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De acuerdo con la FAO, la agricultura en áreas urbanas y periurbanas proporciona actualmente comida acerca de 700 millones de habitantesen las ciudades, es decir, a un cuarto de la población mundial que vive en aglomeraciones. En Argentina, las primeras produccioneshortícolas surgieron hacia fines del siglo XIX en la periferia de los centros poblados, quepor su distribución y características se denominan?cinturones verdesuhortícolas?.El conglomerado Villa Maria-Villa Nueva posee el tercer ?cinturón verde? más grande de la provincia de Córdoba, el cual, si bien cuenta con más de 30 productores hortícolas distribuidos en la zona periurbana,debido a la dinámica de transformacióndel territorio,en gran medida por la presión inmobiliaria y la diversidad de usos de suelo,se hafragmentadoperdiendo peso y funcionalidad, desarrollándosezonas concentradas en forma de archipiélagos.La problemática por la estructura agraria en los entornos urbanos ha dejado de ser una situación ajena desde la mirara urbano-territorial, por lo cual se haplanteadoque parte de laresiliencia de los sistemas hortícolas radica en la capacidad de mantener la fertilidad de sus suelos.Con el presente trabajo se pretende aproximar herramientas de la economía circular como una alternativa para el tratamiento de residuos de biomasa para el sector hortícola del conglomerado Villa María -Villa Nueva.Las producciones hortícolas locales tienden a focalizarse en la producción de verduras, dejando de lado otras actividades agrícolas como la cría de animales. La tendencia de simplificar los sistemas en desmedro de la biodiversidad, conlleva a que los productores sólo puedan contar con biomasaresidualvegetal en sus establecimientos,quea partirde la cual, por sísola, no es suficiente para elaborar biofertilizantes de calidad. La tenencia de la tierra se presenta también como una limitante para la implementación de herramientas de gestión, ya que la mayoría de los productores arrendantierras con contratos a corto plazo. Desde los gobiernos locales no se realizan controles ni actividades que registren lapérdidadeproductividad de los suelos agrícolas periurbanos, al mismo tiempo que los productores relevados tampoco realizan una gestión de los residuos vegetales de sus producciones. Por otra parte,desde la academiase realizan investigaciones referentes a la gestión y uso de los residuos principalmente para energía, siendo recientes los proyectos que buscan la producción de fertilizantes a partir de biomasa.Por lo hasta aquí expuesto, es difícil y poco factible concebir la implementación de las bases que se proponen desde la economía circular comprendiendo sólo al sector hortícola. En pos de la producción de fertilizante en base a biomasa, para lograr la integración geográfica a partir del fortalecimiento de ideologías y la promoción de sistemas de producción alternativos e integrados, debe apuntarse al trabajo en nodos desde una perspectiva logística integradora con otros actores del periurbano.

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