INVESTIGADORES
SCHWEITZER Alejandro Fabian
congresos y reuniones científicas
Título:
Cambio climático y turismo sustentable, ¿causa o consecuencia de la desigualdad?
Autor/es:
SABRINA PICONE; LISCOVSKY, IRIS; ALEJANDRO FABIAN SCHWEITZER
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Congreso; 8° Conferencia Latinoamericana de Ciencias Sociales; 2018
Institución organizadora:
CLACSO
Resumen:
Las cuestiones ambientales han sido recientemente incorporadas a los debates académicos y políticos a nivel mundial. Si bien las bases de la conciencia ambiental se sentaron a partir de la publicación de ?La primavera silenciosa? de Rachel Carson en 1962, fue en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano de 1972 que se reconoció el origen antrópico de las problemáticas ambientales enmarcadas en una crisis económica, social, ecológica, cultural de carácter global. En 1979 se realiza la primera Conferencia Mundial del Clima, donde se enfatiza la necesidad de tomar acciones respecto al calentamiento global y el adelgazamiento de la capa de ozono, dando como resultado la conformación del IPCC (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático) con el objetivo de medir y vigilar estos fenómenos1. Este grupo de trabajo definió al cambio climático como un hecho irreversible y propuso un acuerdo para estabilizar y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a nivel global, que se vio plasmado en el Protocolo de Kyoto en 1997. Este instrumento marca un hito histórico en la política ambiental internacional en dos sentidos: por un lado, establece un compromiso de carácter vinculante para cada país que firmara y ratificara el acuerdo, y por el otro, abre el juego de la comercialización de la contaminación a nivel mundial, posibilitando a los países ?desarrollados? comprar derechos de emisión de GEI a los países del sur global. Desde entonces, la cuestión ambiental deja de ser parte de una crisis civilizatoria global, para ser gestionada a nivel internacional, nacional y local a través de paradigmas como la sustentabilidad y la economía verde.En este contexto de cambio climático, el turismo se posicionó como una actividad económica alternativa por ser considerada la ?industria sin chimeneas?. No obstante, los estudios no tardaron en demostrar que el turismo convencional también generaba emisiones de GEI, principalmente debido al transporte y a la infraestructura en la demanda de servicios (Buades et.al.,2012). En consecuencia, comenzaron a desarrollarse tipos de turismo alternativo, como el ecoturismo, turismo de naturaleza, rural, sustentable, entre otros, intentando distanciarse del modelo de turismo de masas o convencional. Bajo estas iniciativas, la actividad turística se extiende a lugares prístinos, de paisajes majestuosos, muchas veces asociados a áreas protegidas, donde el producto a consumir pasó de ser el de ?sol y playa?, para transformarse en algo más exótico, como las montañas, selvas, glaciares y comunidades indígenas aisladas de la cultura occidental, siguiendo las lógicas globales de incorporar la naturaleza y la cultura al mercado mundial. Siguiendo con el contexto internacional de políticas ambientales, en 1987 se publica el Informe Brundtland titulado ?Nuestro futuro común?, el cual sienta las bases del desarrollo sustentable entendido como ?aquel que garantiza las necesidades presentes sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades?. Surge así en las nuevas formas discursivas de promover el desarrollo, la necesidad de las políticas socio-naturales de aludir a la construcción de sistemas sustentables (Liscovsky y Parra, 2011). En Argentina, en el año 2005 se crea la Ley Nacional del Turismo n° 25.997, considerando al turismo como ?actividad socioeconómica, estratégica y esencial para el desarrollo del país? (art. 1) y adhiriendo al desarrollo sustentable como uno de los cuatro principios básicos de la actividad (art. 2). En simultáneo se confecciona el Plan Federal Estratégico de Turismo Sustentable para 2016, cuyo objetivo general es ?guiar las acciones con impacto espacial hacia un crecimiento equilibrado, integrado, sustentable y socialmente justo del territorio argentino y construir mecanismos de intervención más adecuados para aprovechar las oportunidades de desarrollo? (PFETS, 2005:14). A pesar de que el turismo posee grandes potencialidades para alcanzar la sustentabilidad, en su aplicación concreta la actividad genera deterioro ambiental y mercantilización de la naturaleza y la cultura (Hernández Cruz et. al., 2005; Bringas y Ojeda, 2000). En cuanto al aspecto social, antecedentes demuestran que el turismo también genera desigualdades sociales en cuanto al acceso al patrimonio natural, los servicios, la vivienda y el equipamiento (Schweitzer, 2009; Buades et. al., 2012) e incluso el propio crecimiento de la actividad turística va unido a la precarización del trabajo (Moreno de Souza et. al., 2014). Las principales corrientes críticas al desarrollo y a la sustentabilidad sostienen que ésta no implica una superación del modelo de desarrollo desigual y colonial, sino que resulta en un agregado discursivo de lo que se reconoce como ?maquillaje verde? (Grinberg, 2013). En el marco de la investigación de la tesis doctoral de la primera autora, en este trabajo se presentan los primeros avances que buscan comprender el papel del turismo desde una perspectiva crítica al desarrollo y a la sustentabilidad. Desde el marco de la Ecología Política, se realiza un análisis de las titularidades ambientales del turismo, con respecto al uso, acceso y control del patrimonio natural. Esta primera aproximación se realizó en El Chaltén (Santa Cruz, Argentina) bajo metodologías cualitativas triangulando técnicas de recolección de datos: revisión bibliográfica y de archivo, entrevistas con agentes locales y talleres participativos. Esta localidad, junto con El Calafate, son trascendentes en Patagonia, por ser la puerta de entrada al Parque Nacional Los Glaciares, área natural protegida reconocida como patrimonio mundial de la humanidad (UNESCO) en 1981. Asimismo, son consideradas las localidades ?estrella? del turismo a nivel provincial (Navarro y Villanueva, 2011; Navarro et al, 2014; Vacca y Schinelli, 2015) que se han fortalecido a partir del año 2000 (Godoy, et. al., 2013).Debido a las características naturales, paisajísticas y por su cercanía al parque, la localidad de El Chaltén se dedica actualmente a la actividad turística casi exclusivamente. Entre los resultados principales, se dilucidaron localmente diversos intereses en disputa, entre los que se destacan los de conservación, los de inversión privada y los de vivienda. A partir del año 2005, se registra en la Seccional Viedma (zona norte del Parque Nacional Los Glaciares) un incremento de la cantidad de visitantes que se acercan al área. Consecuentemente, en El Chaltén aumentaron las solicitudes de tierras para vivienda, así como la construcción de servicios turísticos en gastronomía y hotelería y la demanda de trabajadores/as asociados a la actividad, generando una explosión demográfica. A la par de este crecimiento, el área protegida detecta cambios importantes en la conservación de la naturaleza, principalmente debidos a la erosión de los senderos. En el ejido urbano, se observan problemáticas referidas al colapso de los servicios públicos (recolección y tratamiento de residuos, el abastecimiento de agua, los servicios cloacales y la red eléctrica) y a la situación habitacional de pobladores/as temporales y permanentes. Estas primeras observaciones dejan entrever que la actividad turística en El Chaltén pareciera no responder a las necesidades de conservación ni a las necesidades sociales básicas de algunos sectores de la población.Frente a esta situación, las políticas de desarrollo locales y nacionales apuntan a incrementar la promoción turística y pocas respuestas obtienen las problemáticas territoriales. De esta forma, aunque el turismo se presenta teóricamente compatible con la actividad de conservación y con el desarrollo social, ya se definen procesos que atentarían contra la construcción de titularidades ambientales equitativas.