IPC y Canastas de Consumo para Aglomerados Urbanos. Caso San Salvador de Jujuy

PAULA MALINAUSKAS; MEDINA FERNANDO; RICARDO MARTÍNEZ

Salta

Congreso; 17 Jornadas Regionales de Economía y Sociedad ? Economia y Sociedad del NOA; 2019

Universidad Nacional de Salta.

En este trabajo se examina la evolución del peso que ha tenido el consumo de alimentos y servicios en la canasta familiar de los hogares jujeños desde 1983 hasta 2012. Los resultados permitieron actualizar la composición de la estructura por grupos de productos del IPC entre los años citados. En ese sentido, el único que redujo su participación en la canasta del IPC entre 1983 y 2004 fue Alimentos y Bebidas, casi 10 puntos porcentuales entre ambos años, esa diferencia se difundió entre el resto de los capítulos, siendo Atención Medica y Servicios de Salud, el de mayor crecimiento relativo. Posteriormente, en 2012 se revierte parcialmente esta situación.El objetivo general del trabajo es la de cuantificar y comparar los gastos de consumo de los hogares residentes en San Salvador de Jujuy según canastas del INDEC y OMS. Entre los específicos se encuentran: a) Relevancia de contar con una medición de precios propia, b) Reflejar la estructura de la canasta de consumo local y, c) Contar con información de ingresos de los hogares y valorización de canastas de consumo para otro tipo de indicadores, por ejemplo: indigencia y pobreza.En cuanto a las canastas de consumo analizadas se pueden citar 3: Auto ponderado, base 1983 (?INDEC, la actividad estadística en la República Argentina, 1550-1983?.), ENGHo, base 2004 (INDEC, 2017) y, ENGHo, base 2012. Por el lado del cálculo del IPC, el total de rubros considerados, tanto de bienes como servicios, alcanza a alrededor de 300. En cuanto a la estructura del IPC, uno de los cambios más destacados en su medición fue la incorporación del clasificador del Consumo Individual por Finalidad (COICOP, según sus siglas en inglés) propuesto por las Naciones Unidas en el año 1999. El mismo representa los estándares internacionales que actualmente se utilizan en gran parte de las oficinas de estadísticas de todos los países del mundo y, además, es el clasificador que utiliza la OCDE para la difusión armonizada de las estadísticas de precios al consumidor de sus países miembros.