INVESTIGADORES
BOCCOLINI Sara MarÍa
congresos y reuniones científicas
Título:
El nuevo espacio colectivo de uso doméstico en la micro escala urbana.
Autor/es:
SARA BOCCOLINI
Lugar:
La Paz
Reunión:
Congreso; ARQUISUR 2014; 2014
Institución organizadora:
ASOCIACIÓN DE ESCUELAS Y FACULTADES DE ARQUITECTURA PÚBLICAS DEL MERCOSUR
Resumen:
Esta investigación se centra en la recuperación de zonas residenciales, como son los tradicionales barrios de clase media que rodean al centro de la ciudad en la mayoría de ciudades de América Latina, que a pesar de su posición privilegiada dentro de la estructura urbana no atraen inversiones -públicas o privadas- y están actualmente en medio de un proceso de obsolescencia y pauperización importante, debido a las políticas de uso de la tierra. Sin embargo, la tensión entre las demandas sociales y los intereses económicos se resuelve de una manera informal y emergente, dando lugar a la renovación urbana a través de micro-densificación, que aumenta el número de unidades funcionales por lote (lo cual es ilegal) y, al mismo tiempo incluye nuevas aplicaciones y servicios en un único barrio residencial tradicional. El espacio público en estos barrios está definido casi exclusivamente por la calle y la plaza, y es allí donde se dan la mayor cantidad de intercambios y encuentros. Sin embargo, la naturaleza misma del fenómeno de microdensificación -individual, privada, atomizada- nos lleva a tener en cuenta un espacio que, sin ser público, es de tipo colectivo: efectivamente, en una parcela microdensificada es casi forzosa la aparición de espacios -planificados o no- de uso colectivo para las distintas unidades funcionales. Es allí donde se producen las relaciones de vecindad a una escala menor pero no por ello menos importante, y por eso mismo deben ser estudiados como una variable instrumental de suma importancia a la hora de elaborar dispositivos proyectuales de este tipo. Es por esto que el espacio público ya no puede entenderse como aquél separado legalmente de la propiedad privada -como fueron tradicionalmente la calle, la plaza-, sino que debe entenderse que ha mutado, para bien o mal, en espacios de carácter colectivo pero de propiedad privada que actúan en forma simultánea con el espacio tradicional, jugando un papel complejo que puede ser complemento, servidor/servido o competencia del espacio público colectivo, y es preciso estudiar esta nueva manifestación de espacio público desde una posición conciliadora. Ambas concepciones de espacio de uso colectivo tienen la capacidad e potenciarse uno al otro, en cuanto espacios de intercambio, encuentro, pluralidad y conformación de la identidad ciudadana. El espacio colectivo y la mixtura de usos/usuarios que implica no debe entenderse como generador de conflictos -aunque el espacio público es también donde la sociedad contradictoria puede expresar sus conflictos-, sino como posibilitante de intercambios, encuentros y además como potenciador del poder de control de los mismos usuarios sobre él. El uso a distintos horarios y de distintas formas, además de la inclusión de distintos grupos sociales -niños, ancianos, mujeres- incide directamente para reducir la percepción de inseguridad que podrían tener sobre él los ciudadanos. En el espacio colectivo es posible optimizar las oportunidades de contacto, apostando por la diferenciación y la mixtura funcional y social, que permiten la diversidad y el intercambio que lo caracterizan, logrando la superposición de la individualidad y la colectividad como experiencias simultáneas.