BECAS
MONKES JuliÁn Ignacio
libros
Título:
Politizar el ambiente. Ambientalizar la política
Autor/es:
MONKES, JULIÁN
Editorial:
Batalla de Ideas
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2023 p. 236
ISSN:
978-987-48230-4-5
Resumen:
Estamos enfrentando una crisis climática y ecológica que ya hace rato nos acompaña. Sentimos en nuestra piel los impactos de la contaminación, la falta de alimento saludable, la convivencia con los residuos, y las enfermedades que se desprenden de ello. Vemos cómo millones de personas migran por catástrofes climáticas, sequías que convierten a la ruralidad en campos de pólvora e inundaciones en nuestros barrios y campos. Más aun, mientras escribimos estas líneas, una pandemia de origen zoonótico —es decir, un virus transmitido de animales a humanos producto del avance sobre los ecosistemas naturales— azota a la humanidad.Entramos en un laberinto que puede tener dos salidas: más exclusión, hambre y devastación, o una transición justa e inclusiva que nos permita adaptarnos a este nuevo mundo. Este libro contiene intercambios entre personas de diversas trayectorias que reflexionan sobre los avances y retrocesos de los movimientos ambientalistas, pero sobre todo de las potencialidades y limitaciones que tienen para construir una salida popular a la crisis civilizatoria que nos atraviesa. Lejos de ser un análisis cerrado, es el inicio de un diálogo necesario entre la militancia, la academia y la comunicación ambiental.En lo particular, el carácter novedoso de esta publicación no es el contenido, sino la sistematización de las discusiones que se dan hacia dentro de los movimientos ambientalistas-ecologistas y la posibilidad de acercar algunas discusiones que se hallan encapsuladas en la academia. De esta forma, encontrarán al final de cada capítulo las lecturas de base que permitieron la escritura del mismo.El ambientalismo popular que presentamos reconoce que la injusticia ambiental se profundiza y parte de desigualdades sociales, económicas, culturales y de género preexistentes. Mientras que un pequeño grupo goza de los beneficios que surgen de la apropiación de los bienes comunes, las grandes mayorías pagamos los costos ambientales. Como dice el papa Francisco en la encíclica Laudato si’: la veneración del dios dinero promueve la cultura del descarte, de la gente o de bienes comunes. Ante eso, la economía popular y solidaria que se construye desde esta exclusión también representa formas de trabajo que apuestan a reducir la injusticia ambiental a través del reciclado con inclusión social y la producción agroecológica. Estos puntos de contacto, aun partiendo de voces diversas, expresan que esta doble exclusión —social y ambiental— es producto de la expresión más rapaz del capitalismo, aquella que piensa exclusivamente en incrementar el margen de ganancias a costa de toda forma de vida, humana y no humana.Por esto, desde el ambientalismo popular planteamos que, para que exista justicia social, hay que abordar las injusticias ambientales y que, para hacerlo, buscamos construir las salidas desde el pueblo. Esto implica construir puentes con los diferentes territorios que sufren las injusticias ambientales y hacerlas cuerpo para elaborar en conjunto unos lentes verdes que nos permitan ver la dimensión ambiental que está detrás de cada una de las injusticias que nos duelen cotidianamente.Ahora bien, ¿cómo lo hacemos? ¿Por dónde empezamos? Sin dudas, la salida popular que buscamos no se va a construir únicamente desde un ambientalismo que solo interpela a la gente movilizada por la conservación del ambiente o la naturaleza. La necesidad y urgencia que tenemos para escapar del laberinto en el que estamos requiere poner en el centro al bien común, y para eso el ambientalismo se tiene que mezclar con otros movimientos, como el feminismo y la economía popular, pero, sobre todo, tiene que tocar las fibras más profundas de nuestro pueblo para construir un movimiento de masas que reclame por un ambiente más justo. Es decir, construir un ambientalismo latinoamericano que se proponga conservar el ambiente y evitar el avance del extractivismo y de las producciones contaminantes, pero que también busque repensar el modelo de producción, distribución y consumo con una perspectiva ambiental con el objetivo de poner en discusión la construcción de una sociedad más justa, inclusiva y soberana. En este escenario de incertidumbre, el diálogo entre los movimientos feministas, ambientalistas y decoloniales se presenta como una alternativa para el bienestar de nuestro pueblo y para realizar una genuina emancipación de Argentina y Nuestramérica a partir de la construcción de un modelo de crecimiento económico selectivo, con inclusión social y respeto de la integralidad ecológica.En definitiva, lo que buscamos es conservar el ambiente «con la gente adentro», y para eso necesitamos construir un movimiento que interpele a las grandes mayorías, —parafraseando al Manifiesto de un feminismo para el 99 %— un ambientalismo para el 99 %, un ambientalismo de Estado.Esta idea tiene tres dimensiones que se desarrollan a lo largo del libro: el entrecruzamiento con otros movimientos para construir una mirada integral de la sociedad desde el ambientalismo; la construcción de puentes para interpelar al pueblo y masificar las consignas del ambientalismo popular; y la incorporación de la dimensión ambiental como política de Estado a fin de que haya una orientación que permita planificar un proceso sostenido de transformación. A su vez, el ambientalismo de Estado hace referencia a la necesidad de situarnos en contexto y entender la correlación de fuerzas que tenemos para avanzar en el camino de la transición socioecológica que necesitamos. Para eso, proponemos discutir ciertos dogmas que tenemos internalizados y entender que el camino para salir de la dependencia extractivista puede ser contradictorio e incómodo. En ese sentido, este libro busca ser un aporte para la militancia en pos de la construcción de un ambientalismo que se corra de los lugares cómodos, que pase de una agenda que solo se concentra en evitar el avance de las producciones extractivistas y contaminantes a una que incluya la construcción de una alternativa real para el cambio social que soñamos y, sobre todo, que necesitamos.