INVESTIGADORES
WECHSLER Diana Beatriz
libros
Título:
Los surrealistas. Insurrectos, iconoclastas y revolucionarios en Europa y América
Autor/es:
MARÍA TERESA CONSTANTÍN Y DIANA B. WECHSLER
Editorial:
Longseller
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2005 p. 198
ISSN:
987-550-577-3
Resumen:
La primera parte de este volumen -a cargo de M.T.Constantin- aborda el recorrido histórico de formación y consolidación europea del movimiento surrealista. En ese proceso se analiza su gestación - originada centralmente en el campo de la literatura-, las relaciones, los cruces y vínculos entre artistas claves como Guillaume Apollinaire, el propio André Bretón, Aragón o Robert Denos, entre otros. Las artes visuales, si bien aparecen en los primeros escritos como un aspecto menor serán un terreno central en la experimentación de los postulados fundamentales del movimiento: el automatismo, el azar, la fijación de los sueños. El surrealismo, surgido en el centro de las tensiones políticas de la 1ª mitad de siglo aparece, desde sus orígenes, intensamente comprometido con la. Este trabajo recorre las diferentes posiciones políticas del movimiento y su emergencia en la producción artística con las inevitables rupturas y alejamientos. La nueva crisis mundial, en los albores de la Segunda Guerra, la reacción de los artistas y su dispersión por el mundo permitirá el abordaje de la segunda parte. Así mismo se piensa al movimiento surreal como parte de un proceso ligado a una estructura de sentir contemporánea. Experiencias de viajes: migraciones, viajes estéticos de artistas de las periferias a los centros, circulación de imágenes y textos, tránsito de escritores, artistas y poetas son elementos constitutivos del derrotero del surrealismo en América, motivo de la segunda parte de este libro, a cargo de Diana B. Wechsler. Los exilios forman parte también de este tránsito del surrealismo europeo de Europa a América pero a su vez supone el encuentro con otra dimensión de lo surreal ya activa en este lado del mundo. El propósito de este ensayo es recuperar estos recorridos en donde vemos por ejemplo tempranamente (en 1926) a Antonio Berni compartir la mesa de café en París con André Bretón, Luis Aragón y otros colegas integrantes del naciente movimiento surrealista.