INGEIS   05370
INSTITUTO DE GEOCRONOLOGIA Y GEOLOGIA ISOTOPICA
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
INTERPRETACIÓN DE DATOS GRAVIMÉTRICOS, MAGNETOTELÚRICOS
Autor/es:
LUZ A. OROZCO, EDUARDO A. ROSSELLO, CRISTINA POMPOSIELLO, ALICIA FAVETTO, & CRISTÓBAL P.
Lugar:
Jujuy
Reunión:
Congreso; XVII CONGRESO GEOLÓGICO ARGENTINO; 2008
Resumen:
Las Sierras de Córdoba constituyen la porción más oriental de las Sierras Pampeanas, localizadas entre los
29° S y 33° 30´ S y entre 64° O y 66° O. Se caracterizan por bloques fallados, rotados e inclinados durante las
últimas fases de la orogenia Andina que invierten fallas normales preexistentes de rift Cretácico (Cobbold et al.et al.
1996). Las Sierras de Córdoba están constituidas por varios cinturones alargados de tendencia NS de los cuales los
más importantes son la Sierra Norte, Sierra Chica y Sierra Grande. El área de estudio (Fig. 1) incluye parte de la
Sierra Chica y la porción más occidental de la Llanura Chacopampeana que cubre más de 1.000.000 km2 del centro
de Argentina con escasas características superficiales de actividad tectónica, aunque su subsuelo presenta una
rica historia de eventos tectónicos (Chebli et al. 1999).
El basamento expuesto en la Sierra Chica está compuesto por un complejo metamórfico-migmatítico donde
prevalecen tonalitas, gneisses biotíticos con intercalaciones locales de esquistos micáceos y migmatitas. La superficie
peneplanizada de este basamento se inclina suavemente hacia el este debajo de la Llanura Chacopampeana la cual
fue alcanzada en el pozo Santiago Temple (Fig. 1b). Aquí un metagabro olivínico que arrojó una edad K/Ar de 787±150
Ma (Russo et al. 1987) fue encontrado a 997 metros de profundidad.
En este trabajo se presentan resultados morfoestructurales basados en estudios gravimétricos, magnetotelúricos
asociados con modelos de elevación digital (DEM), que permiten establecer la relación existente entre el flanco
oriental de las Sierras de Córdoba y su cubierta sedimentaria adyacente (Fig. 1). De esta manera, se realizó una
caracterización morfoestructural consistente con los resultados de los modelos geofísicos que muestran como característica
principal una superficie regular del basamento cristalino que se entierra hacia el este y que corresponde con la
discordancia que lo separa de la secuencia sedimentaria suprayacente. El modelo de elevación digital muestra depósitos
aluviales cuaternarios deformados por el levantamiento progresivo del basamento que se expresa por la textura
irregular de su superficie, por la antecedencia de los drenajes y el confinamiento de sus ápices al occidente, detrás de
la línea de depositación actual. De acuerdo con este análisis es posible reconocer bloques basamentales del eopaleozoico
peneplanizados durante el Paleozoico superior, levantados y rotados de manera geométricamente diferencial hacia el
este en tiempos neógenos a partir de la reactivación de fallas extensionales cretácicas, y que siguen activas en la
actualidad.
En este trabajo se presentan resultados morfoestructurales basados en estudios gravimétricos, magnetotelúricos
asociados con modelos de elevación digital (DEM), que permiten establecer la relación existente entre el flanco
oriental de las Sierras de Córdoba y su cubierta sedimentaria adyacente (Fig. 1). De esta manera, se realizó una
caracterización morfoestructural consistente con los resultados de los modelos geofísicos que muestran como característica
principal una superficie regular del basamento cristalino que se entierra hacia el este y que corresponde con la
discordancia que lo separa de la secuencia sedimentaria suprayacente. El modelo de elevación digital muestra depósitos
aluviales cuaternarios deformados por el levantamiento progresivo del basamento que se expresa por la textura
irregular de su superficie, por la antecedencia de los drenajes y el confinamiento de sus ápices al occidente, detrás de
la línea de depositación actual. De acuerdo con este análisis es posible reconocer bloques basamentales del eopaleozoico
peneplanizados durante el Paleozoico superior, levantados y rotados de manera geométricamente diferencial hacia el
este en tiempos neógenos a partir de la reactivación de fallas extensionales cretácicas, y que siguen activas en la
actualidad.
