BECAS
ZÁRATE BERNARDI MarÍa Sol
informe técnico
Título:
Sección especial Pictografías El Gancho-Sitio 2. Relevamiento Arqueológico para la Manifestación General de Impacto Ambiental de la Represa Portezuelo del Viento (Malargüe, Mendoza).
Autor/es:
ZÁRATE BERNARDI, MARÍA SOL
Fecha inicio/fin:
2017-03-01/2017-06-30
Naturaleza de la

Producción Tecnológica:
Arquológica-patrimonial
Campo de Aplicación:
Energia-Hidraulica
Descripción:
El sitio rupestre El Gancho ?Sitio 2 (35º46?22.7?S, 70º06?35.1?O, 1645/50 msnm.), aparece contemplado en el informe de ?Estudio arqueológico del área a afectar por el embalse del dique Portezuelo del Viento (Malargüe, Mendoza)? (Durán, Gasco, Llano, Zárate) como de importancia patrimonial máxima. Por ello, además de caracterizar el sitio y su registro rupestre, se hace referencia a los antecedentes de investigación sobre las manifestaciones rupestres en el departamento de Malargüe, se especifica la metodología de relevamiento y se plantean aproximaciones de sentido y líneas de investigación que se abren a partir de este registro.Metodología de trabajoEl relevamiento rupestre se encara a partir de determinar las unidades de análisis de cada sitio en cuestión; las mismas se discriminan según soportes, paneles y figuras. Por soporte rocoso se entiende una roca aislada, afloramiento rocoso o roca madre de los sitios que contienen grafías; por paneles grabados/pintados, cada una de las caras de los soportes, distinguiéndolas según orientación/inclinación -características que fueron medidas mediante el uso de una brújula con clinómetro-. Respecto a las figuras, las mismas son signos, unidades mínimas de sentido, sean figurativas o abstractas. Las mismas se caracterizan y clasifican como antropomorfas, zoomorfas, lineales, circulares y areales.Tanto en el relevamiento paneles y figuras de ambos sitios ?Las Loicas Cueva 2 y Arroyo el Gancho-, los datos fueron recabados de manera sistemática a través del uso de fichas, y al momento de completarlas y de realizar el registro fotográfico se tuvieron en cuenta ciertas precauciones (Zárate 2017):oEl relevamiento de cada panel se hizo en más de una oportunidad a diferentes horas del día ?primeras horas de la mañana, mediodía y atardecer-. Esto tiene que ver con que la luz del sol afecta la apreciación de los grabados.oLos datos obtenidos fueron cotejados por más de un observador, como forma de controlar la subjetividad de las observaciones individuales.oEl registro fotográfico resultante se realizó con distintas cámaras fotográficas ?Canon Powershot SX160 y Nikon Reflex D530 -, tanto en modo ?automático? como de modo ?manual?, en cuyo caso las condiciones de cada toma ?ISO, apertura del diafragma y tiempo de obturación- fueron seleccionadas por el observador/fotógrafo buscando lograr el mayor contraste posible entre la figura y el fondo.Una vez obtenidos los datos en el campo y generado el registro fotográfico correspondiente, el paso siguiente consiste en el tratamiento digital de las fotografías. Para ello, se utilizó el programa Adobe Photoshop CS6, tanto para el retoque y mejoramiento de las imágenes, como para la obtención de calcos en el caso de los grabados. En el caso de las pictografías, en el afán de vislumbrar mejor las figuras pintadas y aumentar los contrastes, se trabajaron las fotografías a través de la aplicación del plugin Dstretch del software Image-J.Descripción del registroEl sitio El Gancho se ubica en un paredón de rocas basálticas que promedia 2,50 m de altura, contiguo al arroyo homónimo, muy cerca de la Ruta Provincial Nº226 y del sitio superficial El Gancho-Sitio 1. En dicho paredón se registran tres concentraciones de paneles importantes, mientras que los restantes aparecen distribuidos en su extensión. Las pictografías no son visibles desde el camino ni desde el arroyo, pero uno de los paneles pintados se destaca por una figura roja oscura, siendo el único que puede verse a mayor distancia y cerca del cual aparece la mayor concentración de figuras. A este panel se lo denominará ?Panel 0? y a partir de él se contabilizará y ubicará el resto de las pinturas: hacia el este del panel 0 se numerarán los paneles con números positivos, mientras que hacia el oeste, se lo hará con números negativos.En cuanto a las concentraciones de paneles, se registran hacia el oeste del Panel 0. La primera ?Concentración A- es un sector del paredón acondicionado con una roca que hace las veces de pirca, en donde además del registro rupestre, se realizó un sondeo exploratorio. La segunda concentración ?B- se ubica pocos metros al oeste del acondicionamiento mencionado, ocupando los paneles traseros del mismo, y con pinturas realizadas a una altura considerable (2 metros del suelo, promedio). Finalmente, la tercera ?Concentración C- es contigua a la segunda, pero en vez de ocupar los bloques lisos verticales, las pinturas se encuentran en una oquedad natural en el paredón.Además de estas concentraciones de paneles, se contabilizaron 10 paneles más ubicados de forma aislada al este del Panel 0. Entre estos, se encuentra el único panel que refleja figuras realizadas a partir de la técnica del grabado.En total el sitio se compone de 42 paneles con