CIECS   20730
CENTRO DE INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS SOBRE CULTURA Y SOCIEDAD
Unidad Ejecutora - UE
libros
Título:
Estudios de la Historia de Córdoba en el siglo XX
Autor/es:
ANA SOFÍA MAIZÓN; MARÍA CRISTINA BOXADÓS
Editorial:
Ferreyra
Referencias:
Lugar: Córdoba Capital; Año: 2010 p. 205
ISSN:
9789871742042
Resumen:
La siguiente compilación de artículos
sobre historia de Córdoba es el resultado material del evento que llamamos Primeras Jornadas Nacionales de Historia de
Córdoba, realizadas en mayo de 2009, y que tras una tarea de larga
preparación hoy podemos dar a publicar. El evento reunió por primera vez dentro
del ámbito del Centro de Investigaciones de la Facultad de Filosofía y
Humanidades (CIFFyH) un número considerable de exponentes del medio local y
provincial, lo que incentivó a brindar a la comunidad en general una
compilación sobre estas temáticas. Ello implicó un desafío en tanto debían
entrelazarse abordajes, perspectivas, metodologías y hasta periodos muy
diferentes.
Como organizadoras de estas jornadas
presentamos uno de los dos tomos que reúnen las ponencias seleccionadas por los
coordinadores de las mesas temáticas que constituyeron el evento, las que
fueron sometidas a evaluación externa y con correcciones posteriores. Es por
eso que en estas páginas el lector encontrará un extenso marco temporario y un amplio
abanico de perspectivas, siempre con eje en la historia de la provincia de Córdoba.
Los siete trabajos que aquí
introducimos integran la historia local entrelazando los avatares de la
historia regional con las decisiones de la nación, dejando así por sentado los
vaivenes de este tejido de relaciones supeditados a una historia más amplia.
Los primeros tres artículos tienen
estrechos puntos de contacto entre si, y responden en gran parte a los
intereses de los estudios culturales en tanto abordan formas de representar
la ciudad de Córdoba en el giro de los siglos XIX y XX. En este sentido sus
fuentes de análisis se constituyen en una innovadora propuesta para abordar
miradas locales y foráneas de representación, además de indagar sobre las
modalidades y modos de dirigir la mirada y difundir un imaginario de ciudad.
El primer trabajo
titulado Sorprendida en su regazo:
Imágenes y palabras que construyeron la ciudad. Algunas representaciones de
Córdoba hacia finales del siglo XIX y principios del XX de Tomas Bondone
articula pintura y prosa para mostrar cómo se miraba y se escribía la ciudad.
Su trabajo recorre la paleta de dos pintores de diferentes escuelas, una
proveniente del vedutismo, Honorio Mossi,
y la otra de la escuela costumbrista, la de Carlos Camilloni. Siendo ambos
italianos y radicados en Córdoba puntualizan distintos momentos e idiosincrasias.
Honorio Mossi realiza
una representación cuasi cartográfica de la ciudad de Córdoba en 1895,
desplegando la ciudad entera, su progreso, higiene y movimiento, precisamente
desde las barrancas que todavía limitaban la urbe. Bondone articula esta imagen de la ciudad con
las palabras de Eduardo Schiaffino, quien describía una ciudad todavía sentida
y vivida entre la tradición y el progreso.
La segunda pintura
analizada es la de Carlos Camilloni inscripta, según Bondone, dentro de la
remembranza nostalgiosa de una ciudad quieta y dormida con fondo de campanas
llamando a misa. Esta pintura, salvando la diferencia temporal, es contextualizada
con la letra de Juan José Vélez, publicada en distintos medios de prensa en
1928 reconociendo en sus escritos la reflexión sobre la pérdida de tradiciones de
la sociedad cordobesa.
Los innumerables detalles de la pintura de Mossi se reiteran en las
estampas colgadas en los álbumes realizados con motivo de conmemorarse el
centenario en 1910. Encuadres, ángulos y
perspectivas diferentes fueron insertos en las páginas ilustradas de los
costosos trabajos editoriales que se imprimieron y editaron desde Buenos Aires.
