INVESTIGADORES
ESPOSITO Guillermina
congresos y reuniones científicas
Título:
Empresa, política partidaria y cosmopolítica indígena en Mina Aguilar, Jujuy, Argentina
Autor/es:
GUILLERMINA ESPÓSITO
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Congreso; XIII Reunión de Historiadores de la Minería Latinoamericana ?Diálogos y desafíos interdisciplinarios en torno a la minería latinoamericana de ayer y hoy?; 2017
Institución organizadora:
Sección Etnohistoria, Instituto de Ciencias Antropológicas, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires.
Resumen:
El pueblo de Mina Aguilar está situado en la provincia argentina de Jujuy, a unos 4000 msnm, a pocos kilómetros de la triple frontera andina compartida con Chile y Bolivia. El poblado se estableció en el año 1936 cuando la empresa Mina Aguilar S.A. comenzó a explotar las vetas de plomo, zinc y plata de los socavones que están dentro del territorio de la Finca Aguilar, que actualmente posee unas 98.000 hectáreas de extensión. A pesar de la autoridad pública materializada en el municipio, en Mina Aguilar la empresa minera funciona como una institución que regula y administra la vida local, asumiendo -como fue planteado para esta clase de centros extractivos localizados en lugares remotos- un poder virtualmente monopólico por encima de la limitada presencia de las instituciones estatales (Alimonda 2014:114). Entre los años 2011 y 2015, un indígena kolla asumió la intendencia de Mina Aguilar. Sin ser la primera vez que un indígena resultaba electo para un cargo político en Argentina, lo novedoso fue su gestión desde el Movimiento Comunitario Pluricultural (MCP), primer partido político indígena organizado como tal en el país. El MCP se estableció como un espacio de disputa de representación a los partidos políticos tradicionales frente al Estado, articulando sus discursos en torno a la existencia de una cosmología indígena andina que plantea el retorno de los buenos tiempos a través del inicio de un nuevo Pachakuti, en un horizonte que postula la complementariedad armoniosa entre los tres órdenes cosmológicos andinos -cosmos-naturaleza-hombre- contra quienes viven desde una ´cosmología occidental´ en la que se da una jerarquía donde la naturaleza se ubica en la base en tanto recurso exterior a ser explotado.En este contexto de evidentes paradojas, en esta ponencia me interesa indagar en las posibilidades y límites del proceso político del MCP en Mina Aguilar intentando responder, entre otras, a las siguientes preguntas: ¿cómo concebir la experiencia cosmopolítica del MCP en Mina Aguilar, la mayor explotación minera de la provincia, considerando que la minería moderna, probablemente más que cualquier otra actividad está intrínsecamente ligada a la emergencia y consolidación del colonialismo y la colonialidad (Machado Aráoz 2011)? ( Mina Aguilar es además propiedad de la trasnacional Glexcore, filial del Grupo Glencore Xstrata, la mayor empresa de comercialización de materias primas y alimentos del mundo (en 2012 su facturación fue de 214 billones de dólares). ¿Cómo conviven un proyecto de soberanía estatal que sostiene una ideología de inclusión indigenista (cosmopolitismo), el extractivismo trasnacional, y un proyecto cosmopolítico que auspicia la descolonización (?volver a ser nosotros mismos desde nosotros mismos?, como reza el slogan del MCP, en un nuevo Pachakuti que marca el inicio de la descolonización)? Desde la modernidad en adelante, la política se vincula a prácticas e instituciones a través de las cuales se crea un determinado orden, apareciendo lo político como el momento del conflicto y el antagonismo articulado en relaciones de poder que crean fronteras entre nosotros/ellos de modo histórico y contingente: lo político como dimensión ontológica del antagonismo (Mouffe 2009). Desde esta perspectiva moderna de la política, las políticas indígenas (movilizaciones, conflictos etnoambientales, territoriales, disputas de representación frente al Estado) son analizadas como respondiendo a luchas hegemónicas entre la política y lo político. Pero ante experiencias que conciben o visibilizan nuevas ontologías políticas de carácter cosmopolítico como el MCP, las concepciones de la política se pluralizan y el cosmos aparece como parte de la política, desde donde se cuestiona la modernidad y se instala la descolonización como condición imprescindible de otros mundos posibles. De allí que, parafraseando a Marisol de la Cadena (2008), para comprender la política indígena en sus propios términos haga falta un análisis que vaya más allá de la política (en sentido moderno).Estas perspectivas sobre la política, una anclada en una ontología moderna, y otra orientada hacia la comprensión de ontologías no modernas, son pensadas como antagónicas; sin embargo, el caso del MCP nos permite cuestionar las fronteras de estas concepciones, indagando en los intersticios donde las prácticas (cosmo)políticas del MCP intentando penetrar las estructuras burocrácticas del Estado moderno, se despliegan en un territorio epistemológico tenso, simultáneamente colonial y poscolonial, moderno y no moderno.Así, para analizar el proceso del MCP en Mina Aguilar retomo la conceptualización del término cosmopolítica de Isabelle Stengers, quien reformula la categoría cosmopolita utilizada al menos desde Kant, asociada al proyecto político de la ´paz perpetua´, donde ´cada quien se pensaría enteramente como miembro de la sociedad civil mundial, conforme a los derechos de los ciudadanos´ (Stengers 2014:18). Aquí el cosmopolita es un ciudadano del mundo, sin importar su nacionalidad, color o religión, y ese mundo del cual este cosmopolita es ciudadano, es un mundo exterior al sujeto, es ´la tierra donde habitan las personas´. Y la política es una política de ese mundo, establecida entre las personas, entre los humanos, y que responde a intereses, valores y relaciones de fuerza entre los humanos que habitan ese mundo que les es exterior. Pero desde la cosmopolítica no basta con integrar al extranjero, al Otro humano a un mundo diverso de paz (minorías sexuales, indígenas) sino de incorporar, desde un 'ensanchamiento de la política' (Picas Contreras 2010) sino a animales, cerros, lugares sagrados en un orden que no distingue entre naturaleza y sociedad y sujeto y objeto. Esta noción de cosmopolítica bien puede pensarse para el MCP, cuyos miembros se distinguen, como dijimos, de aquellos que viven desde una ´cosmología occidental´, postulando la complementariedad armoniosa entre los tres órdenes de la cosmología andina 'cosmos-naturaleza-hombre', que asume a la tierra como un sistema vivo, con poros donde manan energías (las wakas, los apus), y no un ente externo convertible en recurso.