INVESTIGADORES
MIRA Julieta
libros
Título:
Terrorismo estatal. Negacionismo y verdad
Autor/es:
CAÑÓN, LISANDRO; BELTRÁN, MIGUEL ÁNGEL; CARUSO, NATALIA; LUCIA VIEIRA, VERA; LIMA DE AVILA, ARTHUR; MIRA, JULIETA
Editorial:
Lago Editora
Referencias:
Lugar: Córdoba; Año: 2023 p. 150
ISSN:
978-987-8976150
Resumen:
Este es el primer volumen de la colección REDET. Ello significa que se trata del inicio de un proyecto, donde se han estudiado y expuesto de manera clara los múltiples aspectos y recortes analíticos posibles para abordar los estados de excepción. El primer volumen, Terrorismo estatal, negacionismo y verdad, reúne cuatro investigaciones que, a contramano de lo que actualmente sucede, no se interesan en la recepción de la propuesta negacionista, sino en su contenido. Incluso, en lo que se está negando cuando se niega y en el perfil de los negacionistas. Entonces, hemos optado por no describir el funcionamiento de los fenómenos negacionistas –los mecanismos o recursos del negacionismo–, sino por proyectar una sombra de duda sobre la pretendida pertinencia del principio de reconciliación en el derecho a la verdad. Porque hay que tomar especialmente en cuenta que la negación constituye una continuidad de la violencia mortífera. Lamentablemente, lo que a menudo se dora con la pátina de la violencia política no es más que un sórdido proceso de desnaturalización de la represión, la violencia física organizada, como esencial para el ejercicio del poder en las formaciones sociales capitalistas. Por eso, el negacionismo no solo está en quienes lo profesan. Con bastante frecuencia hemos manifestado que el papel represivo del Estado debe plantearse, primeramente, considerando 10la especificidad de las relaciones de producción capitalista y la división social del trabajo que de ella resultan y, seguidamente, atendiendo al campo y lugar específico que el poder político ocupa con relación a los otros campos de poder.1 Dicho de otra manera, el Estado capitalista en su materialidad de aparato, de naturaleza propiamente política y formalmente distinta del poder económico, monopoliza los medios de coerción corporal para mantener el orden capitalista y estabilizar el proceso de acumulación. Es esa materialidad, técnica, legal y represiva propia del Estado de derecho donde el monopolio de la violencia se realiza. Esto nos permite situar el papel terriblemente real de la represión como soporte al ejercicio del poder y la autoridad; localizar la naturaleza y función de los aparatos represivos y, finalmente, dejar establecida la improcedencia de una supuesta contraposición intrínseca entre violencia y ley en el Estado de derecho.