El basamento expuesto en la Sierra Chica está compuesto por un complejo metamórfico-migmatítico donde
prevalecen tonalitas, gneisses biotíticos con intercalaciones locales de esquistos micáceos y migmatitas. La superficie
peneplanizada de este basamento se inclina suavemente hacia el este debajo de la Llanura Chacopampeana la cual
fue alcanzada en el pozo Santiago Temple (Fig. 1b). Aquí un metagabro olivínico que arrojó una edad K/Ar de 787±150
Ma (Russo et al. 1987) fue encontrado a 997 metros de profundidad.
En este trabajo se presentan resultados morfoestructurales basados en estudios gravimétricos, magnetotelúricos
asociados con modelos de elevación digital (DEM), que permiten establecer la relación existente entre el flanco
oriental de las Sierras de Córdoba y su cubierta sedimentaria adyacente (Fig. 1). De esta manera, se realizó una
caracterización morfoestructural consistente con los resultados de los modelos geofísicos que muestran como característica
principal una superficie regular del basamento cristalino que se entierra hacia el este y que corresponde con la
discordancia que lo separa de la secuencia sedimentaria suprayacente. El modelo de elevación digital muestra depósitos
aluviales cuaternarios deformados por el levantamiento progresivo del basamento que se expresa por la textura
irregular de su superficie, por la antecedencia de los drenajes y el confinamiento de sus ápices al occidente, detrás de
la línea de depositación actual. De acuerdo con este análisis es posible reconocer bloques basamentales del eopaleozoico
peneplanizados durante el Paleozoico superior, levantados y rotados de manera geométricamente diferencial hacia el
este en tiempos neógenos a partir de la reactivación de fallas extensionales cretácicas, y que siguen activas en la
actualidad.
En este trabajo se presentan resultados morfoestructurales basados en estudios gravimétricos, magnetotelúricos
asociados con modelos de elevación digital (DEM), que permiten establecer la relación existente entre el flanco
oriental de las Sierras de Córdoba y su cubierta sedimentaria adyacente (Fig. 1). De esta manera, se realizó una
caracterización morfoestructural consistente con los resultados de los modelos geofísicos que muestran como característica
principal una superficie regular del basamento cristalino que se entierra hacia el este y que corresponde con la
discordancia que lo separa de la secuencia sedimentaria suprayacente. El modelo de elevación digital muestra depósitos
aluviales cuaternarios deformados por el levantamiento progresivo del basamento que se expresa por la textura
irregular de su superficie, por la antecedencia de los drenajes y el confinamiento de sus ápices al occidente, detrás de
la línea de depositación actual. De acuerdo con este análisis es posible reconocer bloques basamentales del eopaleozoico
peneplanizados durante el Paleozoico superior, levantados y rotados de manera geométricamente diferencial hacia el
este en tiempos neógenos a partir de la reactivación de fallas extensionales cretácicas, y que siguen activas en la
actualidad.
de Argentina con escasas características superficiales de actividad tectónica, aunque su subsuelo presenta una
rica historia de eventos tectónicos (Chebli et al. 1999).
El basamento expuesto en la Sierra Chica está compuesto por un complejo metamórfico-migmatítico donde
prevalecen tonalitas, gneisses biotíticos con intercalaciones locales de esquistos micáceos y migmatitas. La superficie
peneplanizada de este basamento se inclina suavemente hacia el este debajo de la Llanura Chacopampeana la cual
fue alcanzada en el pozo Santiago Temple (Fig. 1b). Aquí un metagabro olivínico que arrojó una edad K/Ar de 787±150
Ma (Russo et al. 1987) fue encontrado a 997 metros de profundidad.
