INVESTIGADORES
GONZALEZ RIGA Bernardo Javier
congresos y reuniones científicas
Título:
Controles tafonómicos y sedimentológicos en la preservación de dinosaurios en la fm. Bajo Barreal, Cretácico Superior, Patagonia argentina
Autor/es:
CASAL, GABRIEL; FOIX, NICOLAS; ALLARD, JOSE; GONZÁLEZ RIGA, BERNARDO J.; IBIRICU, LUCIO
Lugar:
Cordoba
Reunión:
Congreso; XIX Congreso Geológico Argentino; 2014
Institución organizadora:
Asociación Geológica Argentina
Resumen:
Los fósiles de dinosaurios son frecuentes en facies fluviales y su preservación depende de factores tafonómicos y sedimentológicos. Entre los primeros se destacan los procesos bioestratinómicos, tales como la meteorización y la acción carroñeros. Entre los sedimentológicos se debe tener en cuenta la energía del medio y la tasa de aporte sedimentario. Por su parte, la mayoría de los esqueletos de dinosaurios que poseen un tamaño mayor a 10 m son desarticulados antes de ser sepultados (González Riga et al, 2007). Esto queda evidenciado en la Formación Bajo Barreal (Cuenca del Golfo San Jorge), como así también las formaciones del Grupo Neuquén (Cuenca Neuquina), donde existen numerosos hallazgos de restos de dinosaurios, particularmente saurópodos, preservados en forma desarticulada o como elementos esqueletales aislados. En este trabajo se analizan los factores que condicionan la preservación de los ejemplares de saurópodos, lo que tiene aplicaciones en los estudios sistemáticos y filogenéticos, en la búsqueda de fósiles más completos y es eminentemente práctico para las prospecciones. Los factores que condicionan la preservación tafonómica son: a) factores intrínsecos al organismo: debe tenerse en cuenta que cada grupo de dinosaurios (y de vertebrados en general) poseen elementos esqueletales mas robustos y más frágiles, según su particular anatomía, lo que indica que estos factores intrínsecos al organismo sensu González Riga et al. (2009) también condicionan que elementos son más frecuentes de hallar y cuales son extremadamente raros. Por ejemplo, en el caso de los saurópodos, y de los titanosaurios en particular, los cráneos completos son excesivamente raros, dado su fragilidad y desarticulación del cuello en una etapa temprana de la biodegradación. b) Velocidad de enterramiento: un esqueleto tiene más posibilidades de preservarse articulado si existe un rápido enterramiento, debido a que queda menos tiempo expuesto al accionar de fenómenos físico y bióticos que separen y dispersen los elementos óseos. Además, el esqueleto debería ser movilizado lo menos posible para que la acción mecánica del trasporte no lo desarticule. Estas dos condiciones guardan una estrecha relación con la tasa de aporte sedimentario, el tipo de flujo que lo removiliza y las características de los restos óseos (Fig.1). c) Predación y carroñeo: la posibilidad de que otros organismos predadores y carroñeros intervengan en la desarticulación de un esqueleto, tiene también cierta dependencia del ambiente sedimentario, ya que si la tasa de aporte es elevada, los organismos muertos son cubiertos más rápidamente. De esta manera disminuye el tiempo de exposición subaérea y las posibilidades de ser desarticulados por agentes bióticos. d) meteorización y exposición subaérea. La fragmentación y exfoliación de un resto óseo reflejan el grado de meteorización y el tiempo de exposición subaérea, siendo mayor cuando la tasa de sepultamiento es baja. e) Transporte hídrico: el grado de transporte, desgaste y desarticulación de un esqueleto depende de la energía y las características del flujo, y también del tamaño, el peso y el grado de conexión de los restos óseos. Los flujos turbulentos favorecerán la abrasión por rolido, las roturas por impactos y la dispersión de elementos, mientras que los flujos laminares tendrán poca incidencia. Las corrientes o flujos monoepisódicos (ej. sheet-flood) generarían menos desgaste en los restos óseos al estar menos tiempo como carga de fondo dentro de una corriente. Así, la intensidad con que ocurren los procesos bioestratinómicos guarda estrecha relación con las características del medio sedimentario.
