INVESTIGADORES
MARCORA Paula Ines
informe técnico
Título:
PLAN DE GESTIÓN DE LA RESERVA HÍDRICA NATURAL LOS GIGANTES 2.024 ? 2.029
Autor/es:
MARCORA, PAULA I.; VAIERETTI, VICTORIA M.; BRUSCO, VALERIA; HALAC, SILVANA; ARAKI, LAURA; SCHNEIDER, CRISTIAN; ARGIBAY DAIHANA; GOMEZ PEREYRA ELENA; BRIZUELA CAMILA; LACOMBE ELIANA; NOBILE JULIETA; MENGO LUCIANA
Fecha inicio/fin:
2023-03-09/2023-12-09
Naturaleza de la

Producción Tecnológica:
Organizacional
Campo de Aplicación:
Ordenamiento territorial-varios
Descripción:
La Reserva Hídrica Natural Los Gigantes (en adelante RHNG) se encuentra ubicada al Oeste de la ciudad capital de Córdoba, en los Departamentos de Punilla y Cruz del Eje. Ocupa un área total de 84.000 hectáreas (ha) de dominio privado, de las cuales 81.500 ha se encuentran dentro del Departamento Punilla, mientras que las restantes 2.500 ha se encuentran dentro del Departamento Cruz del Eje. Geomorfológicamente, el Área Natural Protegida (ANP) se localiza en el faldeo oriental de las Sierras Grandes y parte del Valle de Punilla.Esta Reserva fue creada en el marco de la Ley N° 6.964/83 de ?Áreas Naturales de la Provincia de Córdoba? mediante la Ley N° 8.941/01, como territorio completivo del espacio biogeográfico y ambiental conformado por la ?Reserva Hídrica Provincial de Achala" y ?Reserva Recreativa Natural Valle del Cóndor". Este Área Natural Protegida (ANP) presenta la particularidad de estar asociada a 12 jurisdicciones locales (municipios y comunas), por lo cual múltiples actividades sociogénicas (Malm y Hornborg, 2.014, Svampa, 2019) se desarrollan entre quienes habitan, vacacionan o transitan en este territorio. En este contexto, la RHNG constituye un ?socioecosistema? (Paré y Gerez, 2012) de gran relevancia, dado su valor natural intrínseco como sostén de la biodiversidad y sus valores culturales, históricos, arqueológicos, ecosistémicos e, hidrológicos reconocidos socialmente. El ANP incluye las cuencas de los ríos Yuspe y San Antonio y de los arroyos Las Mojarras y , Los Chorrillos, que proveen de agua a quienes viven dentro de la RHNG y a quienes habitan aguas abajo, que hacen uso de este bien común para sostener sus actividades vitales, productivas y no productivas (recreativas, sociales, espirituales, etc.). Asimismo, el agua provista por estos ríos y arroyos que resulta indispensable para la sostenibilidad de los procesos ecológicos en esta región.En la RHNG existen actualmente amenazas inminentes en relación a la cobertura de la vegetación, erosión de suelos, calidad y cantidad de agua, pérdida de biodiversidad, desprotección de territorios de las comunidades originarias y sus bienes culturales, históricos y arqueológicos, avances urbanos no planificados y deforestación, e incluso la afectación de parte del ANP por la construcción de la Autovía Alternativa Ruta N° 38 (AAR38). La presencia de tales amenazas y de numerosos pasivos ambientales dentro de la Reserva, sumado al estado de degradación actual en determinados sectores, requieren una gestión que no sólo haga foco en la conservación, sino también en la remediación y restauración de la salud del socioecosistema, así como en la prevención de los efectos de nuevas amenazas. La crisis hídrica agudizada en la última década, producto del cambio climático, el crecimiento urbano desordenado y las actividades productivas no reguladas, seguirá incrementándose según predicciones científicas.A pesar de la multiplicidad de aspectos de gran relevancia para toda la sociedad que alberga la RHNG y del contexto de crisis socioambiental existente, desde su promulgación en el año 2001, no se había elaborado un Plan de Gestión que establezca sus principales Valores de Conservación, caracterice el ANP, diagnostique el escenario socioambiental actual, proponga estrategias para abordar las amenazas y determine procesos y metodologías de seguimiento y monitoreo, para generar una propuesta de gestión estratégica para su conservación y uso sostenible (APN, 2010).En el año 2022, en el marco de la convocatoria realizada por la Secretaría de Ambiente del gobierno de la Provincia de Córdoba y el Consejo Federal de Inversiones (CFI) como parte del Plan de Puesta en Valor de las ANP provinciales, un equipo interdisciplinario de profesionales contratados por la Universidad Nacional de Córdoba presentó una propuesta transdisciplinaria para la elaboración de un Plan de Gestión (PG) para la RHNG que fue llevado a cabo posteriormente, en un lapso de 9 meses, y finalizado en diciembre de 2023. Durante este período se trabajó en un documento que tuviera en cuenta