INVESTIGADORES
MONTES Alejandro
congresos y reuniones científicas
Título:
Dunas holocénicas y sitios arqueológicos en el cabo Domingo, Tierra del Fuego
Autor/es:
MONTES, ALEJANDRO; SANTIAGO, FERNANDO; SALEMME, MÓNICA; MAGNERES, IGNACIO
Lugar:
Puerto Madryn
Reunión:
Congreso; Séptimo Congreso Argentino de Cuaternario y Geomorfología; 2018
Institución organizadora:
Asociación Argentina de Cuaternario y Geomorfología
Resumen:
El cabo Domingo (S53° 41´ O67° 51´) se encuentra en la costa Atlántica de Tierra del Fuego, al sur de la cuenca del río Chico y al norte de la caleta La Misión. Está constituido por sedimentitas marinas del Grupo Cabo Domingo, cubiertas principalmente por sedimentos eólicos del Holoceno. Se encuentra limitado, tanto al noroeste como al sureste, por extensas planicies de cordones litorales desarrolladas durante el Holoceno (Figura 1.a). La zona de estudio forma parte de la estepa fueguina, caracterizada por un relieve de serranías bajas y planicies glacifluviales pleistocénicas, donde los procesos eólicos son determinantes en su modelado mediante el desarrollo de bajos hidroeólicos (pans), lunettes y dunas perched (Villarreal y Coronato 2017; Coronato et al. 2017). Los suelos presentan una cobertura vegetal predominantemente herbácea con pastizales húmedos en sectores de drenaje deficitario. Los fechados radiocarbónicos de materiales arqueológicos asociados principalmente a depósitos litorales y eólicos han contribuido a la reconstrucción geomorfológica de la zona (Montes 2015). En el presente trabajo se describen los depósitos eólicos identificados en el cabo Domingo y se discuten los procesos vinculados a su desarrollo.Mediante la utilización de imágenes satelitales y observaciones de campo se hanreconocido geoformas eólicas tanto erosivas como depositacionales. Las dunas,actualmente inactivas y estabilizadas, presentan hasta 6 metros de espesor y sedistribuyen en forma de crestas longitudinales orientadas oeste-este (Figuras 1.a y b). Están cubiertas por suelo y vegetación, aunque en algunos sectores sus sedimentos se exponen producto de la deflación, favorecida por la influencia de la actividad ganadera en la zona. Entre las dunas se reconocen pavimentos del desierto y ventifactos (Figura 1.c). En los acantilados del cabo Domingo los depósitos eólicos descriptos presentan dos paleosuelos, uno basal desarrollado hace ca. 5,6 k.a A.P. y con continuidad tanto sobre las sedimentitas del Grupo Cabo Domingo como sobre depósitos glaci􀀸luviales aislados, y otro en la parte media de la secuencia eólica formado hace 3,7 ka A.P. También se georeferenciaron cinco sitios arqueológicos de tipo conchero conteniendo principalmente Mytilus edulis y Nacella sp., asociados a lascas, fogones y restos óseos de fauna y humanos (Figura 1.d).La morfología y distribución de las crestas longitudinales arenosas y los rasgoserosivos asociados son compatibles con los modelos evolutivos que representan el origen y la migración de dunas parabólicas alargadas (Pye 1982) y de los campos de dunas activos descriptos en Patagonia (Montes et al. 2015). Ambos corresponden a regímenes de vientos unidireccionales y a una cobertura vegetal moderada a baja. El desplazamiento de estas dunas va cubriendo la vegetación en la dirección del viento predominante y dejando a barlovento sedimentos desprotegidos ante la acción erosiva del viento. Esto favorece a que las dunas incorporen sedimentos como consecuencia de su propia migración. Los sectores marginales suelen quedar preservados en forma de crestas longitudinales conformadas por la arena entrampada entre la vegetación arbustiva, lo que favorece la preservación de contextos y materiales arqueológicos aislados. Los fechados radiocarbónicos obtenidos hasta el momento indican que el suministro de sedimentos necesario para el desarrollo de estos depósitos no habría existido hasta el Holoceno medio, cuando las zonas bajas circundantes fueron alcanzadas por la transgresión marina postglacial. La instalación de ambientes estuarinos macromareales al noroeste del cabo Domingo habría permitido el transporte eólico de sedimentos expuestos en forma subaérea durante la marea baja. Igualmente el desarrollo de las dunas estaría favorecido por condiciones ambientales de mayor aridez relativa en la estepa fueguina, interrumpidas por períodos más húmedos vinculados con el desarrollo incipiente de suelos y vegetación (Coronato et al. 2017).