ISES   20394
INSTITUTO SUPERIOR DE ESTUDIOS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
La botánica y la arqueología en acción y colaboración
Autor/es:
MARÍA GABRIELA AGUIRRE; RODRÍGUEZ, MARÍA FERNANDA
Lugar:
San Miguel de Tucumán
Reunión:
Congreso; XXXVII Jornadas Argentinas de Botánica; 2019
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Tucumán
Resumen:
En esta presentación nos proponemos reflexionar acerca del desarrollo y la trayectoria de las investigaciones arqueobotánicas que llevamos a cabo en la Puna Sur Argentina. Éstas se refieren al estudio de las especies vegetales como recursos para los grupos humanos que habitaron en dicha área durante el pasado pre-hispánico.Desde el punto de vista fitogeográfico, la Puna Sur corresponde a la Provincia Puneña del Dominio andino cuya vegetación dominante es la estepa arbustiva (Cabrera 1957). Nuestros estudios se llevaron a cabo en la microrregión de Antofagasta de la Sierra en donde hay cursos de agua permanente siendo el Río Punilla el colector principal que nace en la Sierra de Calalaste y desemboca en la Laguna de Antofagasta. Los estudios realizados demostraron ante todo la continuidad de las ocupaciones humanas prehispánicas a lo largo del tiempo, ca. 10.000 a 400 AP. Estos grupos vivieron principalmente en cuevas y aleros, basando su economía en la caza de camélidos y la recolección de plantas durante, aproximadamente, 4.000 años y, a partir de ca. 6.000 AP, se habría dado un pasaje paulatino hacia economías productivas, sin abandonar la modalidad extractiva. Las evidencias que analizamos provienen de sitios tales como aleros y estructuras a cielo abierto: Quebrada Seca 3 (curso medio-superior del Río Las Pitas, afluente del Río Punilla, localidad arqueológica Quebrada Seca), Cueva Salamanca 1, Punta de la Peña 3, Punta de la Peña 4, Punta de la Peña 9, Punta de la Peña 11, Peñas de las Trampas 1.1, Peñas Chicas 1.3 y 1.1, El Aprendiz, Alero sin cabeza (curso medio-inferior del Río Las Pitas, localidad arqueológica Punta de la Peña) y Cacao 1A (Quebrada de Cacao). Estos sitios muestran continuidad en su ocupación por grupos humanos, hecho que se apoya en el registro radiocarbónico y es llamativa para el lapso 8.000-6.000 AP dadas las condiciones adversas registradas durante el Altitermal u Holoceno Medio en la Puna.El inicio de la sistematización en las investigaciones arqueobotánicas en Antofagasta de la Sierra tuvo lugar a comienzos de la década del 90, lapso durante el cual se trabaja más fuertemente en el NOA que en otras regiones del país. Las características ambientales del área de estudio (extrema sequedad, escasas lluvias) favorecieron la conservación de ecofactos y artefactos manufacturados sobre materia prima vegetal. Es interesante destacar que la escasa o casi nula acción de agentes que degradan la materia orgánica contribuyó en las identificaciones mediante técnicas de morfología y anatomía vegetal al tiempo que se extendió el uso de aparatos de microscopía óptica y electrónica de barrido para el registro y el análisis de caracteres de valor taxonómico vegetal. De este modo fue teniendo lugar una estrecha colaboración entre la Botánica y la Arqueología, pudiendo plantear y resolver cuestiones centrales que dieron lugar a la Arqueobotánica. Esta especialidad comprende el análisis de los macro y microrrestos vegetales recuperados en los sitios arqueológicos y utiliza métodos y técnicas que provienen de ambas disciplinas que se reúnen y complementan.