En este trabajo se presentan resultados morfoestructurales basados en estudios gravimétricos, magnetotelúricos
asociados con modelos de elevación digital (DEM), que permiten establecer la relación existente entre el flanco
oriental de las Sierras de Córdoba y su cubierta sedimentaria adyacente (Fig. 1). De esta manera, se realizó una
caracterización morfoestructural consistente con los resultados de los modelos geofísicos que muestran como característica
principal una superficie regular del basamento cristalino que se entierra hacia el este y que corresponde con la
discordancia que lo separa de la secuencia sedimentaria suprayacente. El modelo de elevación digital muestra depósitos
aluviales cuaternarios deformados por el levantamiento progresivo del basamento que se expresa por la textura
irregular de su superficie, por la antecedencia de los drenajes y el confinamiento de sus ápices al occidente, detrás de
la línea de depositación actual. De acuerdo con este análisis es posible reconocer bloques basamentales del eopaleozoico
peneplanizados durante el Paleozoico superior, levantados y rotados de manera geométricamente diferencial hacia el
este en tiempos neógenos a partir de la reactivación de fallas extensionales cretácicas, y que siguen activas en la
actualidad.
En este trabajo se presentan resultados morfoestructurales basados en estudios gravimétricos, magnetotelúricos
asociados con modelos de elevación digital (DEM), que permiten establecer la relación existente entre el flanco
oriental de las Sierras de Córdoba y su cubierta sedimentaria adyacente (Fig. 1). De esta manera, se realizó una
caracterización morfoestructural consistente con los resultados de los modelos geofísicos que muestran como característica
principal una superficie regular del basamento cristalino que se entierra hacia el este y que corresponde con la
discordancia que lo separa de la secuencia sedimentaria suprayacente. El modelo de elevación digital muestra depósitos
aluviales cuaternarios deformados por el levantamiento progresivo del basamento que se expresa por la textura
irregular de su superficie, por la antecedencia de los drenajes y el confinamiento de sus ápices al occidente, detrás de
la línea de depositación actual. De acuerdo con este análisis es posible reconocer bloques basamentales del eopaleozoico
peneplanizados durante el Paleozoico superior, levantados y rotados de manera geométricamente diferencial hacia el
este en tiempos neógenos a partir de la reactivación de fallas extensionales cretácicas, y que siguen activas en la
actualidad.
El basamento expuesto en la Sierra Chica está compuesto por un complejo metamórfico-migmatítico donde
prevalecen tonalitas, gneisses biotíticos con intercalaciones locales de esquistos micáceos y migmatitas. La superficie
peneplanizada de este basamento se inclina suavemente hacia el este debajo de la Llanura Chacopampeana la cual
fue alcanzada en el pozo Santiago Temple (Fig. 1b). Aquí un metagabro olivínico que arrojó una edad K/Ar de 787±150
Ma (Russo et al. 1987) fue encontrado a 997 metros de profundidad.
En este trabajo se presentan resultados morfoestructurales basados en estudios gravimétricos, magnetotelúricos
asociados con modelos de elevación digital (DEM), que permiten establecer la relación existente entre el flanco
oriental de las Sierras de Córdoba y su cubierta sedimentaria adyacente (Fig. 1). De esta manera, se realizó una
caracterización morfoestructural consistente con los resultados de los modelos geofísicos que muestran como característica
principal una superficie regular del basamento cristalino que se entierra hacia el este y que corresponde con la
discordancia que lo separa de la secuencia sedimentaria suprayacente. El modelo de elevación digital muestra depósitos
aluviales cuaternarios deformados por el levantamiento progresivo del basamento que se expresa por la textura
irregular de su superficie, por la antecedencia de los drenajes y el confinamiento de sus ápices al occidente, detrás de
la línea de depositación actual. De acuerdo con este análisis es posible reconocer bloques basamentales del eopaleozoico
peneplanizados durante el Paleozoico superior, levantados y rotados de manera geométricamente diferencial hacia el
este en tiempos neógenos a partir de la reactivación de fallas extensionales cretácicas, y que siguen activas en la
actualidad.