grafías, distribuidos a lo largo del paredón basáltico. Se registraron al menos 137 figuras ?Mínimo Numero de Figuras-, realizadas en amplia mayoría de color rojo, aunque algunas incorporan el color amarillo; se trata de representaciones geométricas, escalonados, líneas paralelas y ?manchas?.En líneas generales, el estado de conservación del sitio es bueno, si bien algunas de las figuras aparecen algo desdibujadas. No se registró ningún tipo de daño antrópico ?de hecho, no se observó en el área de las figuras basura moderna a pesar de la proximidad al camino-. Dentro de las afectaciones que pueden mencionarse, se encuentran: presencia de líquenes en algunos de los paneles; meteorización, descascaramiento y agrietamiento de algunos bloques; y filtraciones de agua sobre los paneles de la Concentración A, que ha desdibujado algunas figuras. En cuanto al significado de las grafías, vale aclarar que se entiende que las manifestaciones rupestres deben ser abordadas desde la dimensión pragmática, es decir, la relación entre el arte rupestre y quiénes la produjeron y usaron en contextos sociales particulares. Para esto no es necesario acceder al contenido específico de los significados que encierran las formas visuales, sino dar cuenta de la dinámica social en la que se insertan y las consecuencias prácticas que conllevan para los individuos a lo largo del tiempo (Salatino 2011:211). Así, se debe considerar esta dimensión pragmática de los sistemas simbólicos mediante un análisis de los contextos de uso y la dinámica social en la que se insertan y por los que aquellos adquieren efectividad (Hodder 1988, en Salatino 2011:211). En principio, los motivos presentes en los paredones de El Gancho remiten al estilo geométrico característico de Patagonia, y guardan similitudes con el estilo de grecas y el de paralelas, ubicados cronológicamente entre los siglos VII y XVI de nuestra era (Schobinger 2009). Además, varias figuras se asimilan a iconografía mapuche, por ejemplo la que se encuentra presente en la textilería (Mege 1989), lo que lleva a preguntarse sobre relaciones con los grupos humanos que habitaban del otro lado de la Cordillera. Más allá de este tipo de figuraciones, que están en consonancia con lo que Gradín y Schobinger (1985) ya plantearon para el arte rupestre de Malargüe en cuanto subárea de transición de la región patagónica en la que también penetran los estilos de los cazadores tardíos, llama la atención el motivo mayor del Panel 0, especie de ?geométrico con volutas?, que también aparece en momentos tardíos (ca. 1100 y 1450 años d.C) en lugares del sur de San Juan (García 2014). La riqueza figurativa del sitio y la diversidad de motivos permite pensar en un área ocupada ?quizás disputada- por múltiples actores, o en la posibilidad de circulación de ideas varias entre los hacedores de las pictografías. Además, no se descarta la existencia de diversos momentos de ejecución, dado las superposiciones y yuxtaposiciones, la cantidad de figuras y paneles documentados y la variedad de motivos registrados. Apoyan estas ideas los planteos macrorregionales que realizan Romero y Re, a partir del registro rupestre del norte de Neuquén. Observan un predominio de motivos abstractos sobre los figurativos en la macrorregión formada por la Cordillera Andina de Linares al centro-este de Chile, las cuencas de los ríos Neuquén y Curi Leuvú al noroeste de Neuquén y el departamento de Malargüe, coincidiendo con Gradín (1997-1998) en una cronología tardía para la mayoría de ellos:?Se observan tanto similitudes como diferencias entre las representaciones rupestres de las áreas comparadas. En primer lugar, en todas las áreas consideradas se observa el predominio de los motivos abstractos por sobre los figurativos, a pesar que la proporción es variable en cada una de ellas. También se destaca que todas las áreas comparten determinados tipos de motivos, entre los que se incluyen una diversidad de líneas paralelas, figuras de simetría axial, puntos, encadenados, cruciformes, almenados y escalonados. Algunos de ellos han sido asignados por otros autores a los estilos de paralelas y grecas (sensu Menghin 1957).Las similitudes observadas indican que el área de estudio formó parte de la dinámica de circulación de información, en escala macroregional, junto a otros espacios que difieren a nivel geográfico y ecológico. Distintas líneas de evidencia remarcan esta observación, principalmente la distribución de ciertos tipos de cerámica y de tipos químicos de obsidiana con procedencia del Maule (Cortegoso et al. 2013)? (Romero y Re 2014).Por otro lado, el arte rupestre de este sitio no escapa a características que se describe para otros sitios con pictografías de Malargüe (Schobinger 1978, 2009): predominancia de color rojo, con pocos casos de bicromía rojo-amarilla; diseños geométricos y escalonados, algunas veces enmarcados; trazos de líneas rectas y zigzagueantes; ubicación de los paneles en bloques o bardas basálticas; concentraciones de paneles al interior de cada sitio. No obstante, y si bien no se tiene la cuantificación exacta -por no estar publicadas- de los demás sitios con pinturas, el registro rupestre de El Gancho-Sitio 2 sería el más