INVESTIGADORES
REINOSO Guadalupe
congresos y reuniones científicas
Título:
Argumentos persuasivos Observaciones sobre Deep Disagreements
Autor/es:
REINOSO, GUADALUPE
Lugar:
Tucumán
Reunión:
Conferencia; Ciclo de conferencias ; 2021
Institución organizadora:
Instituto de Estudios Antropológicos y Filosofía de la Religión. UNT
Resumen:
En 1985 Robert Fogelin publicó un breve artículo , en el que establece la preocupación por el lugar que ocupa la argumentación cuando surgen discrepancias extremas que parecen no tener resolución. Inspirado en una serie de parágrafos de Sobre la Certeza (§243, 341, 342, 344) establece primero las condiciones para entendido como el intercambio de razones de peso o razones apropiadas [§243 zwingende Gründe/compelling grounds]. Concluye que este intercambio sólo puede darse cuando se comparte un trasfondo o contexto de creencias y preferencias ampliamente compartidas y un acuerdo en los procedimientos de resolución de discrepancias. A diferencia de los contextos normales de intercambio argumentativo, a veces nos topados con contextos anormales en los que el intercambio argumentativo se torna imposible. La imposibilidad de la argumentación se debe a que no contamos con un trasfondo previo y compartido de creencias, preferencias y de procedimientos de resolución de discrepancias. Fogelin llama a estos casos Deep Disagreements (desacuerdos profundos) y los describe como desacuerdos que no tienen posibilidad de resolución racional. Una vez más recurre a Wittgenstein (§608-612) para concluir en que es la persuasión, entendida como técnicas no argumentativas y no racionales, la única vía para combatir [bekämpfen] los desacuerdos profundos. En la presente exposición quisiera revisar críticamente dos supuestos latentes que operan en la noción de desacuerdos profundos planteada por Fogelin: el primer supuesto a revisar es, desde algunas observaciones del propio Wittgenstein, la idea de que la práctica argumentativa sólo se restringe a ofrecer razones de peso. Propongo una visión gradual y plural de la argumentación que incluye la posibilidad de estrategias argumentativas persuasivas combinadas. El segundo supuesto a revisar es que los desacuerdos profundos deben ser combatidos. Hay desacuerdos profundos que nos ofrecen la oportunidad de entender mejor nuestra propia posición, esclarecer debilidades y prejuicio propios y ajenos, conocer otros sistemas de creencias o culturas, que pueden permitirnos, por contraste, la revisión parcial de nuestro punto de vista inicial. Rescatar esta función propedéutica de los desacuerdos profundos sólo es posible si no los reducimos a un choque combativo y entendemos a nuestras prácticas argumentativas de un modo enriquecido.