrogeológico nos permite evaluar cuantitativamente los potenciales efectos negativos de las aguas de superficie y subterráneas sobre las explotaciones mineras, tanto a cielo abierto como bajo tierra.