CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

Los sistemas de producción de alimentos han tendido a maximizar la producción de commodities y otros bienes con valor de mercado, atentando contra el mantenimiento de la biodiversidad y la provisión de servicios de los ecosistemas. Para erradicar del planeta el hambre y la pobreza se requieren cambios drásticos en las instituciones y las políticas públicas, de modo de atenuar las escandalosas desigualdades existentes, pero también un rediseño de los sistemas de producción para hacerlos más sustentables. Esto será necesario si se pretende alimentar como mínimo 8-10 mil millones de personas en un contexto de cambio climático, tanto para mitigar los efectos sobre la composición atmosférica como para adaptar esos sistemas al conjunto de los cambios globales, y además para disminuir la degradación de suelos, la contaminación química, y el uso no sustentable del agua.Los participantes del simposio están siendo invitados a considerar el problema de la intensificación vs. extensificación" del uso de la tierra: ¿se debe minimizar el área dedicada a la provisión de bienes de mercado, intensificando la producción en las tierras de mayor calidad productiva?, ¿o reducir la intensidad de uso, pero al costo de cubrir más área? Está claro que, dentro de cada jurisdicción, la respuesta política debiera darse en el marco de un ordenamiento territorial, pero dentro de cada actividad ¿es posible una "intensificación sustentable"? Algunos opinan que ésta es un oxímoron, ya que el principio económico de los rendimientos marginales decrecientes indica que, para una dada tecnología, la eficiencia de uso de los insumos disminuye (el impacto por unidad de producto aumenta) al aumentar la intensificación. Por otro lado ¿es posible enfocarse en una agricultura más extensiva o "ecológica"?, ¿o ésta por su menor productividad llevará a una mayor destrucción de hábitats?