IIDYPCA   23948
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN DIVERSIDAD CULTURAL Y PROCESOS DE CAMBIO
Unidad Ejecutora - UE
libros
Título:
Patagonia: misiones, poder y territorio
Autor/es:
NICOLETTI MARIA ANDREA
Editorial:
Universidad Nacional de Quilmes
Referencias:
Lugar: Bernal; Año: 2020 p. 175
ISSN:
9789875586918
Resumen:
El libro ha sido dividido en cuatro capítulos apoyados en un corpus documental diverso proveniente de los archivos de las congregaciones salesianas y de instituciones estatales. En cada capítulo, se presentan los marcos teóricos y metodológicos que permitieron adentrarme en sus problemas, porque creo que el conjunto de fuentes es el que posibilitó encontrar el marco teórico adecuado y no a la inversa.El capítulo I parte del análisis de la violencia material y simbólica que provocó el genocidio indígena en el sur. El ingreso de los salesianos con el ejército es un tema controvertido que no hay que esquivar para comprender los planes misioneros, que se gestaron en la lejana Italia con la información científica y también fantasiosa sobre la Patagonia. Don Bosco pensó, planificó, conoció a través de textos y de sus propios misioneros el territorio, y también lo gestionó y administró. Desde este punto de partida, observaremos qué sucedió durante el violento ingreso del ejército y con la imposición de una nueva religión, pero fundamentalmente de una nueva cultura, en medio de la muerte, las deportaciones, las enfermedades y la pobreza provocada por el Estado a los pueblos originarios. He buscado esta explicación en dos espacios diferenciados que así continuaron en el análisis de cada capítulo, la Patagonia continental y la insular, que no solo fueron distinguidas a través de administraciones eclesiásticas, el vicariato para la primera y la prefectura apostólica para la segunda, sino que fueron el soporte a partir del cual se gestaron modelos misioneros, sociales, económicos, educativos y políticos diferentes. Desde estos escenarios, el telón de fondo elegido fue la idea de ?desierto? para la Patagonia continental y de ?fin del mundo?, ?la extinción y última ona?, para la Tierra del Fuego. Estos imaginarios me permitieron permear la historia y observar cómo perviven aún hoy en nuestros textos y también en la cotidianeidad de los que la padecen.Para comprender lo que significó la imposición de la religión católica a través de un sistemaestratégico de negociaciones en los que se jugaron tolerancias y resistencias, seleccioné dos problemáticas: las rogativas y el adoctrinamiento en lenguas originarias. El capítulo cierra con la decantación de esas controvertidas temáticas en textos posteriores de la misma congregación salesiana. Los textos internos de sus propios cronistas e historiadores nos devuelven denuncias y debates internos ricos, contradictorios y complejos. Los textos escolares, permiten observar cómo los educadores de la congregación produjeron la selección de sus contenidos ajustados a la propuesta de la Ley 1420 y a su propio protagonismo con fuentes directas de esa conflictiva etapa.El capítulo II continúa con las variables espaciales de ?desierto? y ?fin del mundo?, pero atravesadas por otra variable significativa: campos de poder. Esta última construye una Patagonia con ?espacios vacíos? por la que disputaron las distintas agencias estatales y religiosas. Estas se abren a través de diferentes escalas jurisdiccionales, sociales, educativas y económicas.Las disputas jurisdiccionales estuvieron claramente vinculadas a la posesión del territorio por parte de los estados argentino y chileno, de la iglesia nacional y de la congregación salesiana. El vicariato y la prefectura apostólica fueron la excusa para sostener controversias y negociaciones. A partir de estas disputas, a punto de perder sus propias jurisdicciones, los salesianos ganaron el territorio de misión.La fuerza legislativa del poder central se impuso con tres leyes que tocaron el poder secular de la Iglesia: la ley de registro civil, la ley de matrimonio y la ley de educación común. Estas ?leyes laicas?, llamadas así en un contexto de fuerte enfrentamiento anticlerical, tuvieron una profunda repercusión en la cotidianeidad social, pues estaban íntimamente ligadas a los ciclos de la vida de las personas. Dentro de este conjunto, he prestado especial atención a la educación. Bajo la Ley 1420 de educación común, la construcción de su campo escolar