INVESTIGADORES
OTERO Clarisa
congresos y reuniones científicas
Título:
El Estilo como articulador: cambios y continuidades en la cerámica de las sociedades Formativas
Autor/es:
RIVOLTA, MARÍA CLARA; OTERO, CLARISA
Lugar:
San Miguel de Tucumán
Reunión:
Congreso; XIX Congreso Nacional de Arqueología Argentina; 2016
Institución organizadora:
Facultad de Ciencias Naturales e I.M.L. Universidad Nacional de Tucumán
Resumen:
El estilo, como rasgo identitario (Wiessner 1983), puede pasar desapercibido en ciertos ámbitos, para activarse en situaciones de contacto o que presenten la necesidad de marcar diferencias de estatus y poder (Hodder 1990). Asimismo, como modo de representación social está presente en aquellos objetos que circulan y se consumen de forma cotidiana, llegándose a involucrar en distintas estrategias sociales (Bugliani 2006). A través de distintas prácticas, el estilo crea y recrea formas de relación, sostiene ideologías a partir de la trasmisión y control de ciertos significados compartidos por la sociedad y hasta puede llegar a sintetizar formas de autoridad, dominación y resistencia. De allí que los análisis estilísticos de la alfarería prehispánica permitan abarcar una multiplicidad de interpretaciones sobre la vida social de los objetos y las formas de configuración de las sociedades.A pesar de estas posibilidades, desde sus inicios, en las investigaciones sobre la cerámica arqueológica de la Quebrada de Humahuaca, se ha puesto énfasis en la caracterización de diferentes estilos, principalmente para establecer secuencias tipológicas. Más allá de los aportes generados, en pocas ocasiones se han explicado las causas que produjeron las transformaciones sustanciales entre los estilos de un período y otro. Esto motivó a que en este trabajo se busque avanzar en la determinación de las continuidades y rupturas identificadas entre la cerámica que caracteriza al Formativo y la denominada ?La Isla?, considerando los procesos sociales que pudieron provocarlas, la transmisión de sentidos indentitarios y el carácter significante de los distintos estilos según el efecto que pudieron provocar en las personas. Para ello se analizan materiales procedentes de la localidad de Tilcara que reflejan la cerámica ?temprana? como también la perteneciente al estilo ?La Isla?. Con el propósito de ampliar resultados, en este último caso se incorporan al análisis las piezas de los sitios: La Isla de Tilcara (Debenedetti 1910), Huacalera (Rivolta 2003) y Keta-Kara (Pelissero 1995).Cerámica TempranaEntendemos por cerámica ?temprana? a los conjuntos recuperados en el sector urbano de Tilcara, particularmente aquellos procedentes de los rescates arqueológicos, entre los que se cuentan: Til. 20, Til. 22, Til. 23, Malka, Intiwayna y Flores 1, entre los más relevantes. Las distintas intervenciones han permitido conocer la diversidad cerámica representada, por lo común, a partir de espacios funerarios concentrándose en dos grupos tipológicos principales: cerámica ordinaria y pintada. Desde la perspectiva iconográfica, la presencia de atributos decorativos se remite a un conjunto acotado de fragmentos y piezas, en contraposición a la alfarería de carácter ordinario. La diversidad formal dentro del conjunto incluye: ollas tubulares, vasos de paredes rectas, ollas ovoides, pipas, escudillas, y escasa presencia de modelados zoomorfos. En cuanto a la iconografía se destaca como único motivo decorativo un registro de líneas paralelas combinadas con líneas en zigzag ejecutadas en negro sobre engobe rojo. Se recuperaron también fragmentos de cerámica no local. A partir del análisis petrográfico, uno de ellos se pudo atribuir al estilo San Pedro negro pulido. Asimismo, entre la cerámica alóctona se registraron casos puntuales de fragmentos representativos del Complejo San Francisco, específicamente en el hallazgo del Hotel El Antigal (Madrazo 1967) y en Malka. En cuanto al intervalo específico para esta instancia temprana contamos con fechados radiocarbónicos que ocupan el rango entre el siglo II y el XI d.C. Cerámica ?La Isla?Los conjuntos correspondientes a las colecciones recuperadas en los sitios: La Isla de Tilcara, Keta Kara, Colección Huacalera y en los rescates de la planta urbana de Tilcara (Rivolta 2003; Otero 2013; Otero y