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Un desafío importante que tienen las universidades está relacionado con lograr un mayor reconocimiento académico de la extensión. Ésta función, en general, se encuentra relegada en comparación con las de docencia y de investigación, que son las tradicionalmente aceptadas como intrínsecas del quehacer universitario. Consideramos que es necesario concebir a la extensión como parte de la vida académica, integrada a las funciones tradicionales de docencia e investigación, y articulada con los procesos de enseñanza y de aprendizaje, para promover la generación de nuevos conocimientos y la apropiación social de los mismos. De esta manera, creemos necesario entender que la extensión es mucho más compleja y enriquecedora que la transferencia, porque debemos escuchar, aprender y reflexionar sobre las demandas de la sociedad, y porque implica involucrarse en función de elaborar una respuesta útil y comprometida. Pretendemos, en este trabajo, focalizar en la dimensión pedagógica de la extensión que se propone incorporar las prácticas de extensión en el currículo, considerando que el aprendizaje es más profundo y significativo si se realiza a partir de prácticas en el contexto social donde se articulan distintos saberes. Para institucionalizar estas propuestas el Consejo Superior de la Universidad Nacional del Litoral, a partir de la Res. C.S. N° 274/07, resuelve incorporar al proceso formativo de los estudiantes de las carreras de grado de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) las ?prácticas de extensión?, es decir, interacciones e intervenciones sociales vinculadas a la formación profesional. Para ello, se encomienda a las 2 Secretarías de Extensión y Académicas la coordinación de éstas acciones. Estas Prácticas de Extensión de Educación Experiencial (PEEE), implican un replanteo del proyecto curricular de las cátedras universitarias.La Facultad de Humanidades y Ciencias (FHUC) hace años que presenta propuestas de extensión integradas a las propuestas curriculares de las cátedras, aún antes de que la UNL institucionalizara las PEEE, siempre pensando que es una actividad formativa para el estudiante, que debe salvaguardar su libertad y estimular la creatividad. Consideramos fundamental la noción de educación experiencial, planteada por Camilloni (2013), como estrategia de enseñanza que relaciona el aprendizaje con la vida real, brindando alternativas para la formación de los alumnos en estrecha conexión con la práctica. Este modo de proceder les permite desarrollar experiencias que plantean una puesta en diálogo de las habilidades y conocimientos teóricos que poseen junto con la evaluación del estado de situación de los procesos sociales, lo cual enriquece esos procesos y habilidades, aporta a posibles soluciones e identifica nuevos problemas. A partir de considerar el compromiso de quienes formamos parte de la gestión universitaria hemos propiciado instancias para que docentes y estudiantes comprendan el sentido de la extensión universitaria y participen activamente de las diferentes propuestas con que cuenta la UNL. Asimismo, hemos formulado un Proyecto y Acción (P y A) desde la Secretaría Extensión de FHUC con el propósito de impulsar la incorporación de la extensión, en los trayectos de formación de los estudiantes de todas las carreras, a través del desarrollo de Prácticas de Educación Experiencial. En este trabajo, se explicitan las acciones emprendidas desde la mencionada Secretaría para la promoción de las PEEE, para favorecer la generación de proyectos de cátedra que permitan que los estudiantes puedan realizar prácticas extensionistas curricularizadas. Además, se hace una breve presentación de cada una propuestas ejecutadas por los equipos docentes y sus alumnos.

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