Las nuevas políticas sociales: ¿universalización o uniformización?

MACHADO ARÁOZ, HORACIO; SEGURA, MARÍA SOLEDAD

Universidad Nacional de Catamarca

Jornada; Primeras Jornadas de Trabajo Social; 2003

Carrera de Trabajo Social, Facultad de Humanidades, UNCa

Si bien las prácticas sociales son irreductibles a la lógica de las prácticas discursivas -a sus estrategias, regularidades, reglas y razones-, y las prácticas no son traducibles a un discurso explícito, ni los discursos se deducen de las prácticas (Chartier, 1996: 28- 29), las prácticas discursivas poseen cierta eficacia preformativa sobre las demás prácticas. Esto se debe a que la palabra es lo que media la relación del sujeto con el mundo, es a partir del lenguaje que se va constituyendo la estructura de significación a partir de la cual percibimos, concebimos, valoramos y actuamos.En esta perspectiva, el Estado es un actor central en las disputas por la imposición de la visión legítima del orden social. Aunque no posee nunca el monopolio absoluto de la  definición de las divisiones y clasificaciones legítimas, es un árbitro determinante en las luchas simbólicas por la imposición de las concepciones socialmente válidas y aceptadas como “normales y naturales” que fundamentan cierto orden de dominación social.Para comprender la realidad social es crucial interrogarse sobre la definición de la realidad que sustenta las prácticas que pretendemos explicar. Es por eso que, para intentar comprender cómo opera la nueva política social del Gobierno nacional, es imprescindible comenzar por analizar cuál es la concepción de la pobreza que subyace a esta política, la fundamenta y legitima.