Rivolta 2015), conformados por: El Manzano, Hotel Las Marías, Calle Jujuy, Estación Tilcara del Ferrocarril, Iglesia Parroquial de Tilcara, Calle Belgrano y Pucará de Tilcara, comprenden piezas que denominamos genéricamente como ?La Isla? considerando su hallazgo original en el sitio homónimo. Si bien, clásicamente este material ha sido asignado al Formativo Superior o Período Medio, actualmente se propone que los mismos corresponderían al segmento del Período Tardío incluido en el lapso entre los siglos XII y XIV d.C. (Otero y Rivolta 2015). Las procedencias de los conjuntos alfareros difieren en el sentido que algunos se obtuvieron a partir de tareas de rescate arqueológico mientras que otros proceden de excavaciones con distintos grados de sistematicidad. En este último caso, la gran mayoría de las piezas fueron obtenidas por excavación de tumbas (Keta-Kara, La Isla, Huacalera) constituyendo parte del acompañamiento mortuorio. En cuanto a las formas estos conjuntos cuentan con un repertorio entre los que se destacan vasos con cintura y engrosamiento anular, tazas, antropomorfos/zoomorfos, ollas, vasos chatos, jarras, botellones, pucos, pucos dobles, platos y calceiformes, entre los más destacados. La iconografía revela al conjunto ?La Isla? como de gran heterogeneidad particularmente en virtud de la diversidad en que se encuentran combinados los elementos decorativos. Se hace uso de la pintura blanca y negra sobre fondo rojo; definiendo motivos tales como: triángulos rayados y reticulados, escalerado, puntos blancos, triángulos con espiralados, dameros, líneas quebradas, espiralado reticulado, antropomorfos y zoomorfos, estos últimos combinando el modelado y pintado, entre los principales. Asimismo, existe una clara segmentación en los campos decorativos en muchos casos siguiendo una división tripartita y/o cuatripartita para el caso de los pucos, mientras que los vasos, botellones y ollas suelen aparecer segmentados según puntos de inflexión y/o angulares. Encontramos en este conjunto cerámica de carácter no local representadas por piezas procedentes del Altiplano boliviano (Yura). También se registran piezas pertenecientes al estilo Yavi, con la utilización de engobes morados y ante. En cuanto a los fechados radiocarbónicos, además de los resultados anteriormente mencionados con los que se cuenta para la planta urbana de Tilcara, se obtuvieron fechados obtenidos para los sitios: Keta Kara, Banda de Perchel, Puerta de Maidana y Alto de La Isla, los que también reflejan una ocupación dentro del intervalo comprendido entre los siglos XII y XIV d.C. Rupturas y continuidades en los atributos morfológicos y decorativosEn el análisis estilístico de ambos conjuntos cerámicos es posible establecer diversas rupturas y continuidades, como parte de los procesos sociales propios de la dinámica local en el contexto de la Quebrada de Humahuaca. Entre los mismos, las continuidades registradas en la elaboración de alfarería se remite exclusivamente al uso de pintura negra sobre fondo rojo, circunstancia que para el conjunto ?La Isla? se mantiene pero incorporando en la mayoría de los casos el uso de pintura blanca.Con respecto a las rupturas que se registran entre ambos grupos alfareros, se reconoce en un volumen importante de atributos, ya que en el aspecto formal desaparecen para el momento ?Isla?, las grandes vasijas tubulares, vasijas ovoides, vasos de asa lateral y paredes rectas, cuencos y pipas; encontrándose nuevas formas entre las que se distinguen: vasos con cintura y engrosamiento anular, pucos dobles, ollas, piezas antropomorfas, jarras asimétricas, botellones y vasos chatos, entre los principales. En relación a los aspectos referidos a la decoración, dejan de representarse atributos característicos del ?temprano?, tales como: uso de pintura exclusivamente en superficies externas, los campos decorativos que cubren gran parte de la pieza sin la identificación de simetría, líneas paralelas rectas y en zigzag y las superficies monocromas pulidas o ligeramente pulidas. Se reconocen en la cerámica ?La Isla? nuevos elementos y técnicas decorativas, entre las que se destacan: utilización de pintura blanca, triángulos rayados, reticulados, escalerados, puntos blancos, antropomorfos y zoomorfos estos últimos