BECAS
BENVENUTO Rodrigo Miguel
congresos y reuniones científicas
Título:
"Un imperio dentro de otro Imperio": Consideraciones acerca de "lo humano" en el pensamiento de Spinoza
Autor/es:
RODRIGO MIGUEL BENVENUTO
Lugar:
San Martín
Reunión:
Congreso; I Congreso Internacional de Ciencias Humanas: Las Humanidades entre pasado y futuro; 2019
Institución organizadora:
Laboratorio de Investigación en Ciencias Humanas - UNSAM
Resumen:
Spinoza adopta una imagen recurrente para explicar el origen de los prejuicios filosóficos y teológicos. Todos estos sistemas tienen en común el hecho de considerar al hombre como ?un imperio dentro de un imperio?, creyendo, de este modo, que posee un poder absoluto para determinarse a sí mismo, que su mente no ha sido producida por causas naturales sino que ha sido creada directamente por Dios. La superstición y los prejuicios derivados de la religión constituyen el punto neurálgico de la crítica de Spinoza a los sistemas filosóficos, teológicos y políticos que fundan su saber en torno a la autoridad de la tradición, de las escrituras o de los poderes consagrados a partir del miedo. Estos sistemas tienen una raíz común que consiste, específicamente, en la producción de un núcleo de ideas y creencias ? que podríamos denominar como imaginario ? que se conforma a partir de nociones que surgen de nuestra capacidad de percibir afectivamente de manera confusa e inadecuada. Entre estas nociones que son producto de nuestra capacidad de imaginar, ocupa un lugar central aquella ficción que atribuye a la naturaleza humana cierta excepcionalidad respecto al resto de los seres de la naturaleza. De acuerdo con ella, la impotencia humana no se atribuye a las relaciones que surgen entre el poder de la naturaleza humana respecto al poder común de la naturaleza, sino a una falta o defecto fundamental en la constitución humana (ineptitud natural, pecado original o maldad constitutiva). Así es como se conforma un ideal de ser humano, es decir, a partir un anhelo, un prototipo de lo que debe ser y se debe alcanzar. Sin embargo, y parece ser la trampa que ocultan los imaginarios teológico-políticos, desde el comienzo aquel ideal se torna inalcanzable y, por ende, la humanidad acaba condenada a una suerte de falta constitutiva existencial que, como resultado, nos impide alcanzar el grado máximo de nuestra potencialidad humana.