El artículo de M. Cristina Boixadós titulado Las imágenes de Córdoba publicadas en los álbumes del Centenario reflexiona
sobre la circulación y divulgación de las imágenes fotográficas, impresas en
este tipo de publicaciones que pretenden ser, junto con otras herramientas,
constituyentes de la nacionalidad e identidad.
En ese marco la autora se pregunta sobre
cuáles fueron los fragmentos visuales que condensaron y sintetizaron la ciudad de
Córdoba. La selección de imágenes, no contemporáneas a la realización de las álbumes,
provino desde Buenos Aires ya que allí estaban
radicadas las principales casas editoriales, las que mediadas por parámetros
visuales de la gran metrópoli, devenida ahora en cambio y destrucción,
quisieron representar a la Docta como el lugar emblemático de la tradición y
la quietud, recortando cúpulas, barrancas, vegetación autóctona, sierras y
corrientes de agua. Sin embargo, esta imagen no pudo eludir y dejar de
superponer la modernización representada en puentes de hierro, ferroviarios o
no, y en las tantas fotos del Dique San Roque.
El trabajo de Mariana Eguía titulado Productores
de las primeras tarjetas postales de Córdoba se detiene a analizar los actores de la industria de la tarjeta
postal. Cientos de motivos, no muy ajenos a la pintura de Mossi, se estamparon en el frente y / o dorso de la
tarjeta postal siendo ésta una popular forma de comunicar afectos, noticias y
recuerdos de viaje a inicios del siglo XX. El artículo es un nuevo aporte al ámbito
de la circulación de imágenes ya que distingue y diferencia sus tres
protagonistas: el fotógrafo, el editor y el imprentero y se adentra a
reconstruir la divulgación de las imágenes fotográficas en un medio que todavía,
y casi nunca, identificó al artífice de la cámara. El trabajo de M. Eguía se
sustenta en un minucioso relevamiento y comparación de imágenes que, en muchos
casos, trascendieron el ámbito nacional en tanto la tarjeta postal se imponía como modalidad de
comunicación y de coleccionismo. Así la autora distingue tres períodos en la
producción de esta determinada forma de puntualizar y vender la ciudad de
Córdoba: el primero está marcado por la presencia de editoriales europeas, el
segundo por casas editoriales asentadas en la Capital Federal y un tercero,
con una editorial en el medio local. Eguía puntualiza que todos estos momentos están
atravesados por miradas locales, aunque no excluyentes, ya que se distinguen en
muchos casos la mirada de uno o más fotógrafos, de esa manera también nos acerca
algunas reflexiones sobre cuáles fueron los motivos seleccionados y puntos de
vistas en cada uno de esos momentos.
Los siguientes tres trabajos se
acercan a la historia social y política de la Córdoba de principios del
siglo XX matizando aquellas teorizaciones que vinculan el nacimiento de la
participación/opinión con el régimen de democracia ampliada sin tener en cuenta
que la sociedad aprovechaba ciertos espacios de fuga dentro del mismo régimen
político conservador. Así es posible observar el desenvolvimiento de la sociedad
y la política entre distintas maneras de participación tales como el petitorio
vecinal, el juego electoral y la actividad de organizaciones estudiantiles y
obreras.
Si bien existe cierto saber institucionalizado de marcar la
Ley Sáenz Peña como el fin abrupto de las
prácticas propias del régimen conservador, es decir que con ella hubo un antes
y un después, algunos estudios han tenido como objetivo observar esta distancia
que existe entre teoría y práctica marcando que existió tras 1912 una
continuidad en ciertas prácticas que no eran exclusividad de los conservadores
sino que eran la forma de hacer y entender la política. Ese rasgo de hibridez
es una característica en la cual coinciden distintos autores a la hora de describir
los sistemas políticos latinoamericanos decimonónicos que debieron incorporar
principios modernos básicos en comunidades portadoras de un horizonte cultural
propio de antiguo régimen.
