BECAS
ARIAS MarÍa Florencia
congresos y reuniones científicas
Título:
Materialidades circulando y saberes dialogando. El desafío del manejo de colecciones en un museo comunitario
Autor/es:
MARINA SOLEDAD VEGA ; MARÍA FLORENCIA ARIAS; AGUSTINA HAEDO
Reunión:
Jornada; South American Archaeology Meeting at Exeter (SAAME) 2020 - Archaeology in South America: dialogues across disciplines, territories, and imaginations Dialogues across disciplines, territories, and imaginations; 2020
Institución organizadora:
Department of Achaeology of the University of Exeter
Resumen:
En esta oportunidad compartimos un trabajo que nos interpela desde nuestra práctica como equipo técnico-académico que colabora en un museo en un valle alto en el oeste catamarqueño, en vinculación a la conformación, gestión, conservación y manejo de colecciones.El equipo interdisciplinario empezó sus investigaciones en el valle de El Bolsón (Belén, Catamarca, Argentina) en el año 1992 con una mirada arqueológica sobre la agricultura prehispánica. Posteriormente, se fue conformando en un programa/equipo de investigación que aborda la construcción de paisajes indígenas-campesinos e historia ambiental en la larga duración, incorporándose profesionales y estudiantes de disciplinas como la biología, geología, historia, antropología, la comunicación social y la museología de diferentes universidades (UNT, UNCa, UNJu, UNC y UBA). El trabajo de campo implicó una recurrencia de viajes y estadías en el valle, durante los cuales el equipo fue estableciendo vínculos y diálogos con los pobladores de las distintas localidades de El Bolsón. Es desde y en ese co-habitar, que se fueron pensando y llevando a cabo diversas actividades con la comunidad local. Parte de la historia del Museo Rural Comunitario del valle de El Bolsón (MRC en adelante), tiene que ver con este proceso, en el que estuvo presente nuestro interés y necesidad en poner en diálogo los resultados de nuestras investigaciones y realizar la devolución de los materiales arqueológicos a la provincia. El MRC es un lugar de encuentros y aprendizajes, un centro cultural donde se realizan diferentes proyectos y actividades, es atendido por ?gestores culturales locales? y su muestra es el resultado de un proceso participativo de la comunidad. La ?colección? que alberga esta institución se conforma principalmente por objetos donados por lxsvecinxs del valle. Nos venimos cuestionando ¿cómo trabajar con los repositorios de objetos, considerados ?el patrimonio? de ese museo y aquellos materiales recuperados en las intervenciones arqueológicas (bajo regulación de leyes patrimoniales)? Es necesario realizar un trabajo de investigación y reflexión con lxs participantes locales acerca de los conocimientos y metodologías museológicas y poder observar lo que sus propias prácticas indicarían sobre cómo proteger/registrar/conservar sus bienes culturales.Como resultado de las intervenciones arqueológicas realizadas durante los últimos 28 años, se han recuperado materiales arqueológicos en contextos de excavaciones, con el objetivo de conocer más sobre las formas de vida pasadas de los habitantes del valle y el contexto paleoambiental en el que se desarrollaban. Desde el inicio de la excavación se plantea que, una vez sistematizados y trabajados, los materiales vuelvan al MRC. La complejidad de este proceso de devolución de materiales radica en la necesidad de articular por un lado las propuestas normativas de los entes que regulan el tránsito del patrimonio, basados en una serie de conocimientos académicamente validados y, por el otro, los saberes locales de quienes trabajan y conviven con y en el MRC. Su estudio tiende a ser lento, complejo y generalmente implica su división en conjuntos definidos por tipo de material y/o por su contexto de procedencia, para facilitar el trabajo de lxs especialistas. La colección de restos arqueofaunísticos del valle es uno de estos casos, siendo trabajados en el Laboratorio de Zooarqueología y Tafonomía de Zonas Áridas (LaZTA, IDACOR, UNC-CONICET). Este registro se compone de diversas materialidades y no todas son analizadas por los mismos profesionales, haciendo necesario subidividir la colección. En este contexto es muy importante tanto mantener la información de proveniencia espacial y temporal asociada