BECAS
GURMENDI Maria Noelia
congresos y reuniones científicas
Título:
UN ANÁLISIS DE LA INSTITUCIONALIDAD Y DINÁMICA LABORAL DESDE LA MIRADA CEPALINA
Autor/es:
GURMENDI NOELIA
Lugar:
IQUIQUE CHILE
Reunión:
Congreso; 10° CONGRESO CHILENO DE SOCIOLOGÍA PRE- ALAS; 2018
Institución organizadora:
UNIVERSIDAD ARTURO PRAT
Resumen:
Es menester resaltar los aspectos más relevantes en el debate Cepalino sobre la institucionalidad laboral. CEPAL (2010; p.159) plantea la existencia de dos procesos claves para lograr la igualdad, por un lado, ?la institucionalidad laboral? que hace alusión al conjunto de reglas que orientan el comportamiento de los actores en el mercado laboral y se compone de las regulaciones del mercado, las regulaciones jurídicas y las negociadas, y por otro, ?La dinámica del mercado de trabajo? como la manifestación más evidente de la calidad del proceso de desarrollo económico y social. Esta última, posee como indicadores de calidad la capacidad para absorber la Población Económicamente Activa (PEA) en condiciones adecuadas de movilidad social, remuneración, jornada laboral, permanencia en el empleo, derechos del trabajo, contratación y organización sindical, y para establecer condiciones de protección para los desempleados y jubilado, elementos que resultan piezas fundamentales de la cohesión social y esenciales para promover un patrón de crecimiento económico con igualdad.El crecimiento, no es solo un resultado directo de las fuerzas del mercado, sino que también influyen las opciones que el Estado adopte como políticas orientadas a estos fines. La CEPAL (2010), considera cuatro dimensiones relevantes, a tener en cuenta por el Estado: 1) la opción democrática por valores que rigen un patrón de desarrollo, esto quiere decir contratos laborales que gocen de legitimidad y estabilidad. 2) la inducción hacia un paradigma productivo que conlleve incrementos crecientes y sustentables de productividad a través de políticas industriales y tecnológicas. 3) la búsqueda y aceptación de un régimen macroeconómico adecuado a las decisiones de inversión productiva. Esto indicaría la capacidad de consensuar y articular conjuntamente entre la política industrial que mira la tendencia y la política macroeconómica que mira los ciclos, y 4) marco regulatorio que promueva una institucionalidad consistente con las orientaciones de políticas públicas seleccionadas. Es decir que el Estado es una figura crucial para promover la institucionalidad laboral, tomando en cuenta que ésta, junto al modelo tecnológico, confluye hacia el desarrollo siendo el primero un factor que juega de la igualdad y el segundo del desarrollo.Ampliar la igualdad social y reducir las brechas existentes en sociedades estructuralmente heterogéneas es una tarea histórica fundamental para quienes formulan las políticas públicas en los países de América Latina y el Caribe. La institucionalidad del mercado de trabajo es fundamental para crear condiciones que permitan absorber los aumentos de la productividad generados por un nuevo paradigma tecnológico y traducirlos en aumentos reales de salarios, reducción de las jornadas laborales y acceso a la protección social, a un ritmo consistente con la trayectoria de la productividad sistémica. Las políticas públicas de empleo son el puente entre las políticas sociales y las productivas, el fiel de la balanza donde el Estado desempeña un papel central. Objetivos:?Analizar los conceptos de dinámica del empleo y la institucionalidad laboral, tomando en cuenta que esta temática ha visto renovado su protagonismo en el debate académico.?Explicar el comportamiento heterogéneo del sistema ocupacional con implicancias en los factores intervinientes en el mercado de trabajo, desde el enfoque neoestructuralista cepalino.Resultados: Es necesario replantearse que la institucionalidad y dinámica laboral debe profundizarse como parte de una estrategia de desarrollo de largo plazo. En este sentido, este fenómeno debería reforzar los siguientes ejes I) las relaciones laborales que fortalezcan la confianza entre los actores sociales y redunden en aumentos de productividad; II) los sistemas nacionales de capacitación que respondan a las necesidades de las empresas y los trabajadores; III) el equilibrio entre la estabilidad y la movilidad laboral que influya positivamente tanto en la seguridad laboral como en la productividad; IV) el desarrollo de sistemas de protección del desempleo ante mercados laborales más volátiles, que puedan a la vez contribuir a una mayor eficiencia en la búsqueda de empleo; V) la identificación, por parte de los actores, de los cuellos de botella que afectan el funcionamiento del mercado laboral y sus resultados, y cuya remoción negociada puede generar beneficios para ambas partes, y VI) la importancia del diálogo socio-laboral como mecanismo para alcanzar acuerdos de amplia legitimidad.