IIGHI   05432
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES GEOHISTORICAS
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
La política de tierras. Factor gravitante en la economía y en la ecología de la provincia de Formosa
Autor/es:
BECK, HUGO HUMBERTO
Lugar:
Mar del Plata
Reunión:
Jornada; XX Jornadas de Historia Económica; 2006
Institución organizadora:
Asociación Argentina de Historia Económica - Universidad Nacional de Mar del Plata
Resumen:
El territorio de Formosa, ubicado al norte del Chaco argentino, presenta tres grandes área agroecológicas, la zona este, la zona centro y la zona oeste. Al oeste el clima es cálido con estación seca, con moderadas amplitudes térmicas estacionales y balance hídrico marcadamente deficitario (menos de 650 mm anuales); al este el clima es cálido subtropical húmedo (más de 1.200 mm anuales); el centro se ubica en el área de transición (entre 1000 y 650 mm anuales). Las diferentes características de las tres zonas influyeron notablemente en el proceso de ocupación y en las actividades económicas introducidas desde fines del siglo XIX.             El presente trabajo describe la colonización, el reparto de las tierras, la legislación nacional y provincial, la evolución del sistema de tenencia, las actividades económicas predominantes, y los problemas ecológicos relacionados con los mismos.        La conquista militar del territorio formoseño –considerada concluida por el ejército en 1917- no significó la pacificación de este alejado y desconocido territorio del norte argentino. Por el contrario, durante varias décadas del siglo XX, enormes espacios del interior, fueron considerados muy peligrosos por los pobladores blancos para su ocupación y puesta en producción. Además, las empresas agropecuarias que podían instalarse con la promoción y el apoyo del Estado, necesitaban capitales considerables para afrontar los gastos que demandaban la manutención de los colonos y la construcción de las obras públicas que el gobierno aún no realizaba. Esta zona de frontera presentaba todas las incomodidades propias de las áreas recién conquistadas.        El objetivo poblador previsto en la ley Avellaneda no rindió en Formosa los frutos esperados. Por el contrario, la entrega de enormes concesiones de tierra, sin el consiguiente cumplimiento de las obligaciones de introducir las familias de inmigrantes, significó la rápida privatización de las mejores tierras pastoriles del oriente formoseño. Estos latifundios constituyen los principales centros ganaderos, pero su explotación continúa siendo en gran medida extensiva, muchos de sus propietarios no viven en la provincia y gran parte de sus riquezas salen de Formosa sin dejar demasiados recursos a la economía provincial.        En contraposición, las tierras menos favorecidas del oeste fueron ocupadas espontáneamente por ganaderos salteños, quienes con su hacienda trashumante agotaron los pastos, contribuyeron a la dispersión de plagas (vinal y tuscas) y rompieron el equilibrio ecológico, empobreciendo los campos. Estas tierras fueron actualmente devueltas a sus originarios dueños: los aborígenes, quienes en tales condiciones expresan sus reparos, pues la destrucción del bosque y de la fauna, imposibilitan la continuidad de sus pautas tradicionales de vida. Por otra parte, son frecuentes los conflictos de límites de propiedades con los criollos que hace décadas habitan y trabajan en dicha zona.        La apertura de las tierras centrales por medio del ferrocarril pareció ofrecer miles de hectáreas de campos para la agricultura; sin embargo, primero se realizó allí una intensiva explotación forestal y luego los ganaderos de la región oriental ampliaron sus estancias, quedando sólo para la producción agrícola algunos espacios “encerrados” entre los campos de pastoreo. La agricultura prosperó primero en cercanías de la colonia Formosa y se expandió luego a orillas de los ríos Pilcomayo y Bermejo y en menor medida a la vera de la vía férrea, caracterizándose por practicarse en pequeñas chacras (minifundios) mayoritariamente por campesinos paraguayos.       En el período provincial se distinguen claramente distintas etapas. Los gobiernos democráticos tendieron a eliminar los minifundios y dar solución a los pequeños campesinos favoreciendo el acceso de los mismos a la propiedad de lotes que les sirvieran para el progreso de su economía. Otros gobiernos, como el de Sosa Laprida, protegieron los intereses de los grandes y medianos ganaderos, buscando asegurar sus derechos sobre los campos que ocupaban. Los vaivenes de la política, sumados a las dificultades que presentan el suelo y el clima de Formosa (considerada por definición como zona seca a causa del elevado nivel de evapotranspiración), frustran en muchas oportunidades los proyectos gubernamentales tendientes a proporcionar soluciones a los reclamos de los pobladores rurales. Asociación Argentina de Historia Económica. XX Jornadas de Historia Económica.Universidad Nacional de Mar del Plata, Mar del Plata, 18–19 y 20 de octubre de 2006