el contexto de cambio/crisis global socioambiental/civilizatoria en el que estamos inmersos (Rockström et al., 2009, Lander y Arconada, 2019), considerando los 12 principios del ?Enfoque por Ecosistemas? propuesto en la guía de planificación de Áreas Protegidas (UNESCO, 2000; Arguedas Mora, 2012, APN, 2010) que promueva la conservación y el uso sostenible de forma equitativa.Nuestro trabajo fue guiado por la propuesta de la Geografía Física Crítica como un campo que combina el conocimiento profundo de las ciencias biofísicas y tecnológicas con atención crítica a las relaciones sociales y de poder, y que propone comprender los procesos geoecológicos como histórica y culturalmente situados, mediante la incorporación de conceptos híbridos. Luisa Paré y Patricia Gerez en su trabajo ?Al filo del agua? (2012), resaltan que ?uno de los errores centrales en la mayoría de las políticas de gestión de los sistemas naturales es el supuesto de que los humanos y la naturaleza son entidades diferentes que pueden ser conceptualizadas y tratadas independientemente? (Paré y Gerez, 2010: 25). Por el contrario, la naturaleza y la sociedad conforman un solo sistema, un (socio)ecosistema, y por tanto deben ser estudiadas como una unidad integrada; considerando la complejidad de los territorios, lo cual evita que la gestión se reduzca a soluciones tecnocráticas. Las formas de habitar y el desarrollo urbano dentro de la RHNG, deben ser ordenados, planificados y monitoreados, teniendo absoluta consideración sobre las interdependencias, los límites y fragilidades del sistema socionatural. Entendemos que es preciso desarrollar investigaciones y monitoreos periódicos para conocer y considerar la capacidad de carga del territorio para cada actividad en particular, pero también las diversas valoraciones simbólicas y afectivas de los habitantes en torno al paisaje y el buen vivir (sensu Acosta et al., 2014), a fin de delinear los límites y modelos de urbanización compatibles con la vitalidad y salud del (socio)ecosistema.Siguiendo estos referentes, en este PG se tomó la conceptualización teórica de ?territorio hidrosocial? que hace referencia a una ?red multiescalar espacialmente limitada en la que los seres humanos, los flujos de agua, las relaciones ecológicas, la infraestructura hidráulica, los medios financieros, los acuerdos jurídico-administrativos y las instituciones y prácticas culturales se definen, alinean y movilizan interactivamente? (Boelens et al., 2016, p. 2), proponiendo una adaptación al término por ?hidro(bio)social? que permite destacar la trama de la vida en relación a los aspectos hídricos y sociales.La comprensión de las cuencas hidro(bio)sociales como híbridos (parte natural y parte social) que son el producto de una multiplicidad de relaciones y procesos históricos y geográficos en los que lo social y lo natural se entrelazan de maneras perpetuamente cambiantes (Swyngedouw, 1999), requiere de abordajes integrales que trasciendan las nociones de cuenca hídrica y ciclo hidrológico. En este sentido, la gestión integral de las cuencas hidro(bio)sociales requiere, por un lado, del conocimiento de base y monitoreo periódico del estado de bosques, suelos, riberas, de variables hidrometeorológicas, calidad del agua y de la gestión que hacen del agua los distintos actores de la RHNG. Por otro lado, de la articulación con estrategias de Ordenamiento Ambiental Territorial Participativo de municipios y comunas, vinculadas con la regulación del uso, actividades e intervenciones en las proximidades de las riberas y nacientes en la RHNG y áreas de amortiguación, que promuevan modos de habitar hacia la sostenibilidad de la vida. Entendiendo que nuestros territorios están profundamente atravesados por prácticas asociadas al modelo de desarrollo-producción-consumo extractivista, que impacta negativamente en los ecosistemas y formas de vida de comunidades locales, afectando también el sistema climático global (Merlinsky, 2021; Svampa y Viale, 2020), considerar los modos de habitar en las comunas y municipios de la Rreserva resulta imperativo.Para llevar adelante el abordaje propuesto, se convocó a especialistas de distintas áreas que trabajan en dicho territorio y a instituciones, organizaciones y comunidades originarias del lugar, con el principal objetivo de propiciar un diálogo de saberes multisectorial, que integre los conocimientos técnicos de los profesionales del equipo y de otros profesionales vinculados con el territorio de la RHNG, con los saberes y prácticas de quienes habitan, producen, restauran y llevan adelante