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Las biopelículas son estructuras formadas con bacterias inmersas en una matriz extracelular que generalmente consiste en polímeros y proteínas. Desde la física de la materia blanda se pueden distinguir dos componentes dentro de estas estructuras: las bacterias análogas a coloides, y la matriz extracelular representada por un gel de polímero reticulado. Para que una biopelícula se desarrolle, debe haber un contacto inicial entre la bacteria y la superficie/interface que favorezca la adhesión. Estas superficies, sean artificiales o naturales, pueden presentar heterogeneidades o rugosidades cuyo tamaño puede presentar un rango muy amplio.Debido a la importancia de la interacción local entre los microorganismos y las superficies, la rugosidad puede ser un elemento importante en proceso de unión microbio-superficie. A su vez, estas interacciones pueden ocurrir bajo flujo, y regiones con alta velocidad de corte hidrodinámico puede inducir una fuerte reorientación de bacterias hacia la superficie y por lo tanto promover dicha unión. Dada la presencia de flujo en el medio ambiente, es muy importante comprenderla combinación, hasta ahora inexplorada, de flujo y topografía de una superficie. El entendimiento de estos procesos puede ser utilizado para controlar de manera óptima la adhesión celular en la superficie y diseñar nuevos procesos que ayuden a disminuir las interacciones microorganismos/superficie.En este trabajo trata de caracterizar el potencial de adhesión bajo flujo en las superficies onduladas. Los experimentos se llevaron a cabo haciendo fluir una suspensión diluida de Escherichia coli en un microcanal con paredes laterales de forma ondulada tanto con longitud de onda constante como con un corrugado aleatorio. Estos resultados ponen de manifiesto la relación íntima entre los procesos biológicos a pequeña escala y el transporte de bacterias cerca de una superficie.

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