a los materiales, como registrar su ubicación actual. Para ello, se replica la etiqueta de origen en cada bolsa de materiales separados y se registra en un inventario general a qué especialista se derivó. El objetivo es que sea posible reconstruir la trayectoria de cada conjunto durante su estudio, aspecto que también facilitará reunirlos para su devolución. Con respecto al primer punto, la normativa legal sobre la protección del patrimonio arqueológico y paleontológico a nivel nacional se dispone de la Ley N° 25.743 y el Registro Nacional de Yacimientos, Colecciones y Objetos Arqueológicos (RENYCOA) y de Infractores y Reincidentes (Resolución 11/34/2003); así como la ley de preservación de los vestigios y/o restos yacimientos arqueológicos y antropológicos en la provincia de Catamarca, Ley N° 4.218 (anterior a la ley nacional). En los decretos reglamentarios de dichas normativas se establecen como organismos de aplicación al Instituto Nacional de Pensamiento Latinoamericano a nivel nacional y a la Dirección Provincial de Antropología (DPA) en Catamarca. Los permisos para las intervenciones en el territorio y la posterior tenencia provisoria de los materiales en estudio son gestionados ante la DPA, que también solicita el permiso de los propietarios y/o comunidades indígenas del área. La legislación indica que la devolución es la Provincia, pero si no existe un museo local, sin duda los mismos serán centralizados en la capital provincial, donde además no serán valorados del mismo modo que en la comunidad local y sigue siendo una herramienta de despojo del estado por sobre las comunidades. En marco de estas regulaciones, nuestro equipo ha tenido que realizar la devolución de algunos materiales arqueológicos a la DPA (a más de 400 km de distancia del valle) y solicitar nuevos permisos de tenencia para continuar con los análisis de los mismo.A raíz de ello se plantea trabajar en conjunto con lxsgestorxs culturales del MRC y vecinxs del valle para poder gestionar ante la DPA el traslado de dichos materiales a su territorio; además de socializar los resultados de las investigaciones y poner en diálogos los diferentes saberes (académicos y locales). Para ello es necesario, por un lado, poder cumplir con ciertos requisitos/recomendaciones acerca de las condiciones para su custodia, resguardo y conservación y por otro plantear espacios de encuentros diálogo/reflexiones e intercambios de miradas para pensar y construir de manera participativa y colaborativa este espacio de reserva patrimonial. En el relevamiento realizado de los espacios del MRC y en el diálogo con lxs gestores culturales y con diferentes investigadorxs del equipo, surgió la necesidad de proyectar y re-diseñar el edificio para poder, por un lado atender a las necesidades del área de reserva patrimonial y reacondicionarla y por otro armar un laboratorio laboratorio de campo, que nos permita trasladar a nuestros institutos de trabajo la menor cantidad de materiales posibles. Pero también resulta fundamental trabajar en talleres sobre el tratamiento de algunos restos humanos que fueron recuperados en marco de rescates arqueológicos o que pobladores acercaron al equipo por haberlos encontrados durante sus trabajos y que tienen que volver al valle.Debemos diseñar en conjunto entonces, la gestión para el retorno de dichos materiales a su territorio y de qué manera serán alojados en el MRC. En este camino venimos trabajando de manera colaborativa desde la muestra participativa, el registro y catalogación de los objetos donados (incorporando la historia de vida de los objetos con trabajos de historia oral), los programas de radio, las actividades en la biblioteca y otros proyectos, como el más reciente de la ?Yuyería?Es importante tener en cuenta que esta ?colección?, conformada (y que se puede actualizar) en marco de las investigaciones arqueológicas y ?amparadas? (normadas) bajo las leyes patrimoniales, cuenta con una diversidad de materialidades y que no necesariamente todas son museables (en cuanto a su exhibición) y que algunos podrían resultar más ?sensibles? en cuanto a su tratamiento. Se debe acondicionar el espacio para su resguardo y pensar, en este diálogo de saberes, su posible incorporación a las salas expositoras u otro destino/resguardo que decida la población local.