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La problemática inherente a las consecuencias del uso y abuso del alcohol durante el embarazo implica al menos dos niveles de análisis no mutuamente excluyentes entre sí. En primer lugar la aproximación se realiza desde el potencial teratogénico de la droga que define al denominado Espectro de Desórdenes Fetales del Alcohol. Dentro de dicho espectro se reconoce al Síndrome de Alcohol Fetal caracterizado por dismorfismos faciales, retraso en el crecimiento y diversos desórdenes neuro-comportamentales entre los que se destaca la discapacidad intelectual y un conjunto de anomalías que competen a las funciones ejecutivas. La literatura epidemiológica y clínica en cuanto a la acción teratogénica del alcohol sindican a este psicotrópico como el responsable de la primera causa congénita de retraso mental. La problemática a nivel sanitario se complica aún más al tener en cuenta las denominadas ventanas de vulnerabilidad durante la gestación donde la droga puede dar lugar a otros problemas que pasan inadvertidos en cuanto al diagnóstico temprano de los mismos. Durante el 2do y 3er trimestre de gestación la presencia de la droga en el líquido amniótico y en el cerebro fetal recluta el procesamiento sensorial de la misma, la estimulación de mecanismos cerebrales involucrados en la apetencia etílica y alteraciones en la plasticidad respiratoria. Las interacciones entre estos procesos actúan como factores predisponentes o desencadenantes del subsiguiente abuso etílico y de alteraciones fisiológicas neonatales asociadas al Síndrome de Muerte Súbita del Lactante. Los patrones de consumo etílico en mujeres gestantes en Argentina permiten predecir una creciente problemática sanitaria en cuanto al bienestar y desarrollo integral de los niños prenatalmente expuestos al alcohol. Se incluye en calidad de Texto Completo al Informe Técnico que se realizase para SEDRONAR dado que la conferencia estuvo principalmente basada en la información allí abordada.