Es el artículo de Javier Moyano titulado Los recursos en la lucha política. Manipulación electoral y conquista
de la opinión ciudadana. Córdoba entre 1912 y 1930, el que nos explica la connivencia en la política de Córdoba
entre las reformas introducidas por la Ley Sáenz
Peña y ciertos juegos más pertenecientes a una política facciosa. Así el autor
analiza los recursos que permitían conquistar, preservar y ejercer el poder en
Córdoba durante la etapa transcurrida entre 1912 y 1930 tales como el fraude,
la violencia, el clientelismo y el manejo de la opinión pública. Su principal
objetivo es describir el conjunto de condiciones que contribuían a definir qué
recursos predominaban en cada momento pudiendo alterar el modo de acceder a
ellos.
Moyano describe aquellas variables más
dependientes del tipo de régimen político tales como la articulación de redes
personales y los niveles de aceptación ciudadana, junto a otros recursos de
larga data propios del régimen oligárquico tales como el fraude y la violencia.
Por otro lado, el nivel de acuerdo entre los gobernantes y la movilización
opositora son descriptos como variables independientes del tipo de régimen
político y el grado de garantía ofrecido por el mismo.
De esta manera, el autor mediante la
explicación de las prácticas que permitían alcanzar el poder político puede observar
las transformaciones que se produjeron a partir de la reforma electoral de 1912
marcando la continuidad / ruptura entre el régimen oligárquico anterior y el
devenido régimen de democracia ampliada.
También el trabajo de Gardenia Vidal es un claro ejemplo de la
importancia de los estudios locales que someten al juego provincial las
teorizaciones de la historia nacional. La autora en su articulo Algunos aportes sobre
la organización del espacio público libre pensador en Córdoba, 1917-1918, analiza
la conformación de ideas, sociabilidad y participación asociativa que surgía frente
a la cultura política hegemónica consagrada con el conservadurismo cordobés.
Recorre a través del discurso periodístico de La Voz del Interior el accionar de algunas
asociaciones que significaron para la autora el telón de fondo de la Reforma Universitaria
de 1918.
Vidal analiza cómo a partir de las asociaciones
que llegaron a los barrios conformando bibliotecas y organizando reuniones
recreativas y culturales, las agrupaciones estudiantiles que posibilitaron la participación
a otros miembros no calificados de la elite, o bien a través de asociaciones
políticas embanderadas con posiciones mas definidas con respecto a la política
internacional o políticas impositivas se fueron desplegando ideas, palabras y
formas de participación que irrumpieron en la cultura política.
De esta manera, entender la Reforma como parte de un
proceso de acumulación de energías que venían de las fuerzas de libre
pensamiento y que se oponían al clericalismo hegemónico de Córdoba es el
objetivo del artículo de Gardenia Vidal.
Por otro lado el artículo de Ana Sofía Maizón titulado De reclamos y elecciones: formas de
participación en el municipio de la ciudad de Córdoba entre 1895-1909 deja
en evidencia que no es necesario esperar la Ley de 1912 para ver fuerzas que explotan con sed
de participación en tanto ya desde fines del siglo XIX vemos que se iban
gestando canales de comunicación entre el municipio y los vecinos a través de
la presentación de petitorios barriales que buscaban mejoras para las
comunidades locales. Es decir la necesidad de participación de las bases en los designios de
la política no debe ser mirada como exclusividad del movimiento impulsado por la Ley Sáenz
Peña.
Un municipio que desde la ley era
definido con una naturaleza administrativa y que por lo cual era privilegio de
los hombres más capaces en negocios y saberes debió enfrentarse a una ciudad en
expansión que legitimaba sus reclamos en la contribución monetaria que realizaba
al gobierno comunal. En el marco de renovación del concepto de ciudadanía, la
autora analiza estos petitorios provenientes de los barrios a manera de gimnasia política en tanto los vecinos deben
saber argumentar para conseguir mejoras para sus barrios mientras que los
concejales deben saber administrar esos reclamos.
