IAFE   05512
INSTITUTO DE ASTRONOMIA Y FISICA DEL ESPACIO
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Albert Einstein en la Argentina: el impacto científico de su visita
Autor/es:
ALEJANDRO GANGUI; EDUARDO L. ORTIZ
Libro:
Visitas culturales en la Argentina, 1898-1936
Editorial:
Biblos
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2014; p. 167 - 190
Resumen:
En paralelo con los viajeros argentinos que se trasladaban a Europa, para estudiar en sus centros de cultura, nuestra historia registra la presencia de científicos visitantes a lo largo de un período muy dilatado, que se remonta a los tiempos de la Colonia cuando estos visitantes fueron en su gran mayoría naturalistas o cosmógrafos. Con la Independencia no se interrumpió esta cadena particular de visitantes sino que, por el contrario, fue fuertemente estimulada. Una de las primeras acciones de Rivadavia en Europa fue invitar a científicos destacados para que enseñaran en nuestra capital. Así llegaron a nuestras playas primero un matemático de gran renombre en Europa, José María Lanz, y luego un físico igualmente eminente, Ottaviano-Fabrizio Mossotti. Más tarde llegaron también a la Argentina otras personalidades científicas, entre quienes se destacan Aimé Bonpland y Charles Darwin. || Entretanto, por los avances en la seguridad y rapidez de la navegación a vela, particularmente con la difusión de los clippers en la navegación hacia el sur, comenzaron a hacerse posibles visitas de personalidades europeas a las Américas por espacios considerablemente más breves que en el pasado y que ahora se medían en términos de meses, y aun de semanas, no ya de años. En el campo de la ciencia y la tecnología, por ejemplo, una visita muy interesante fue la que realizó a Buenos Aires el ingeniero inglés John Bateman en 1870-71. Esa visita de asesoramiento, que se extendió por menos de dos meses, dejó resultados decisivos para el diseño del puerto, del sistema de suministro de aguas y de la salubridad de esta ciudad. La visita fue el heraldo de un nuevo tipo de encuentros, breves pero capaces de producir un impacto considerable, que comenzaron a realizarse sobre todo entre fines del siglo XIX y comienzos del XX. Este fue el momento en que las realizaciones de la ciencia y la tecnología habían conseguido crear en la Argentina una audiencia suficientemente amplia y cuando el triunfo del vapor sobre la vela inauguró servicios más regulares, confiables y económicos entre Europa y la América del Sur. || Así fue que con motivo de las celebraciones del Centenario de 1910, entre las diversas personalidades que visitaron Buenos Aires llegaron dos eminentes científicos. Uno de ellos, que acompañaba a la representación española, fue Leonardo Torres Quevedo, uno de los artífices más destacados del mundo moderno de la automatización y de la computación, que explicó el funcionamiento de una de sus máquinas electromecánicas de cálculo automático. El otro, que llegó junto a la representación italiana, fue el matemático y físico teórico Vito Volterra, uno de los primeros relativistas. En una conferencia histórica, Volterra presentó las modernas ideas que vinculaban el espacio, el tiempo y la materia y mencionó el nombre del joven Albert Einstein. El vapor y el Centenario marcaron también el comienzo de una serie de visitas breves de intelectuales españoles -muchos de ellos entrenados en Alemania- auspiciadas por la benemérita Institución Cultural Española de Buenos Aires. Entre ellos se encontraban tanto el filósofo José Ortega y Gasset, como el matemático Julio Rey Pastor y el físico Blas Cabrera, quien dictó una serie de conferencias sobre la relatividad en su visita de 1920. Este tipo de conferencias sobre la relatividad, así como diversos trabajos producidos localmente sobre la materia, venían preparando de alguna manera el terreno para la visita de Albert Einstein en 1925.