CIECS   20730
CENTRO DE INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS SOBRE CULTURA Y SOCIEDAD
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Juventud y discurso político en Argentina: un balance a tres años del ?giro a la derecha?
Autor/es:
BUONFIGLIO, YAIR
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Congreso; Primer Foro Mundial del Pensamiento Crítico; 2018
Institución organizadora:
Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales
Resumen:
El triunfo de la alianza Cambiemos en las elecciones presidenciales de 2015 trajo consigo no solamente transformaciones profundas en la producción, el trabajo y la distribución de la riqueza, sino que también consagró un nuevo orden de lo decible en la Argentina. En efecto, hemos asistido al proceso de construcción de una nueva hegemonía, tanto en el sentido de Laclau como en el de Angenot, en tanto las nuevas articulaciones políticas que lograron representar legítimamente lo social operaron en el marco de reconfiguraciones culturales más profundas que se materializaron en la redefinición de las posiciones relativas centro-periferia de la cartografía discursiva.Tales transformaciones han ocurrido en un contexto regional marcado por el ?giro a la derecha? de los gobiernos latinoamericanos. Es que, como bien sostuvo Arditi, mientras que la primera década del siglo veintiuno estuvo signada por procesos de ?reencantamiento? con/de la política merced a una serie de avances en materia de derechos sociales, políticos y económicos propiciados desde los distintos estados, la nueva década ha dado lugar a un progresivo pero también sostenido avance de las derechas (neo)liberales en países antes gobernados por distintas expresiones de la izquierda.El análisis sociosemiótico del discurso nos permite pensar el modo como dicho proceso político articula con reconfiguraciones más amplias del discurso social, de tal modo que significantes, temáticas, fetiches que ocupaban espacios relativamente periféricos cobraron centralidad y se convirtieron en claves legítimas de intelegibilidad del mundo. En otras palabras, se torna relevante indagar acerca del proceso de construcción de una nueva hegemonía en torno a significantes que emergieron para nombrar de manera legítima la totalidad de lo social.En trabajos anteriores nos hemos ocupado de analizar el modo como determinadas escenas discursivas permitían vislumbrar nuevos sentidos legítimos para el significante ?joven?/?juventud? que contrastaban con aquellos que habían sido sostenidos por el discurso kirchnerista. En tales oportunidades, advertíamos también que la discursividad macrista redefinía no solamente el rol de estos sujetos, sino también el de otras figuras tales como el trabajador, el empresario y el Estado.Consideramos que, transcurridos casi tres años del gobierno de Cambiemos, es posible describir una matriz discursiva que opera como una suerte de ?gramática liberal? en la producción social del sentido. Al respecto, sostendremos que se ha producido un radical trastrocamiento en los valores que aparecen como legítimos en el discurso político hegemónico. Mientras que el discurso kirchnerista construía un enunciador populista cuyo proyecto consistía en suturar las heridas producidas a un pueblo dañado, la lengua del macrismo instituye el mérito individual como valor central en la vida de los individuos, cuyo bienestar habría de alcanzarse a partir de la suma de esfuerzos personales y no como resultado de la intervención del Estado. A la vez, la hiperrepresentación del pueblo movilizado, la patria y el Estado en el discurso kirchnerista contrasta con una discursividad macrista que hace aparecer individuos despojados de roles sociales e institucionales.Desde estas coordenadas, argumentaremos que el discurso político hegemónico ha vuelto a establecer una relación de continuidad en relación con el discurso de los medios dominantes, usinas del sentido que han depotenciado la posibilidad de movilización política de los jóvenes mientras ensalzaban modelos de vida orientados a la gestión de las cualidades individuales y la construcción de vínculos fragmentarios. Esta construcción, que había participado en la disputa por la fijación del sentido contra un discurso político que preconizaba el modelo del joven-militante, ha cobrado nuevamente relevancia en la discursividad estatal.Por último, nos preguntaremos en qué medida estas nuevas representaciones hegemónicas podrán sostenerse en el tiempo, puesto que existen otros lenguajes disponibles que pueden actualizarse en otras formas legítimas de nombrar lo social, lo cual, en otros momentos de nuestra historia, aparecía como un recurso considerablemente lejano.