Dentro de objetivos más generales,
la autora deja planteada una dicotomía en tanto el municipio de la ciudad se
reservaba para la élite mientras nuevas fuerzas crecían en las comunidades
barriales tales como el fomentismo y el asociacionismo, organizaciones con sed
de participación y acción.
Evitando hacer traspolaciones históricas
y generalizaciones, el artículo de Leticia Medina titulado Movimientos
sociales, Ongs y Estado. La unión de organizaciones de base, de la concertación
a la desmovilización también
analiza estos tipos de diálogos existentes
entre el Estado y distintos actores que desde fuera de la política generan
propuestas de cambio. Estos actores, las ONGs, reiterando sus palabras se constituyeron como actores
legitimados para intervenir en la llamada cuestión social. Según la
autora hacia la década de los noventa es visible esta naturalización de las ONGs
como actores legítimos para participar en la cuestión social convirtiéndose así
en nexos entre el Estado y los movimientos sociales y la ciudadanía en general.
Medina perfila en una breve síntesis
el nacimiento de estas organizaciones en un clima de crecimiento de la pobreza,
desmantelamiento del mundo del trabajo, acercamiento entre Estado y sindicatos,
acompañado por organismos internacionales
de crédito.
Las ONGs se constituyen en los años neoliberales del menemismo
según la autora, como un tercer sector y actor entre el estado y la ciudadanía,
con fuertes implicancias en la designación de recursos y en el diseño de
políticas sociales. Su análisis particularmente hace foco en el desarrollo y
accionar de la Mesa
de Concertaciones de Políticas Sociales como espacio
de planificación y ejecución de políticas sociales y en la Unión de Organizaciones de
Base por los Derechos Sociales que nucleo algunas organizaciones barriales y
villeras en la década de los ´90 en Córdoba. El accionar y la comunicación
entre ambas devino en los primeros años de la década acompañando el gobierno de
Angeloz, momento en que Córdoba fue asemejada a una isla. Luego de señalar el surgimiento de
ambos organismos hace hincapié en la trayectoria de sus actores y protagonistas
para entender su lógica, su peso político y social y finalmente sus límites,
análisis que lo construye en base a una serie de entrevistas realizadas a
referentes claves de las organizaciones.
Siguiendo en este marco de procesos de reformas del Estado que se
sucedieron hacia los noventa, conocido más comúnmente bajo el concepto de
neoliberalismo, y cuyo protagonismo nacional le cabe a la figura del presidente
Carlos Saúl Menem, se incluye el articulo de Gabriel Carini Los discursos del agro riocuartense de cara
al neoliberalismo (1989- 1999). Allí se recorren y reconstruyen diez años
de nuestra historia nacional desde la perspectiva de los cambios implementados
en el agro por la nueva situación internacional y nacional, a partir de una
fuente única pero exquisitamente abarcadora de los fenómenos sociales,
políticos y económicos de nuestra historia: los discursos pronunciados en las
exposiciones rurales de la Sociedad Rural de Río Cuarto.
Su punto de partida es analizar el reordenamiento de la economía
del agro, actividad predominante en la Argentina desde su inserción al sistema económico
mundial, como consecuencia de los procesos traumáticos de readaptación a las
economías centrales. Como señala el autor ya no se le pedía que produzca para luego comercializar, sino que a
partir de los noventa debió ubicar y crear el mercado para luego producir
bienes destinados al mismo, como así también transformar esa producción
primaria en industrial. En definitiva, se le solicitó que se adapte con mayor
rapidez y flexibilidad a los cambios en el mercado, y por ende, a espacios más
amplios y diversos de competitividad.
¿Cómo reaccionaron las asociaciones
agrarias ante estas exigencias de mayor competitividad? Gabriel Carini distingue tres momentos, en el corto
lapso de su estudio, de reacomodo y aceptación a las nuevas coyunturas, donde
contextualiza e inscribe situaciones y palabras de nuestro pasado e imaginario reciente.