voluminoso de lo que se conoce para Malargüe. Para el resto de los sitios se hace mención de ?algunas figuras? o ?algunos bloques?, mientras que para el caso del sitio ubicado en Las Loicas se contabilizaron más de 100 figuras; por otro lado, la asociación directa a un sitio con material arqueológico en superficie y la presencia de pinturas en un acondicionamiento donde se encontró material estratificado aumenta la capacidad de información que puede obtenerse del registro rupestre, ya que el análisis no se restringe únicamente a lo rupestre.El potencial para la investigación arqueológica que ofrece el sitio es importante. En cuanto a la información que puede aportar el registro rupestre a la arqueología regional y al conocimiento de las sociedades pasadas, posibilita la realización de una cronología relativa a través de la definición estilística, y puede brindar información ?que necesariamente debe ser complementada con datos de otras materialidades arqueológicas y de otros sitios rupestres de la región- acerca de la interacción de los grupos humanos que habitaron la zona, en términos de dominación simbólica, uso del paisaje, movilidad, comunicación interregional y vínculos interétnicos, entre otros aspectos (Zárate 2017). En cuanto al valor patrimonial del registro rupestre y de los sitios arqueológicos en general, es de plena aplicación la Ley 25.743 de Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico y su Decreto Reglamentario 1022/04. Los bienes arqueológicos por su naturaleza jurídica y por aplicación de la legislación nacional, son considerados patrimonio cultural sin requerir una declaratoria específica. Pero de todos los bienes pertenecientes al patrimonio arqueológico, el caso del arte rupestre es un caso singular por su ubicación, ya que no puede ser aislada del medio natural donde se encuentra la actividad humana que originó tales manifestaciones. A esto se suman los riesgos propios de su exposición a la interperie. Pero es el factor humano el que mayor riesgo representa por su alta visibilidad. Son numerosos los registros de sitios rupestres objeto de afectaciones antrópicas: graffitis, explotación de la piedra como materia prima, excavaciones de huaqueros (buscadores de tesoros), o transformaciones de los entornos naturales que alteran o destruyen los contextos arqueológicos y paisajísticos de los sitios.Ante los peligros de conservación, la preservación del arte rupestre se basa inicialmente en un exhaustivo registro y documentación. Además, la documentación se encuentra en la base de la mayor parte de las investigaciones, se trata de una herramienta clave en la generación de conocimiento (Seoane- Veiga et al. 2009). Este proceso de documentación se ha iniciado con las tareas que en este informe se exponen, pero requieren de otras actividades, como el relevamiento de zonas cercanas, el tratamiento en detalle de las figuras, etc.Por último, otro aspecto que aparece como importante en cuanto a la preservación del sitio es la resignificación y apropiación del mismo (y del territorio que significa) como lugar de identidad y reafirmación de pertenencia a comunidades específicas. En este sentido, es necesario proponer vías de acción tendientes a la apropiación social de este patrimonio como principal estrategia para hacer posible la interacción entre las múltiples versiones y visiones de entidades oficiales, comunidades científicas (o académicas) y comunidades locales que como agentes sociales activos son quienes les confieren valor y sentido actual al patrimonio. Tal como lo plantea García Canclini (1999) el efectivo rescate del patrimonio incluye su apropiación colectiva y democrática; se trata de convertir lo que es significativamente importante para la comunidad en patrimonialmente relevante. Esto a su vez se encuentra en consonancia con la tendencia de los últimos años de convertir los sitios rupestres en sitios turísticos ?ejemplo en la provincia es el caso del Cerro Tunduqueral, en Uspallata, Las Heras-. Si bien a lo largo de los años el turismo ha sido catalogado como un factor depredador del patrimonio dado el gran número de sitios devastados por acción del turismo ?nuevamente a modo de ejemplo, el Cerro Tunduqueral- estos resultados son producto de la ausencia de una planificación adecuada, falta de estudios de base, una visión netamente económica del fenómeno, la idea de explotación, falta de acciones educativas y la ausencia de una visión al largo plazo, entre otros muchos factores (Marzari 2004). En todo caso, el desarrollo de actividades turísticas (con base en la sustentabilidad) en los sitios de patrimonio cultural es recomendable, tiende a la valorización y protección efectiva del patrimonio y la distribución colectiva de su beneficio; a la vez que genera recursos para el mantenimiento de las tareas de conservación (Marzari 2004). El Gancho-Sitio 2, por su riqueza cultural, arqueológica, estética y paisajística, además del fácil acceso, se presenta como un sitio plausible de explotación turística sustentable. Por ello, se propone como medida de compensación, por el impacto de la obra Portezuelo del Viento, la creación de un Museo de Sitio que asegure su resguardo y puesta en valor.