se transformó en una suerte de tablero de ajedrez en el territorio patagónico. Más allá de la territorialidad analicé las construcciones discursivas que buscaron educar ?argentinos católicos? más que ciudadanos patagónicos.La disputa por la riqueza del territorio es, si se quiere, el título con más profundidad temporal del capítulo, pues construye una estructura que se proyecta visible hasta la actualidad y apunta a un interesante juicio de valor escrito por Pedro en su prólogo de la Historia de la Patagonia: ?el grave problema de la Patagonia es el de un modelo de desarrollo al que no le importa que la gente se muera?, porque ?algunos pronto advirtieron el provecho de vivir de la Patagonia sin vivir en la Patagonia?.[4] Aquí me dedicaré a explicar algunos modelos económicos que surgieron desde la idea y la práctica misionera de la congregación salesiana. Aunque son gotas en un océano, pocos se concretaron y los que lo hicieron naufragaron, no dejaron de ser signos contramodélicos que supieron leer más allá de la explotación y el beneficio. La propuesta de distribución de la tierra y la crítica al latifundismo llevó a Domenico Milanesio a proponer al Estado minifundios agrícolas en forma de colonias mixtas, porque el objetivo evangelizador nunca dejó de ser prioritario. Fieles al carisma educativo, otros salesianos como Alessandro Stefenelli o Pietro Bonacina materializaron esas ideas en escuelas agrícolas que fueron pioneras en el campo educativo patagónico.Las reducciones fueguinas ameritaban un punto diferenciado, pues no solo se pensaron como sistemade evangelización eficaz para el cambio cultural y religioso, sino también como sistema económico de autoabastecimiento. Los graves problemas de este emprendimiento se vincularon sin duda con el empresariado fueguino, la connivencia con los estados nacionales argentino y chileno, y la violencia contra sus pueblos originarios.El capítulo III está dedicado a las representaciones espaciales mediante los actos de territorialización misioneros que produjeron mapas y esquemas territoriales. Para ello fue importante redimensionar el espacio en términos de larga duración. Para ello, he seleccionado un conjunto de mapas que me permitieran dar cuenta de una mirada vertical y otra horizontal de la Patagonia misionera. Las misiones desde Chile nos muestran la cordillera como un eje vertebrador; los mapas jesuitas proporcionaron una perspectiva espacial y temporal clave para comprender el viraje transversal y los circuitos misioneros a través de los ríos patagónicos.Sobre el conocimiento que pudo compilar Don Bosco para fundamentar su petición de territorio ad gentes a Propaganda fide, el mapa de Martín de Moussy le permitió materializar sus planes, sus proyectos misioneros y su conceptualización del territorio. Pero fue in situ, con los pies en la tierra y montados a caballo, que los misioneros configuraron el espacio, analizando también de forma diferenciada la Patagonia continental (vicariato apostólico) y Tierra del Fuego (prefectura apostólica). Esta visibilización y puesta al día a través de evaluaciones internas de la congregación permitieron, a partir de una crisis fundacional, observar de qué modo se pensó la reorganización de la Patagonia misionera salesiana.Finalmente, en el capítulo IV se retoman los períodos largos que, con una institución como la Iglesia católica, posibilitan una observación más completa acerca de las pervivencias y cambios. Un conjunto de manuales y reglamentos misioneros producidos por los salesianos ha sido otra de las vías que ayudaron al análisis de la territorialización misionera y la adaptación al nuevo espacio para el desarrollo de los planes y la obra evangelizadora y educativa de la congregación. Asimismo, fue útil para completar y volver al último punto del capítulo anterior con el balance y la reorganización de las misiones. Cerramos este capítulo incorporando partes de una investigación interdisciplinaria realizada junto con la lingüista Marisa Malvestitti sobre textos para la evangelización, siguiendo la misma dinámica espacial. Vocabularios, catecismos, artes y gramáticas, confesionarios y otros tantos registros culturales fueron la puerta de entrada a la riqueza de la novedosa lingüística misionera, que me ha permitido rescatar el trabajo de salesianos e Hijas de María Auxiliadora y la expresión de un pueblo que a pesar del genocidio resistió y sigue luchando.