PERSONAL DE APOYO
MARISCAL Cintia Lucila
congresos y reuniones científicas
Título:
?Institución y no-institución. Límites y posibilidades del fracaso de la institución para el despliegue de la historia personal?.
Autor/es:
CINTIA MARISCAL
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Jornada; II Jornadas de Fenomenología de la institución. Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires.; 2017
Institución organizadora:
Grupo fenomenología de la institución. Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires
Resumen:
En el curso que Merleau-Ponty dedicó al problema de la institución [Stiftung], la sexualidad cobra una importancia significativa. Pensada, en su desarrollo, mediante la recuperación de la estructura edípica tal como Freud la elaboró en su artículo de 1924 -El sepultamiento del complejo de Edipo- la sexualidad es para Merleau-Ponty la institución que inaugura un nuevo ?registro donde todo el resto se inscribe? (Merleau-Ponty: 2012, p.30), esto es la dimensión de la intersubjetividad y de la coexistencia en un mundo cultural sobre el cual se despliega la historia personal. Sin embargo, la particularidad del pasaje en el que el filósofo se detiene sobre este problema radica en introducir un aspecto de la institución que luego parece ser desatendida en los apartados subsiguientes -abocados a la institución de un sentimiento, de una obra, de un saber, y al problema de la cultura y la Historia-. Nos referimos a la alusión de instituciones fracasadas o no-instituciones como momentos propedéuticos en la emergencia de instituciones verdaderas. Para Merleau-Ponty las distintas etapas en el desarrollo de la sexualidad -?de lo pregenital o de lo fálico al Edipo (?) del Edipo a la latencia (?) de la latencia a la pubertad? (Merleau-Ponty, 2012, p.25)- indican un forma de temporalidad especifica de la institución humana así como el trabajo de elaboración que ésta realiza sobre la prehistoria del sujeto: su drama edípico. La institución que inaugura un ciclo de futuro, que abre a una historicidad -y que es definida así como Endstiftung [institución final]- toma a su cargo una institución originaria [Urstiftung] que ha fracasado pero que sin embargo inauguró una pregunta, una búsqueda, susceptible de ser reasumida y continuada.Sin embargo, en estas notas fragmentarias, no quedan claro cuáles serían los motivos de ese fracaso. Todo parece indicar que el niño anticipa una sexualidad para la cual aún su cuerpo no está preparado, pero poco se dice sobre el peso que tiene la prohibición del otro sobre la validez de sus investiduras. La no-institución de la sexualidad -manifiesta en el período de latencia con el que se sepulta el Complejo de Edipo- es en buena medida producto de la prohibición que recae sobre el deseo incestuoso y parricida. Esta función prohibitiva y normativa es lo que hace que el Edipo guarde una íntima relación con el Complejo de castración que sella la prohibición del incesto y encarna la función de la Ley como instauradora del orden humano. El pasaje por el Complejo de Edipo supone entonces la organización del cuerpo libidinal según la ley de la cultura, pero la eficacia de esta ley no depende ni de una actividad del sujeto -quien por medio de una decisión organizaría su deseo conforme a ella- ni tampoco de una determinación externa y mecánica que se impondría ineludiblemente sobre un sujeto pasivo. Por el contrario, lo que Merleau-Ponty parece sugerir es que toda interiorización debe ser pensada como subsidiaria de una elaboración ejercida por el sujeto de la institución, en la que actividad y pasividad son mutuamente dependientes. Es en este punto en donde la noción de Stiftung cobra toda su potencia heurística, porque ofrece un medio para pensar la interiorización de las normas culturales o de los sentidos instituidos por fuera de la oposición entre determinismo y libertad. De este modo se descubre, bajo la noción de no-institución, la existencia de una dimensión normativa de lo ya instituido que estaría, sino regulando, al menos orientando y haciendo posible las instituciones verdaderas. Esto significa que la productividad del sentido propia de toda institución, no puede pensarse con independencia de la inercia de lo ya instituido que limita la emergencia de la novedad. Sin embargo, los síntomas y los traumas que el psicoanálisis ha estudiado, así como las formas regresivas del comportamiento, también pueden pensarse como casos que ponen de manifiesto el fracaso de la institución ante la potencia de lo instituido, es decir la imposibilidad de elaborar aquello que obstaculiza los proyectos humanos. De modo que todo parece indicar que la no-institución o las instituciones fallidas no siempre funcionan como momentos en la temporalidad de la Stiftung verdadera, sino que, por el contrario, señalan una cristalización de la fuerza instituyente que impide la inauguración de un ciclo de futuro. A continuación nos proponemos indagar la especificidad de la temporalidad de la Stiftung humana a partir de una comparación con la institución animal, a los efectos de elucidar las vicisitudes que puede sufrir la institución en el despliegue de la historicidad de una vida.