INVESTIGADORES
MIOTTI Laura Lucia
libros
Título:
Biografías de paisajes y seres: una visión sudamericana”.
Autor/es:
HERMO DARÍO; MIOTTI LAURA
Editorial:
Encuentros
Referencias:
Lugar: Córdoba, Argentina; Año: 2011 p. 153
ISSN:
978-987-1432-73-8
Resumen:
Apuntes para biografías de paisajes y seres: una visión sudamericana. El leit motiv del presente simposio, las biografías de paisajes y seres, tiene su origen en la idea de biografías, según lo han planteado Chris Gosden e Ivonne Marshall (1999).  El sentido con el que utilizamos el concepto de biografía es el de una metáfora que implica un diálogo entre seres y objetos.  Los objetos, como la gente, acumulan tiempo, movimiento y cambio; por lo tanto están en constante transformación y estas transformaciones de personas y objetos son las que podemos utilizar para relacionar unos con otros. Por otra parte las características de multivocalidad y multisignificación de los objetos y los paisajes promueve el dinamismo de los mismos en los distintos contextos sociales e históricos. Así hasta las mismas plantas pueden tener unas historias muy ramificadas en tanto y en cuanto  ingresan a un contexto social diferente de su “lugar de origen” y es ubicada por las personas de esa “nueva” sociedad en diferentes lugares de vida.  Un caso paradigmático (sensu Rappaport 1989) es el de las palmeras hacia la década de 1890. ¿Qué sucede cuando Occidente, el movimiento modernista (orientalismo, art noveau, etc.) ingresa los primeros ejemplares de palmeras “exóticas de los oasis orientales en Europa occidental? Las palmeras aparecen por primera vez en los lobby de los grandes hoteles internacionales de Montecarlo, Rimini, etc. Pasados tan sólo 10 años de lograr exitosamente cultivar las palmeras “con fines decorativos de alta gama” las palmeras comienzan a colonizar las grandes avenidas de las principales ciudades mediterráneas y turísticas y pasan a principios del 900 a formar las elegantes entradas de las Estancias argentinas y uruguayas. Así podríamos ir década por década hasta llegar a la actualidad y encontrarnos en el año 2000 con las palmeras de chapa que “decorativamente” fueron levantadas como esculturas de playas tropicales, en las gravas de Rada Tilly. En la actualidad, a escasos años de haber sido erigidas, los vientos patagónicos las tiraron abajo y fueron sacadas del lugar –por lo peligroso de las chapas- ¿Qué pretendemos comunicar con este ejemplo? La diferencia de marcos teóricos con las que podemos considerar a los mismos objetos, en este sentido El desafío al que queremos aportar desde lo teórico en este simposio es: ¿cómo utilizar estas metáforas sin caer en la fenomenología utilizada por la escuela histórico-cultural, cuya normativa es que la forma de los objetos pautan el comportamiento humano, lo que genera un salto al vacío entre ellos y lo que se dice de ellos?  Por otro lado, ¿cómo comprender los cambios en la vida útil y más allá de ella, de los objetos, sin restringir nuestras interpretaciones a lo funcional, sin privar de su rol activo y de dinamismo a los objetos?  Lo que se quiere incluir al discurso son las formas de interacción social, en las que los objetos reciben y brindan sentidos, están inmersos en los diálogos, resignificándose y resignificando actividades y relaciones, tanto entre objetos como entre seres y entre unos y otros. Aquí es donde comenzamos a adaptar las ideas de aquellos autores, incluyendo a los paisajes como susceptibles de ser interpretados mediante de biografías, ya que en primer instancia conforman el escenario físico en el que se desarrollan las biografías individuales y las colectivas, son el sustrato en el que se mueven los sentidos de los objetos. Pero el Paisaje, a partir de los diferentes enfoques que conforman la Arqueología del Paisaje, es además un paisaje pensado, apropiado no sólo en términos de recursos, sino también mediante símbolos.  De esta manera, deja de ser el simple cúmulo de recursos, forma bajo la que opera en la visión del mundo moderno, occidental, capitalista; visión reproducida por las arqueologías procesuales y evolutivas, añadiéndole riesgos e incertidumbres.  Las biografías de los paisajes, entonces, son una metáfora con la que enlazamos las interpretaciones de objetos (que en esta caso incluirían elementos del paisaje: cerros, ríos, valles, cuevas, etc), en una escala que se acerca en mayor medida a la de la vida humana.  Las biografías de los paisajes nos permiten articular nuestras interpretaciones  convirtiendo los espacios en lugares, los cerros en moradas de dioses o en ellos, los animales y plantas en antepasados; afiliando grupos de personas a determinados rasgos topográficos o seres vivos, eligiendo de dónde se toma agua, de dónde se pueden extraer ramas o cañas para confeccionar astiles, de dónde seleccionar rocas con brillos y colores que nutran de poder (eficacia) a sus artefactos.  Copiando, en términos de Levy-Strauss la estructura de la naturaleza, la composición natural de esos paisajes, para estructurar las sociedades y reestructurar la naturaleza.