INVESTIGADORES
VILLAFAÑEZ Emilio Alejandro
congresos y reuniones científicas
Título:
DIVISANDO LOS LLANOS ORIENTALES DESDE LA TUNITA (ANCASTI, CATAMARCA)
Autor/es:
CARLOS NAZAR; VILLAFAÑEZ EMILIO ALEJANDRO; MARINA CARRICONDO; GUSTAVO ACOSTA
Lugar:
Cordoba
Reunión:
Congreso; XX Congreso Nacional de Arqueología Argentina; 2019
Resumen:
Las distancias y dificultades impuestas por el terreno no constituyeron un obstáculo para el establecimiento de importantes relaciones entre las llanuras orientales y la región andina en tiempos precolombinos. Por su parte, el territorio representa un espacio colectivo regido por la vivencia social y la conciencia, más que un espacio materialmente constituido, adquiriendo una dimensión simbólica. Pensamos que al menos desde tiempos de Aguada (ca. 600-1100 DC) la Sierra de Ancasti permitió el encuentro de comunidades provenientes de los valles aledaños (valle de Ambato; valle de Catamarca) así como también del oriente, facilitando la mutua apropiación de aspectos de orden material y simbólico al tiempo de construir lugares que pudieron ser vividos acorde a pautas culturales propias.En relación a los vínculos de carácter histórico entre el valle de Catamarca y las llanuras santiagueñas, fuentes coloniales citadas por Lorandi (1992) aluden a cierta semejanza entre los indígenas de esta zona con los que poblaban la región de los ríos Dulce y Salado al momento de la conquista, tal lo expresado en la carta de Francisco Betanzos al Gobernador de Tucumán del 07/02/1607 ?andan los indios desnudos y muchos con plumas de avestruz cubiertas sus vergüenzas? (Lorandi 1992: 114). Si bien podría tratarse de indígenas trasladados de la región chaco-santiagueña para prestar servicios en el valle, Lorandi plantea la posibilidad de que fueran del valle. También Lorandi señala vínculos entre el valle de Ambato (prolongación al norte del valle de Catamarca) y la llanura oriental durante el Período Medio, mostrando una posible conexión entre la Fase Las Lomas, de la tradición cultural chaco santiagueña, y el Periodo Medio del noroeste argentino. Por su parte Kriscautzky destaca las similitudes entre el patrón de asentamiento de los pueblos del fondo del valle, portadores de la cerámica estilo Aguada Portezuelo, con los pueblos de la mesopotamia santiagueña al tiempo de proponer que Aguada podría ser vista como una tradición que se extiende hasta el Período Tardío, al menos en estos espacios (Kriscautzky 1996; Kriscautzky & Lomaglio 2000). Por su parte, la lingüística muestra que el kakán se hablaba tanto en el valle como en un sector comprendido entre Ancasti y el Río Dulce (Bixio 2001), existiendo varios nombres de pueblos de raíz kakana.