INVESTIGADORES
LAHAM COHEN Rodrigo Jaime
congresos y reuniones científicas
Título:
La figura de Jesús en el Talmud Bavlí: consideraciones generales
Autor/es:
RODRIGO LAHAM COHEN
Lugar:
Comodoro Rivadavia
Reunión:
Congreso; XV Jornadas Interescuelas / Departamentos de Historia; 2015
Institución organizadora:
Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco
Resumen:
Jesús de Nazaret aparece escasamente representado en el Talmud de Babilonia. Su figura encuentra poco eco en el texto judío compilado hacia el siglo VI a la vez que la información allí presente dista de ser precisa. Más allá de los intentos de varios historiadores a lo largo de los últimos dos siglos, el Jesús histórico no existe en el Talmud. Solo nos topamos con construcciones posteriores, en muchos casos contranarrativas nacidas al calor del debate entre judíos y cristianos.En esta breve presentación se analizarán los aspectos centrales de las diversas imágenes de Jesús construidas por los judíos. Imágenes que, por cierto no son necesariamente coherentes entre sí pero conforman, a nuestro entender, un imaginario en el cual el mesías cristiano aparece representado en su faceta humana. Así, la figura de Jesús creada en el Talmud Bavlí es la de un sujeto con conductas reprochables como la falta de respeto a los maestros, la ira y la lascivia, entre otras. Este constructo discursivo poseía un objetivo defensivo: desacralizar a la principal figura cristiana con el fin de evitar posibles influencias en las comunidades judías que entraban en contacto con cristianos. Es evidente, no obstante, que la problemática cristiana, como anticipamos, no adquiere gran eco en el entramado textual talmúdico. Si bien la censura cristiana bajomedieval y moderna operó en los textos judíos, hay manuscritos previos a tal intervención en los que tampoco el cristianismo adquiere relieve. Explicar tal realidad conforma el segundo eje de la exposición. Las razones, entendemos, responden tanto a factores contextuales como a variables teológicas. Desde el punto de vista fáctico, el judaísmo babilónico, fuerte y consolidado hacia el VI, era una minoría más relevante en el territorio persa que el propio cristianismo. Existía contacto, interacción y disputa, pero la amenaza no era urgente y, por ende, no ponía en estado de alarma a los rabinos de la región. En cuanto a lo teológico y a diferencia del antijudaísmo cristiano, el judaísmo no necesitaba de cristianos hermenéuticos para explicarse a sí mismo. En otras palabras, la causas por las que se atacaba al cristianismo dependían de los diversos contextos de interacción y no de razones teológicas.