BECAS
DELPECH MarÍa Beatriz
congresos y reuniones científicas
Título:
Ideología y utopía: simbolismo y efectividad
Autor/es:
MARÍA BEATRIZ DELPECH
Lugar:
Mar del Plata
Reunión:
Congreso; XIX Congreso Nacional de Filosofía; 2019
Institución organizadora:
Asociación Filosófica Argentina
Resumen:
La presente comunicación tiene por objetivo contextualizar en el desarrollo del pensamiento filosófico de Ricoeur, el curso impartido en 1975 en la Universidad de Chicago, compilado y publicado en 1986 por George Taylor, con la supervisión del propio Ricoeur, bajo el título de Ideología y utopía. Ricoeur de algún modo descubre a principio de la década de 1970 que el campo pragmático era insoslayable. Dicho descubrimiento ocurre, paradigmáticamente, en su crítica al estructuralismo encarnado en la interpretación que Althusser hacía del marxismo. Por esta razón, encontramos un punto de quiebre en su pensamiento que va moviéndose, parcialmente, desde el lenguaje del símbolo para focalizar en el problema de la narración. Poner de manifiesto esta incorporación del campo práctico efectivo a la reflexión filosófica de Ricoeur es de crucial importancia para comprender el lugar de la reflexión respecto del aspecto simbólico en las obras posteriores, especialmente en La memoria, la historia y el olvido de 2000. Para esto, tomaremos el comentario crítico que Jeffrey Barash realiza acerca de lo que él entiende como una reducción del fenómeno de la memoria colectiva en esta última obra. No obstante, Barash, quien exige a Ricoeur una adecuada teoría del símbolo que dé cuenta de los complejos niveles de mediación entre la experiencia y la memoria personal y la esfera colectiva, realiza una pesquisa de la cuestión del símbolo en Freud: una interpretación de la cultura, de 1965, y en Tiempo y narración, de 1983-85. Trataremos de encontrar algunas respuestas a su crítica en Ideología y utopía, de 1975, en donde Ricoeur esboza una teoría del imaginario social que se plantea sobre la base de la tensión entre dos funciones que suponen la mediación simbólica y que no reduce los aspectos únicos de la existencia colectiva a modelos uniformes de explicación psíquica individual. Como corolario, lograremos comprender que pensar el símbolo a partir de asumir su inescapable arraigo en el ser humano real anticipa la dirección que toma el pensamiento de Ricoeur a principios de los años 80.