La nanotecnología en el plan Argentina Innovadora 2020.

ANDRINI, LEANDRO

Curitiba

Workshop; II Workshop Internacional: Nanotecnología y Sociedad en América Latina; 2013

CNPq, UFPR, RELANS, Center for Nanotechnology, Society de la Universidad de California Santa Bárbara

La nanotecnología en el plan Argentina Innovadora 2020. Políticas e ideologías explícitas e implícitas. Leandro Andrini INIFTA, CONICET CCT La Plata. La Plata, Bs. As., Argentina.  En este trabajo propongo una lectura acerca de aspectos políticos e ideológicos relativos al campo de la nanotecnología contemplados en el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación “Argentina Innovadora 2020” –lineamientos estratégicos 2012-2015- (PNCTI). Esta propuesta está enmarcada fundamentalmente en analizar las dimensiones políticas e ideológicas, tanto explícitas como implícitas, contenidas en el PNCTI sea desde las presentaciones discursivas que lo prologan sea desde los aspectos metodológicos tendientes a la consecución de los objetivos planteados, a la vez que se pretende comprender el por qué de la inclusión de campos como el de la nanotecnología dentro de este PNCTI. El PNCTI se enmarca en los llamados planes del Bicentenario, y es entendido como un plan estratégico de mediano plazo, encuadrado en una nueva institucionalidad otorgada al sector de ciencia, tecnología e innovación productiva. Además, esta institucionalidad deconstruye el laissez faire – laissez aller sobre el que los científicos argentinos habían diagramado la política científica y tecnológica desligándola de instancias integradoras, incluido el propio estado nacional que las financiaba. Este plan estratégico se propone avanzar hacia un sistema más amplio e integral de políticas de CTI “a fin de promover el tránsito hacia una economía basada en el conocimiento con vistas a la construcción de una sociedad más justa y equitativa”, e impulsando “un sendero de desarrollo sustentable aprovechando las ventajas comparativas y competitivas industriales, tecnológicas y ambientales como asimismo el aumento de la demanda interna asociado a la mejora de la situación social y del empleo”. Así, en función de la “identificación de oportunidades de intervención en entornos territoriales específicos a partir de la articulación de tecnologías de propósito general (TPG) con sectores productivos de bienes y servicios, en lo que se define como núcleos socio-productivos estratégicos (NSPE)”, se incluyen la biotecnología, las TICs y la nanotecnología (sin negar la importancia de otras tecnologías que son centrales para el desarrollo de las distintas actividades en varias regiones del país). A la vez que los sectores seleccionados son agroindustria, ambiente y desarrollo sustentable, desarrollo social, energía, industria y salud. Según se consigna en el PNCTI “la nanotecnología es un área considerada como la de mayor potencialidad dentro del nuevo paradigma tecnológico, por lo que ofrece una ventana de oportunidad para países en vías de desarrollo como la Argentina, en la medida en que los cambios en la estructura productiva mundial abren un espacio para los «nuevos jugadores». Al respecto, esta tecnología sobresale por el camino relativamente corto entre la innovación y la producción y por la posibilidad de patentamiento y disminución de la dependencia tecnológica”. Bajo la premisa de que no existe lectura desinteresada (desde lo ideológico y desde lo político) y atento a lo planteado por Oscar Varsavsky en Estilos Tecnológicos, subyace en el PNCTI, en lo concerniente a nanotecnología, “la idea usual de [que] progreso técnico es adquirir rápidamente los equipos y la capacidad técnica de los países dominantes”, lo que implica la adquisición de un “estilo tecnológico” antes que la construcción de uno propio, porque prevalece una lógica comprador – vendedor típicamente empresarial. Por otro lado, siguiendo al autor antes mencionado, encontramos que la generalidad del PNCTI (tanto como en la particularidad relativa a nanotecnología) se configura bajo la lógica de un modelo neodesarrollista, sustancialmente sostenido mediante la vía de sustitucionalidad de importaciones, incremento de PBI y mejoría de redistribución del ingreso para un mayor aumento del consumo interno. En propias palabras del ministro de CTI, José L. Barañao, “el conocimiento es un factor fundamental de los procesos que llevan a la creación de riquezas para los países y a la mejora de la calidad de vida de las sociedades”, en donde “el conocimiento científico y tecnológico es una herramienta fundamental para la mejora de la productividad y el bienestar social”.