IDIM   12530
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES MEDICAS
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
UN OLOR RECIBIDO A TRAVÉS DE LA LECHE MATERNA MODULA LAS CONDUCTAS DE INGESTA DE SOLUCIONES AVERSIVAS EN RATAS NEONATAS
Autor/es:
AVELLANEDA, M.; SUAREZ, A.; KAMENETZKY, G.; IFRÁN, M. C.; PAUTASSI, R.
Lugar:
Posadas
Reunión:
Encuentro; XVII Reunión Nacional y VI Encuentro Internacional de la Asociación Argentina de Ciencias del Comportamiento (AACC); 2019
Institución organizadora:
Asociación Argentina de Ciencias del Comportamiento
Resumen:
Introducción. Las ratas son capaces de percibir estímulos quimiosensoriales provenientes de la alimentación materna, aún desde la etapa prenatal, a través del líquido amniótico. En la etapa postnatal, los sabores y olores que provienen de los alimentos de la madre son percibidos por las crías a través de la leche materna. Estudios previos mostraron que existen períodos sensibles para generar este tipo de aprendizajes sensoriales, que luego modularían el consumo y las conductas de ingesta de las crías. Datos de nuestro laboratorio mostraron que la pre-exposición al olor materno o un olor maternal artificial (i.e., limón) es capaz de incrementar el consumo y las conductas hacia un pezón artificial que contiene una solución de quinina (i.e., un sabor amargo y habitualmente rechazado por las crías). Esto ocurre tanto si la pre-exposición del olor se produce en el útero, inmediatamente después del nacimiento, o incluso en el día post natal 8. En todos los casos, la presencia de un olor pre-expuesto produjo la aceptación de la solución con sabor amargo. Objetivos. 1. Evaluar si un olor (i.e., limón) percibido a través de la leche materna modula las conductas asociadas a la ingesta de soluciones aversivas. 2. Determinar si el fenómeno de incremento de la ingesta de una solución amarga en presencia de un olor pre-expuesto se generaliza a otras soluciones aversivas, de sabor ácido y salado. Metodología. Se utilizaron 95 ratas neonatas Wistar machos y hembras (un animal por condición experimental por camada, para evitar la sobrerrepresentación) de 3 días de vida. A la madre se le realizó una administración intragástrica que contenía una solución de limón o agua destilada (grupo control, sin pre-exposición al olor). Inmediatamente después la madre fue colocada en el nido con las crías, y 4 hs después se realizó la evaluación. La prueba se realizó con un pezón artificial (construido con látex para emular el pezón materno), el cual contenía solución de quinina al 0.1 % (sabor amargo), ácido cítrico al 0.1% (sabor agrio), solución salina al 0.9% (sabor salado), o agua destilada (grupo control) en presencia de un hisopo embebido en esencia de limón. Las sesiones fueron filmadas y se analizaron las siguientes variables dependientes: porcentaje de ganancia de peso, latencia hacia la primera respuesta de agarre al pezón artificial, tiempo total de prensión al pezón, frecuencia y duración promedio de agarre (tiempo total/frecuencia). Resultados. Los animales que previamente habían sido pre-expuestos al olor a limón a través de la leche materna mostraron un incremento significativo en el porcentaje de ganancia de peso. De estos animales, aquellos que recibieron quinina y ácido cítrico durante la evaluación evidenciaron mayor tiempo, frecuencia y duración promedio de agarre, y menor latencia en comparación con los grupos controles. Discusión. Estos resultados sugieren que las claves quimiosensoriales presentadas durante etapas tempranas de la vida, a través de la leche materna, modulan respuestas de ingesta hacia soluciones amargas y ácidas (pero no saladas), que de otra manera son usualmente rechazadas. Esto sería consistente con resultados previos de nuestro laboratorio en los cuales olores pre-expuestos incrementan las respuestas de consumo hacia un pezón artificial que contenía quinina y se amplían a otra vía de administración del olor. Además, permite generalizar los resultados hacia soluciones ácidas. Esto sugiere que en etapas tempranas del desarrollo la interacción de olores familiares y sabores específicos desplegaría en las crías respuestas atípicas de consumo, dado que se produce la aceptación de soluciones con sabores aversivos, habitualmente rechazados.