otras actividades en la Rreserva. Este abordaje permitió incorporar diversidad de percepciones, conectar conocimiento científico y situado y, de este modo, comprender de manera más acabada el funcionamiento de un sistema altamente complejo como lo es el territorio de la RHNG. Se avanzó así en una práctica transdisciplinar que incluyó también saberes ambientales (Leff, 2011, Giraldo y Toro, 2020), miradas, sentires y vivires de las comunidades y otras ontologías como las de las comunidades originarias. Hacia adentro del equipo técnico-científico, se conformaron diferentes áreas de trabajo que abordaron ejes específicos enfocados en las ciencias naturales, humanas y sociales, la gestión, los SIG (Sistemas de Información Geográfica), y un área transversal que tuvo como objetivo poner en diálogo, promoviendo el uso de un lenguaje común, lo generado por el resto de las áreas. El trabajo se llevó adelante mediante una organización colaborativa y horizontal, en un equipo mayoritariamente constituido por mujeres. Para esto se realizaron más de 10 talleres y reuniones de trabajo interno entre todas las áreas en un proceso de diálogo continuo y la elaboración de documentos colaborativos. La variada constitución del equipo técnico que realizó el PG (integrando geografía, geología, geomorfología, hidrología, biología, antropología, arqueología, ciencias políticas, abogacía, guardaparque, sistemas de información geográfica) amplió el espectro de subjetividades desde el cual cada disciplina suele analizar las problemáticas de estudio.Además, se realizaron encuestas y entrevistas a funcionarios del organismo a cargo del ANP y a agentes de conservación que se desempeñan en la Reserva, así como actores fundacionales de la RHNG y profesionales de diferente expertise. La comunidad participó del proceso a través de 3 talleres abiertos con el objetivo de identificar los Valores de Conservación, sus amenazas, y las problemáticas socioambientales vinculadas al agua, ubicando espacialmente en mapas base la información relevada. Estos espacios incluyeron a las infancias, quienes participaron de una actividad diseñada por un artista plástico. Entre los principales aportes de los habitantes que participaron activamente de los talleres realizados, se pueden remarcar el registro de diversidad de experiencias relacionadas con modos de habitar, sentir, vivir con la(s) naturaleza(s) en Punilla, vinculados con el Buen Vivir y la voluntad de proteger sus modos de vida en armonía con la naturaleza, la identificación de una multiplicidad de problemáticas socioambientales y el gran acervo de saberes ambientales territoriales vinculados a las mismas.En este contexto, los Valores de Conservación del PG, es decir, lo que se considera que se debe cuidar y reparar, se establecieron a partir de lo registrado en los talleres participativos, intentando incorporar las múltiples perspectivas e interpretaciones de la vinculación de las comunidades con el ambiente e incluyendo diversas cosmovisiones. Se utilizó como base la propuesta del IPBES (2022), que tiene como objetivo: ?brindar orientación para navegar por caminos que permitan conciliar una buena calidad de vida con la de la vida en la Tierra y promover las dimensiones económicas, sociales y ambientales entrelazadas del desarrollo sostenible de manera equilibrada? (p. 3), en articulación con los seis tipos generales de valores de conservación desarrolladas por la Red de Recursos de Altos Valores de Conservación (Brown et al., 2013). Tomando como base metodológica la clasificación de Valores específicos de IPBES, de un total de 613 menciones, el 41,4% se corresponde a valores relacionales (en muchas ocasiones intangibles e inconmensurables, vinculados a vivir ?en? y ?como? la naturaleza), el 33,9% a valores intrínsecos (independientes de los valores otorgados por las personas y asociados a vivir ?con? la naturaleza); y el 24,6% a valores instrumentales (vinculados a los beneficios proporcionados por el entorno a las personas, a la naturaleza como un medio para un fin, a menudo asociados con la noción de ?servicios ecosistémicos? y a vivir ?de? la naturaleza). Por su parte, para el relevamiento de problemáticas socioambientales se utilizó una metodología exploratoria, sobre la base de mapeos territoriales previos, talleres participativos, mapeos colaborativos online (MyMaps) y entrevistas y encuestas a responsables de comunas y municipios, de modo que se pudieron reconocer algunas problemáticas emergentes. Desde el territorio, y a partir de los talleres, se identificaron como causas