En este trabajo se presentan resultados morfoestructurales basados en estudios gravimétricos, magnetotelúricos
asociados con modelos de elevación digital (DEM), que permiten establecer la relación existente entre el flanco
oriental de las Sierras de Córdoba y su cubierta sedimentaria adyacente (Fig. 1). De esta manera, se realizó una
caracterización morfoestructural consistente con los resultados de los modelos geofísicos que muestran como característica
principal una superficie regular del basamento cristalino que se entierra hacia el este y que corresponde con la
discordancia que lo separa de la secuencia sedimentaria suprayacente. El modelo de elevación digital muestra depósitos
aluviales cuaternarios deformados por el levantamiento progresivo del basamento que se expresa por la textura
irregular de su superficie, por la antecedencia de los drenajes y el confinamiento de sus ápices al occidente, detrás de
la línea de depositación actual. De acuerdo con este análisis es posible reconocer bloques basamentales del eopaleozoico
peneplanizados durante el Paleozoico superior, levantados y rotados de manera geométricamente diferencial hacia el
este en tiempos neógenos a partir de la reactivación de fallas extensionales cretácicas, y que siguen activas en la
actualidad.
2 del centro
de Argentina con escasas características superficiales de actividad tectónica, aunque su subsuelo presenta una
rica historia de eventos tectónicos (Chebli et al. 1999).
El basamento expuesto en la Sierra Chica está compuesto por un complejo metamórfico-migmatítico donde
prevalecen tonalitas, gneisses biotíticos con intercalaciones locales de esquistos micáceos y migmatitas. La superficie
peneplanizada de este basamento se inclina suavemente hacia el este debajo de la Llanura Chacopampeana la cual
fue alcanzada en el pozo Santiago Temple (Fig. 1b). Aquí un metagabro olivínico que arrojó una edad K/Ar de 787±150
Ma (Russo et al. 1987) fue encontrado a 997 metros de profundidad.
En este trabajo se presentan resultados morfoestructurales basados en estudios gravimétricos, magnetotelúricos
asociados con modelos de elevación digital (DEM), que permiten establecer la relación existente entre el flanco
oriental de las Sierras de Córdoba y su cubierta sedimentaria adyacente (Fig. 1). De esta manera, se realizó una
caracterización morfoestructural consistente con los resultados de los modelos geofísicos que muestran como característica
principal una superficie regular del basamento cristalino que se entierra hacia el este y que corresponde con la
discordancia que lo separa de la secuencia sedimentaria suprayacente. El modelo de elevación digital muestra depósitos
aluviales cuaternarios deformados por el levantamiento progresivo del basamento que se expresa por la textura
irregular de su superficie, por la antecedencia de los drenajes y el confinamiento de sus ápices al occidente, detrás de
la línea de depositación actual. De acuerdo con este análisis es posible reconocer bloques basamentales del eopaleozoico
peneplanizados durante el Paleozoico superior, levantados y rotados de manera geométricamente diferencial hacia el
este en tiempos neógenos a partir de la reactivación de fallas extensionales cretácicas, y que siguen activas en la
actualidad.