combinando el modelado y pintado y asociado a piezas restringidas y no restringidas; uso de campos decorativos, estructuración del diseño segmentada de forma tripartita y cuatripartita, decoración interna y externa, especialmente en escudillas; bordes internos decorados, como los más relevantes.Algunas hipótesis de trabajo acerca de los cambios estilísticos Los conjuntos cerámicos analizados estuvieron presentes en el contexto de los sitios arqueológicos de la Quebrada de Humahuaca, a partir del Formativo, tanto en la planta urbana de Tilcara como en otras locaciones cercanas. Es precisamente, en el actual poblado de Tilcara donde se cuenta con evidencia de la denominada alfarería ?temprana? como también de la del grupo genérico definido como ?La Isla?. Para este último caso, se plantea que si bien dicha manifestación estuvo asociada al Formativo Superior y/o Período Medio, los avances realizados en torno a las investigaciones y los fechados radiocarbónicos nos remiten actualmente al intervalo acotado entre el 1200-1400 de la era, circunstancia que posiciona al estilo ?La Isla? en los Desarrollos Regionales o Tardío. Esta problemática tratada en otra contribución (Otero y Rivolta 2015), implica una suerte de cambios importantes en las interpretaciones relativas a la dinámica social de la región ya que es necesario evaluar si ?La Isla? fue el estilo que continuó, a los grupos que elaboraron la cerámica ?temprana? o existieron posibles hiatos en torno a la ocupación del sector, con posterioridad al primer milenio. En este sentido cabe preguntarse si los grupos que produjeron la cerámica ?La Isla? pudieron estar precedidos por las ocupaciones registradas en algunos sitios en terrazas domésticas tales como Banda de Perchel y Puerta de Maidana, dando continuidad a ocupaciones similares a las de la planta urbana de Tilcara, lo que indudablemente implicó un cambio drástico en las locaciones y en la construcción del espacio circundante. Si bien los marcos interpretativos deben ser trabajados intensamente, es posible sostener que entre la cerámica ?temprana? y el momento correspondiente a la alfarería ?La Isla? se registran muchas más rupturas que continuidades, atendiendo al volumen de atributos inéditos registrados para el segundo. Es decir que se produjeron modificaciones sustanciales en aspectos morfológicos e iconográficos, intensidad que no se registra a posteriori, ni aún en los momentos de la ocupación incaica en el área. En relación a las condiciones que definieron el surgimiento de las sociedades Isla, es posible abarcar explicaciones que giren en torno al desplazamiento de grupos altiplánicos hacia la Quebrada de Humahuaca como consecuencia de la caída de Tiahuanaco, circunstancia que indudablemente afectó un amplio espacio al interior de los Andes Centro Sur. En este sentido y en referencia a la cerámica se pueden considerar también los planteos basados en el surgimiento del Horizonte tricolor del Sur, relacionado con la consolidación de reinos altiplánicos posteriores a Tiahuanaco, los que posiblemente tuvieron alguna importancia en la definición de los procesos locales en la Quebrada de Humahuaca.Otro aspecto relevante se relaciona con los circuitos de intercambio durante la ocupación vinculada con la cerámica ?temprana? en cuyos conjuntos se registra, si bien escasamente, alfarería alóctona procedente de la zona de Atacama y yungas, en referencia esto último a los fragmentos registrados del estilo San Francisco. Mientras que, durante el desarrollo de la cerámica ?La Isla? se registran, en calidad de material inédito, piezas Yavi así como también otras piezas y/o fragmentos de origen altiplánico, particularmente los casos de la cerámica Yura. Con esto no estaríamos sosteniendo el abandono de las redes de intercambio preexistentes, ya que Tarragó (1977) registra alfarería ?La Isla? en los cementerios de San Pedro de Atacama, sino un mayor énfasis en el intercambio con grupos de locación altiplánica, atendiendo posiblemente a un movimiento de estos grupos hacia la Quebrada de Humahuaca, con posterioridad al primer milenio de la era, en un momento en que probablemente se redefine el contexto regional atendiendo a los acontecimientos que tuvieron lugar entre los siglos XII y XIV en el altiplano central.