transversales a todas las problemáticas listadas el extractivismo-neoextractivismo y la figura del ecocidio, el antropocentrismo y diferentes cosmovisiones en tensión. Entre las principales amenazas a la sostenibilidad socioambiental de la RHNG se identificó el crecimiento urbano acelerado y desregulado. Una de las particularidades de la RHNG es que en su territorio se ubican varios pueblos y ciudades de pequeño y mediano tamaño. Actualmente, las zonas urbanizadas ocupan el 2,51% (2108,7 ha) de la superficie total. Estas localidades presentan un acelerado crecimiento poblacional que, en algunos casos, ha alcanzado el 370% en los últimos 10 años. Este crecimiento exponencial responde en parte a movimientos migratorios internos conocidos como neo-ruralidades (Trimano, 2019), que están alentados por la búsqueda del buen vivir, asociado al disfrute de la calma, el paisaje y ambientes naturales conservados. Este crecimiento urbano acelerado y desregulado trae aparejada, a su vez, la pérdida de biodiversidad debido al desmonte de bosques nativos por el avance inmobiliario, la implantación de especies vegetales exóticas invasoras, la interrupción de corredores biológicos, la contaminación de las napas y aguas superficiales de ríos y arroyos con residuos líquidos (cloacales y otros efluentes domiciliarios), como también por residuos sólidos urbanos e industriales, la destrucción de riberas de los ríos por extracción ilegal de áridos, la disminución de la cantidad y calidad de agua disponible por el aumento de consumo y ciclos de crisis hídrica, la contaminación sonora, la contaminación lumínica que afecta el disfrute del paisaje estelar nocturno, el cercamiento y obstrucción de acceso público a espacios naturales de recreación, entre otros. En este contexto, y a partir de las necesidades y conocimientos relevados, surgieron en como principales estrategias para la gestión de la Reserva, 1-la creación de un mecanismo de Gobernanza Compartida para una gestión socioambiental integral y participativa del territorio, 2-la promoción y acompañamiento del Ordenamiento Ambiental Territorial Participativo (OATP) en los municipios y comunas que integran la RHNG, 3-la promoción entre los municipios y comunas integrantes de la RHNG de la identidad de ?Pueblos de Reserva? como una forma particular de planificación urbana y buen vivir que les permita poner de relieve el privilegio y la responsabilidad que les otorga la particularidad de habitar en un ANP, y, 4-la incorporación de un enfoque transversal intercultural, inclusivo y con perspectiva de género al Plan de Gestión de la RHNG. Existen numerosos estudios que dan cuenta de los aportes fundamentales que la transversalización de estos enfoques tienen en la generación y ejecución de estrategias para el cuidado y la conservación de la biodiversidad. En este sentido, Sasvari et al. (2010) mencionan que las perspectivas interculturales y de género resaltan aspectos decisivos de la conservación en los planos socio-político, económico y cultural, aumentan la eficiencia, garantizan la incorporación de conocimientos, destrezas y experiencias diversas, promueven la justicia social y ambiental y garantizan el cumplimiento de los derechos humanos.Entendemos, en acuerdo con Juliana Merçon y Gerardo Alatorre Frenk (2014), que la construcción de conocimiento transdisciplinar y el diálogo de saberes en territorios profundamente atravesados por diversas problemáticas y conflictos socioambientales ?sistematizan saberes y acciones que acompañan la escucha de dolores e inconformidades sociales?. En tal sentido, para la elaboración del Plan de Gestión de esta Reserva resultó fundamental promover espacios de participación ciudadana que permitieran identificar amenazas y conflictos dentro de un territorio hidro(bio)social altamente poblado, que orienten el compromiso comunitario en la resolución de problemas ambientales. La experiencia transdisciplinaria, que incluyó no sólo distintas disciplinas académicas, sino diferentes áreas de ejercicio profesional, y saberes ambientales territoriales afectivos, diversificó y nutrió las metodologías de trabajo de cada área y permitió reducir la distancia entre los ámbitos académicos, territoriales y de gestión pública. Al mismo tiempo, los conocimientos y prácticas desarrollados por los habitantes de la Reserva, que pueden resultar significativas como ?prácticas de cuidado ambiental?, fueron reconocidos y promovidos dentro de la pluralidad de valores (identificando a los valores relacionales como un elemento fundamental de la sostenibilidad y el buen vivir).