Micro y nanotecnologías aplicadas en la determinación de contaminantes emergentes en productos agropecuarios

VALERIA SPRINGER

Jornada; VI Jornadas Bahienses de Seguridad Alimentaria y Taller de Botulismo; 2018

Los productos agropecuarios destinados al consumo humano deben ser inocuos y cumplir con las disposiciones legales vigentes establecidas a nivel nacional e internacional a fin de garantizar que la producción de agroalimentos sea sustentable y segura. En los últimos años, la intensificación de las actividades agrícola-ganaderas ha conllevado al uso de ciertos plaguicidas para el control de malezas en cultivos, y fármacos en dosis sub-terapéuticas con fines profilácticos y también como modificadores metabólicos. En este último caso, el uso masivo de antibióticos en las prácticas ganaderas plantea serias preocupaciones puesto que algunas de las bacterias más resistentes de reciente emergencia en los animales pueden llegar a transmitirse a los seres humanos, principalmente a través de los alimentos (por ej., leche y carnes) o por el contacto directo con animales de granja. La economía argentina se basa fundamentalmente en la actividad agropecuaria, teniendo en cuenta el extenso territorio y las bondades del suelo y clima, lo cual posiciona a nuestro país como un productor mundialmente reconocido por la calidad de sus cereales y carnes, que deben estar libres de contaminantes que puedan significar un riesgo potencial para la salud humana. Por ello, surge la necesidad de realizar un control estricto de calidad de la materia prima y de los productos derivados que se comercializan. El control de la calidad higiénico-sanitario de los alimentos resulta de suma importancia a fin de proponer soluciones correctivas a problemas recurrentes en la utilización inadecuada de fármacos y plaguicidas, cuyos residuos o la de sus metabolitos activos pueden generar daños a la salud humana.