En este trabajo se presentan resultados morfoestructurales basados en estudios gravimétricos, magnetotelúricos
asociados con modelos de elevación digital (DEM), que permiten establecer la relación existente entre el flanco
oriental de las Sierras de Córdoba y su cubierta sedimentaria adyacente (Fig. 1). De esta manera, se realizó una
caracterización morfoestructural consistente con los resultados de los modelos geofísicos que muestran como característica
principal una superficie regular del basamento cristalino que se entierra hacia el este y que corresponde con la
discordancia que lo separa de la secuencia sedimentaria suprayacente. El modelo de elevación digital muestra depósitos
aluviales cuaternarios deformados por el levantamiento progresivo del basamento que se expresa por la textura
irregular de su superficie, por la antecedencia de los drenajes y el confinamiento de sus ápices al occidente, detrás de
la línea de depositación actual. De acuerdo con este análisis es posible reconocer bloques basamentales del eopaleozoico
peneplanizados durante el Paleozoico superior, levantados y rotados de manera geométricamente diferencial hacia el
este en tiempos neógenos a partir de la reactivación de fallas extensionales cretácicas, y que siguen activas en la
actualidad.
El basamento expuesto en la Sierra Chica está compuesto por un complejo metamórfico-migmatítico donde
prevalecen tonalitas, gneisses biotíticos con intercalaciones locales de esquistos micáceos y migmatitas. La superficie
peneplanizada de este basamento se inclina suavemente hacia el este debajo de la Llanura Chacopampeana la cual
fue alcanzada en el pozo Santiago Temple (Fig. 1b). Aquí un metagabro olivínico que arrojó una edad K/Ar de 787±150
Ma (Russo et al. 1987) fue encontrado a 997 metros de profundidad.
En este trabajo se presentan resultados morfoestructurales basados en estudios gravimétricos, magnetotelúricos
asociados con modelos de elevación digital (DEM), que permiten establecer la relación existente entre el flanco
oriental de las Sierras de Córdoba y su cubierta sedimentaria adyacente (Fig. 1). De esta manera, se realizó una
caracterización morfoestructural consistente con los resultados de los modelos geofísicos que muestran como característica
principal una superficie regular del basamento cristalino que se entierra hacia el este y que corresponde con la
discordancia que lo separa de la secuencia sedimentaria suprayacente. El modelo de elevación digital muestra depósitos
aluviales cuaternarios deformados por el levantamiento progresivo del basamento que se expresa por la textura
irregular de su superficie, por la antecedencia de los drenajes y el confinamiento de sus ápices al occidente, detrás de
la línea de depositación actual. De acuerdo con este análisis es posible reconocer bloques basamentales del eopaleozoico
peneplanizados durante el Paleozoico superior, levantados y rotados de manera geométricamente diferencial hacia el
este en tiempos neógenos a partir de la reactivación de fallas extensionales cretácicas, y que siguen activas en la
actualidad.
En este trabajo se presentan resultados morfoestructurales basados en estudios gravimétricos, magnetotelúricos
asociados con modelos de elevación digital (DEM), que permiten establecer la relación existente entre el flanco
oriental de las Sierras de Córdoba y su cubierta sedimentaria adyacente (Fig. 1). De esta manera, se realizó una
caracterización morfoestructural consistente con los resultados de los modelos geofísicos que muestran como característica
principal una superficie regular del basamento cristalino que se entierra hacia el este y que corresponde con la
discordancia que lo separa de la secuencia sedimentaria suprayacente. El modelo de elevación digital muestra depósitos
aluviales cuaternarios deformados por el levantamiento progresivo del basamento que se expresa por la textura
irregular de su superficie, por la antecedencia de los drenajes y el confinamiento de sus ápices al occidente, detrás de
la línea de depositación actual. De acuerdo con este análisis es posible reconocer bloques basamentales del eopaleozoico
peneplanizados durante el Paleozoico superior, levantados y rotados de manera geométricamente diferencial hacia el
este en tiempos neógenos a partir de la reactivación de fallas extensionales cretácicas, y que siguen activas en la
actualidad.
et al. 1999).