Con estos factores se propone un modelo esquemático que permite analizar los factores mencionados para un ambiente fluvial (Fig. 1). En un sistema fluvial la zona de sedimentación activa se encuentra asociada a la faja de canales, donde se producen las condiciones de mayor energía y un alto aporte sedimentario (Fig.1). No obstante, a medida que nos acercamos a la faja activa de canales aumenta la posibilidad que los restos sean incorporados en su relleno para ser transportados, generando la desarticulación del esqueleto, el desgaste y la rotura por impacto de los mismos. Al alejarnos del canal activo, aumenta la posibilidad de desarticulación por carroñeros y el grado de meteorización ya que los restos quedan mayor tiempo expuestos en la superficie. Estas condiciones se acentúan hacia la planicie de inundación distal. Por ello, la planicie de inundación proximal resulta el subambiente con mayor y mejor potencial de preservación de restos fósiles. Allí se combina un rápido sepultamiento, reduciendo las posibilidades de la acción de carroñeros, con un escaso trasporte y desgaste ya que su depositación tiene lugar de manera puntual durante las crecidas (Fig.1). De esta manera, en este subambiente aumentan las posibilidades de que los esqueletos se preserven articulados y con bajo grado de meteorización. Si bien la presencia de tejidos blandos puede ser indicativa de un enterramiento rápido, la articulación por sí sola no evidencia con certeza un escaso o nulo transporte. Existen menciones de elementos esqueléticos movilizados por flujos de agua aun estando articulados. Por tanto para aplicar este modelo de preservación se deben considerar de manera conjunta todos los atributos tafonómicos.
En la Formación Bajo Barreal los restos de dinosaurios articulados son muy escasos, registrándose solamente en grandes saurópodos. No existen hasta el momento hallazgos de terópodos, ornitópodos y de otros tetrápodos articulados. Los titanosaurios Epachthosaurus sciutoi (UNPSJB-Pv 920) y MDT-Pv 2 que incluye un cuello y cráneo, se hallaron en facies de desbordamiento del tipo sheet-flood y con bajo grado de meteorización. No obstante, el rebaquisáurido Katepensaurus goicoecheai (UNPSJB-Pv 1007) se ha preservado en facies de crevasse splay pero desarticulado, con evidencias de un largo tiempo de exposición subaérea y alto grado de meteorización. Por su parte, en los depósitos del Cretácico tardío de la región del lago Colhué Huapi y río Chico, se ha registrado la presencia de dos saurópodos articulados, Aeolosaurus colhuehuapensis (UNPSJB-Pv 959) y MDT-Pv 4 en facies de desbordamientos y con bajo grado de meteorización.
El modelo propuesto en este trabajo (Fig. 1), fue construido para explicar la preservación de dinosaurios en la Formación Bajo Barreal, y niveles más modernos del lago Colhué Huapi y río Chico en el sur de la provincia del Chubut. Sin embargo, podría hacerse extensible para otros sitios, siendo congruente los fósiles del sitio de Mendozasaurus neguyelap (provincia de Mendoza, Cuenca Neuquina), donde las facies de crevasse splay son consideradas por González Riga y Astini (2007) propicias para la acumulación de huesos bien preservados o incluso parcialmente articulados. Un caso diferente son los ambientes lacustres o de llanuras de inundación fangosas que retienen la humedad y forman cuerpos de agua episódicos, donde los dinosaurios pueden anegarse. No obstante se han dado excepciones de preservación de esqueletos articulados en pelitas de facies lacustres de la Formación Allen (González Riga et al., 2008).
En suma, el modelo propuesto es un primer avance para la comprensión de los factores que intervienen en la preservación de dinosaurios, en sistemas fluviales, con llanuras distales secas o bien drenadas.