IIGHI   05432
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES GEOHISTORICAS
Unidad Ejecutora - UE
artículos
Título:
La Revolución de Mayo y la frontera del Chaco Argentino
Autor/es:
HUGO H. BECK Y ENRIQUE SCHALLER
Revista:
Revista de la Junta de Estudios Históricos del Chaco
Editorial:
A&A Impresiones
Referencias:
Lugar: Resistencia; Año: 2010
ISSN:
1851-183X
Resumen:
LA REVOLUCIÓN DE MAYO Y LA FRONTERA DEL CHACO ARGENTINO Hugo Humberto Beck Enrique César Schaller Introducción             En el momento en que se inició el movimiento de independencia, la  región del Chaco constituía una vasta frontera interior fuera del control de las autoridades coloniales. Los aborígenes de la comarca habían resistido exitosamente los intentos de conquista  y  llegaron a ser peligrosos adversarios para las poblaciones hispano-criollas situadas en los bordes del territorio. Durante la segunda mitad del siglo XVIII, sin embargo, los efectos destructivos de la lucha y el dinamismo de la sociedad colonial abrieron una nueva etapa caracterizada por una disminución de la confrontación bélica y un avance paulatino de la ocupación blanca sobre las tierras marginales de la región. Esta limitada progresión territorial se afianzó a través de un sistema defensivo  de fuertes  y reducciones que, pese a sus limitaciones, cumplió un papel fundamental en ese avance. El ciclo de luchas iniciado a partir de la revolución de Mayo tuvo  en general un impacto negativo para esta política de fronteras y provocó un debilitamiento  de la organización heredada de la etapa colonial.  En esta comunicación se busca presentar una visión de conjunto de la crisis del sistema defensivo en la región del Chaco Argentino y sus consecuencias en la ocupación territorial. Consideraciones finales La movilización  militar de la etapa  revolucionaria en general debilitó el sistema de fortificaciones y reducciones erigido en la frontera del Chaco durante la etapa de expansión económica y territorial del siglo XVIII. La crisis del sistema defensivo, sin embargo, no fue similar en los diversos tramos de la frontera. En el sector oriental, por ejemplo, en la zona controlada por Asunción, la continuidad administrativa entre el período colonial y la etapa independiente contribuyó a que el sistema de fortificaciones se mantuviera y aún se perfeccionara. Por otra parte, en Corrientes, pese al desorden interno que  prevaleció en las últimas etapas del ciclo artiguista, la amenaza de incursiones desde el Chaco sólo fue esporádica. Cuando éstas recrudecieron a principios de  la década de 1820 la provincia había iniciado una etapa de estabilidad y organización por lo que estuvo en condiciones de responder con mayor eficacia. Por su parte en la zona occidental, en particular en la zona de Salta,  la guerra por la independencia posiblemente debilitó la dinámica  del avance territorial que se había notado a fines de la etapa colonial pero no implicó un aumento de los enfrentamientos en la frontera. Los grupos mataco-mataguayo más inmediatos a las poblaciones criollas tradicionalmente habían establecido relaciones pacíficas que no se modificaron sustancialmente en la etapa de la independencia. La crisis más grave se produjo en la frontera de Santa Fe y, en menor medida en Santiago del Estero y Córdoba.  En ella los abipones, mocovíes y tobas habían opuesto una fuerte resistencia al avance hispano-criollo. La organización militar y reduccional  había contribuido a limitar la conflictividad de las relaciones entre ambas sociedades. El debilitamiento de  esta estructura por el retiro de las fuerzas y el abandono de la atención de los pueblos creó nuevamente las condiciones para reanudación las incursiones de saqueo en las zonas más desguarnecidas. También contribuyó a ello la práctica de incorporar guerreros aborígenes entre las fuerzas que intervenían en las luchas civiles. En general, el recrudecimiento de los ataques constituía una manifestación del desorden general de la campaña en la zona de Litoral como consecuencia del debilitamiento de los mecanismos de control social. A principios de la década de 1820  la frontera de las provincias más afectadas había experimentado un importante retroceso. En ese lapso, sin embargo, el retorno de la paz interna por un tiempo permitió a los gobiernos locales prestar una mayor atención al sistema defensivo. En el caso de Santa Fe en ese lapso se reanudó la política de formación de pueblos de indios  y fortificaciones. A diferencia de la etapa colonial, estos no apuntaban a extender la frontera hacia el norte sino a establecer un cinturón que guarneciera los accesos cercanos a la  ciudad capital.