El basamento expuesto en la Sierra Chica está compuesto por un complejo metamórfico-migmatítico donde
prevalecen tonalitas, gneisses biotíticos con intercalaciones locales de esquistos micáceos y migmatitas. La superficie
peneplanizada de este basamento se inclina suavemente hacia el este debajo de la Llanura Chacopampeana la cual
fue alcanzada en el pozo Santiago Temple (Fig. 1b). Aquí un metagabro olivínico que arrojó una edad K/Ar de 787±150
Ma (Russo et al. 1987) fue encontrado a 997 metros de profundidad.
En este trabajo se presentan resultados morfoestructurales basados en estudios gravimétricos, magnetotelúricos
asociados con modelos de elevación digital (DEM), que permiten establecer la relación existente entre el flanco
oriental de las Sierras de Córdoba y su cubierta sedimentaria adyacente (Fig. 1). De esta manera, se realizó una
caracterización morfoestructural consistente con los resultados de los modelos geofísicos que muestran como característica
principal una superficie regular del basamento cristalino que se entierra hacia el este y que corresponde con la
discordancia que lo separa de la secuencia sedimentaria suprayacente. El modelo de elevación digital muestra depósitos
aluviales cuaternarios deformados por el levantamiento progresivo del basamento que se expresa por la textura
irregular de su superficie, por la antecedencia de los drenajes y el confinamiento de sus ápices al occidente, detrás de
la línea de depositación actual. De acuerdo con este análisis es posible reconocer bloques basamentales del eopaleozoico
peneplanizados durante el Paleozoico superior, levantados y rotados de manera geométricamente diferencial hacia el
este en tiempos neógenos a partir de la reactivación de fallas extensionales cretácicas, y que siguen activas en la
actualidad.
En este trabajo se presentan resultados morfoestructurales basados en estudios gravimétricos, magnetotelúricos
asociados con modelos de elevación digital (DEM), que permiten establecer la relación existente entre el flanco
oriental de las Sierras de Córdoba y su cubierta sedimentaria adyacente (Fig. 1). De esta manera, se realizó una
caracterización morfoestructural consistente con los resultados de los modelos geofísicos que muestran como característica
principal una superficie regular del basamento cristalino que se entierra hacia el este y que corresponde con la
discordancia que lo separa de la secuencia sedimentaria suprayacente. El modelo de elevación digital muestra depósitos
aluviales cuaternarios deformados por el levantamiento progresivo del basamento que se expresa por la textura
irregular de su superficie, por la antecedencia de los drenajes y el confinamiento de sus ápices al occidente, detrás de
la línea de depositación actual. De acuerdo con este análisis es posible reconocer bloques basamentales del eopaleozoico
peneplanizados durante el Paleozoico superior, levantados y rotados de manera geométricamente diferencial hacia el
este en tiempos neógenos a partir de la reactivación de fallas extensionales cretácicas, y que siguen activas en la
actualidad.
et al. 1987) fue encontrado a 997 metros de profundidad.
En este trabajo se presentan resultados morfoestructurales basados en estudios gravimétricos, magnetotelúricos
asociados con modelos de elevación digital (DEM), que permiten establecer la relación existente entre el flanco
oriental de las Sierras de Córdoba y su cubierta sedimentaria adyacente (Fig. 1). De esta manera, se realizó una
caracterización morfoestructural consistente con los resultados de los modelos geofísicos que muestran como característica
principal una superficie regular del basamento cristalino que se entierra hacia el este y que corresponde con la
discordancia que lo separa de la secuencia sedimentaria suprayacente. El modelo de elevación digital muestra depósitos
aluviales cuaternarios deformados por el levantamiento progresivo del basamento que se expresa por la textura
irregular de su superficie, por la antecedencia de los drenajes y el confinamiento de sus ápices al occidente, detrás de
la línea de depositación actual. De acuerdo con este análisis es posible reconocer bloques basamentales del eopaleozoico
peneplanizados durante el Paleozoico superior, levantados y rotados de manera geométricamente diferencial hacia el
este en tiempos neógenos a partir de la reactivación de fallas extensionales cretácicas, y que siguen activas en la
actualidad.