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Se sabe que el elevado contenido de sales en los suelos produce trastornos nutricionales que impactan negativamente en los rendimientos de los cultivos. En Argentina, más de 13 millones de hectáreas corresponden a suelos salinos. Por lo tanto, consideramos productivamente estratégico el estudio de nuevas tecnologías orientadas a superar esta problemática. Estudios previos demostraron que el aislado MJL19 de Pseudomona stutzeri promueve el crecimiento de soja en condiciones salinas mediante un efecto protector a nivel rizosférico. El objetivo de este trabajo fue evaluar el efecto de co-inoculación de Pseudomona stutzeri y Bradyrhizobium japonicum sobre el crecimiento del cultivo de soja en suelos salinos de la localidad de Leales, Tucumán. Primero, en laboratorio, se observó que el tratamiento de co-inoculación no afectó la nodulación (test de Burton), ni el poder germinativo de las semillas. Posteriormente se realizó un ensayo a campo donde, en la parcela (0,4 ha), se determinó mediante medidas de pH y conductividad eléctrica, tres sub-parcelas con condiciones crecientes de salinidad: S+, S++ y S+++. Para la siembra, lotes de 20 kg de semillas fueron tratados con un inóculo de MJL19, DO: 0,8, más B. Japonicum (TCI). Como testigo, se sembró la mitad de la parcela (0,2 ha) con semillas inoculadas únicamente con B.japonicum (TR). Durante la campaña se analizaron distintas variables agronómicas. A los 21 días desde la siembra (dps) se observó que TCI produjo un incremento de la longitud de tallo y raíz en S++, y solo de tallo en S+. Además, a los 60 dps, TCI mostró un aumentó notablemente (29.1%) en el stand de plantas respecto a TR en S+, y una longitud de tallo superior tanto en S+ como en S++. Por tanto, podemos concluir que TCI es una alternativa promisoria para mejorar el crecimiento del cultivo de soja en suelos salinos.