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Según la Unesco, a nivel mundial el 80% de las aguasresiduales retornan alecosistema sin ser tratadas o reutilizadas. En América Latina, 106 millones depersonas no tienen ningún tratamiento de sus efluentes (OMS). Por su parte, laprovincia de Buenos Aires posee más de 200.000 habitantes nucleados en 400pueblos menores de 2.000 personas, la mayoría de los cuales no tienen sistemasdesaneamiento centralizados (cloacas). Hay además unos 300.000 habitantesdistribuidos en unidades habitacionales rurales, designados como poblaciónruraldispersa. Ambos grupos de población siempre han tenido sistemas de disposiciónfinal de sus aguas residuales con escaso o ningún tratamiento, consistentes enletrinas o pozos absorbentes, o directamente volcadas en cursos de aguas superficiales(zanjas, arroyos) que muchas veces son los focos de contaminación fecal delagua subterránea que ellos mismos utilizan para el consumo. El Gran La Platacon 129 asentamientos es la ciudad bonaerense con la mayor cantidad de habitantes(alrededor de 130.000 personas) viviendo en condiciones precarias sin acceso alos servicios básicos. Las aguas residuales domiciliarias, tal como salen de lavivienda, contienen distintos contaminantes que de no ser tratados traenperjuicios al ambiente, que se convierte en un factor determinante de la saludde lxs propios pobladorxes, ya que en estos barrios se registra una altaprevalencia de especies parásitas patógenas y de importancia sanitaria.Ante la necesidad de soluciones sencillas, prácticas y económicas para brindar saneamientoa la población rural, periurbana y las pequeñas comunidades, desarrollamossistemas de tratamiento para las aguas residuales domésticas (las que vienen debaños, lavaderos y cocinas). Estos sistemas aprovechan la acción de bacterias yde otros microorganismos para depurar las aguas, utilizando tecnologías sencillasy económicas, que pueden ser construidos con materiales reciclados y herramientascomunes disponibles en cualquier ferretería, lo que confiere una gran ventaja.Su aplicación permitirá eliminar o disminuir el riesgo de contagio de enfermedadestransmitidas reduciendo la contaminación de las aguas subterráneas ysuperficiales. Las aguas tratadas se pueden disponer en cursos de agua,infiltrar en el suelo o reutilizar para riego. Los sistemas aquí propuestosfueron dimensionados para el tratamiento de las aguas de una familia, como a suvez de espacios de encuentro (centros comunitarios barriales, huertasagroecológicas, bibliotecaspopulares, etc). De este modo, los sistemas sirven como prototipos para que puedanser replicados por los habitantes del barrio.