INVESTIGADORES
CIARLO Nicolas Carlos
congresos y reuniones científicas
Título:
Rosas y el desierto. Primeros resultados de la investigación arqueológica del Fuerte Cruz de Guerra, Provincia de Buenos Aires (1828-1859)
Autor/es:
MONTANARI, EMANUEL; CIARLO, NICOLÁS C.; COLL, LUIS; FACUNDO GÓMEZ ROMERO
Lugar:
Mendoza
Reunión:
Congreso; VI Congreso Nacional de Arqueología Histórica; 2015
Institución organizadora:
Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo
Resumen:
En esta presentación exponemos los primeros resultados obtenidos en la investigación histórico-arqueológica del fuerte Cruz de Guerra, que está dedicada al estudio de las características edilicias y la dinámica social allí acaecida. Este asentamiento militar se construyó en 1828 al sur de la laguna homónima, en el actual partido de 25 de Mayo (Provincia de Buenos Aires). Fue diseñado por el ingeniero Narciso Parchappe, cumpliendo las órdenes del entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Don Juan Manuel de Rosas. Estaba ubicado a la vera del camino a Salinas Grandes, por lo que era un punto estratégico para controlar esta ruta y así poder bloquear el tráfico comercial de los grupos indígenas que se dirigían hacia Chile. En función de la información bibliográfica y los documentos consultados, el diseño del fuerte consistía en un recinto de aproximadamente 300 m de lado, con cuatro baluartes en los que se emplazaban cañones de hierro de 8 libras. El cuadrado estaba rodeado por un foso y un contrafoso. Además de estas estructuras, se construyeron galpones destinados a la guarnición, almacenes, potreros zanjeados y una casa para los colonos. Posteriormente, se levantó un cuartel, el polvorín, la pulpería y varios corrales. Fue ocupado desde 1828 hasta 1859, año en que una partida de indígenas quemaron las ultimas instalaciones (por razones políticas, en 1831 el fuerte diezmó su guarnición, pero luego de dos años fue reocupado). En los momentos de mayor ocupación, el fuerte tuvo como promedio una tropa de cien personas y cerca de veinte oficiales. A la luz de lo observado durante un primer relevamiento arqueológico, el sitio se encuentra emplazado en campos agro-pastoriles y está interrumpido por una calle vecinal de tierra, que corta el trazado original del fuerte con una orientación NE-SO. El zanjeado perimetral se puede observar en el terreno por medio de fotos aéreas e imágenes satelitales, en particular los baluartes S y O (las cuatro esquinas estaban orientadas según los puntos cardinales). Además, sobre la mencionada calle se han hallado diversos materiales asociados a la ocupación, en parte dispersos y en parte enterrados en el sedimento. Entre los primeros, cabe notar la presencia de pipas de caolín, botones de uniformes, un gatillo y balas de armas de fuego personales, clavos de hierro de sección cuadrada, y varios fragmentos de recipientes de cerámica. La adscripción temporal y funcional de esta evidencia es coherente con el período de ocupación del fuerte. Sobre la base de la documentación analizada y los materiales hallados en el sitio hasta el momento, presentamos los lineamientos metodológicos para los futuros trabajos de campo.