INVESTIGADORES
SOPRANO MANZO German Flavio
congresos y reuniones científicas
Título:
“El político y el antropólogo. Posibilidades del distanciamiento antropológico en etnografías sobre procesos políticos en la sociedad argentina”.
Autor/es:
SOPRANO MANZO, GERMÁN
Lugar:
Instituto de Desarrollo Económico y Social
Reunión:
Jornada; IV Jornadas de Etnografía y Métodos Cualitativos.; 2007
Institución organizadora:
Centro de Antropología Social del Instituto de Desarrollo Económico y Social
Resumen:
La reflexión en torno de localizaciones próximas y escenarios familiares en la producción antropológica de la Argentina, en mi caso particular, remite a la realización de dos etnografías que tuvieron como objeto procesos políticos significativos para ciertos individuos y grupos de la sociedad nacional. Por un lado, una etnografía que enfocó a “dirigentes” y “militantes peronistas” en un proceso electoral en la ciudad de Posadas (Provincia de Misiones) entre noviembre de 1998 y diciembre de 1999, que comprendió dos “elecciones internas” del Partido Justicialista, una “elección provincial y municipal”, y otra “nacional”. Y, por otro lado, una etnografía que analizó, entre los meses de marzo y junio de 2000, la participación de “dirigentes partidarios”, “sindicales” y “sociales” en un masivo movimiento de protesta en la ciudad de Corrientes, en el marco de una “intervención federal” a la provincia homónima. Ambas etnografías me implicaron en un esfuerzo de aproximación a las perspectivas de representación del mundo social y prácticas de unos sujetos que, a priori, tenía como geográfica y socialmente distantes de mi universo de identidades y relaciones cotidianas, en la medida en que ambas experiencias de trabajo de campo supusieron un desplazamiento espacial (en un caso, desde la bonaerense ciudad de La Plata a la ciudad de Posadas, y en el otro, desde Posadas a Corrientes), una permanencia prolongada y formas de co-residencia con las poblaciones objeto de estudio localizadas en la región noreste de la Argentina, limítrofe con el Brasil y Paraguay. Sin embargo, al mismo tiempo, esos individuos y grupos abordados por la etnografía se reconocían y me reconocían como partícipes de unas categorías nativas, identidades y relaciones relativamente familiares para ellos y para mí. Esto es, por un lado, nos considerábamos “argentinos” y, por otro lado, al interior del anterior colectivo social “nacional”, actores sociales y antropólogo éramos susceptibles de ser clasificados en grupos políticamente diferentes y socialmente antagónicos, tales como “peronistas” o “radicales”, “menemistas” o “duhaldistas”, “puertistas” o “humadistas”, “porteños” o “provincianos”, “correntinos” o “cordobeses”. Considero que la eficacia social operada por esos sistemas de clasificación nativos pueden reconocerse en las formas de integración y exclusión “política” con que las poblaciones objeto de la etnografía se definían a sí mismas, a sus rivales y al propio antropólogo, no dejando espacio –al parecer- para el reconocimiento de actores sociales autodefinidos y/o pretendidamente posicionados al margen de esos sistemas de categorías que determinaban –situacionalmente- el abanico de aliados y rivales actuales y potenciales en la arena política “nacional”, “provincial” y/o “municipal”. De este modo, esta ponencia reflexiona sobre la experiencia etnográfica de un individuo que era tenido y se tiene a sí mismo como “antropólogo” y “argentino” en el curso de procesos políticos desarrollados en ciertos escenarios de la sociedad nacional, buscando comprender las formas de re-socialización experimentadas por el antropólogo durante la etnografía y las condiciones de producción de una mirada analítica distanciada respecto de las representaciones y prácticas estudiadas. Dichos objetivos serán pensados en unas circunstancias históricamente determinadas y en interlocución con unas poblaciones con las cuales el antropólogo compartía (aunque sólo fuera parcialmente) identidades y formas de relaciones sociales tenidas como iguales, similares u homólogas a las mentadas y actualizadas por los nativos. Por último, asumiendo que la producción de un conocimiento en el trabajo de campo etnográfico es consecuencia de la configuración de un diálogo entre el antropólogo y los nativos, resultará necesario reconocer y objetivar las representaciones mediante las cuales éstos últimos comprendían situacionalmente la presencia del antropólogo en sus ámbitos cotidianos de desempeño, unas veces aprehendiéndolo como un extraño forastero o un intruso que husmeaba impúdicamente en sus vidas y, otras, como un sujeto pasible de ser socialmente controlado a través de su incorporación en un universo clasificaciones familiares.