"Post-origenismo en los noventa. Apuntes sobre Antonio José Ponte"

GUADALUPE SILVA

Córdoba

Congreso; II Congreso Internacional "El Caribe en sus literaturas y culturas"; 2015

Universidad Nacional de Córdoba y Universidad Nacional de La Plata

Durante los años noventa del siglo pasado, varios escritores jóvenes de Cuba emprendieron una revisión crítica del origenismo -término con el que se designó el proyecto encabezado por José Lezama Lima en torno a la revista Orígenes (1944-1956)-. ¿Por qué ese interés de los jóvenes en un proyecto concluido años antes de la Revolución?, ¿por qué esa fascinación con aquella literatura cuando se trataba, en realidad, de discutir con el presente estado socialista? El salto hacia el pasado fue en varios casos una manera de ajustar cuentas con la utilización del proyecto origenista por parte de la cultura oficial. Esta comunicación analiza la respuesta de Antonio José Ponte a dicha situación en tres de sus ensayos: Un seguidor de Montaigne mira La Habana (1995), Las comidas profundas (1997) y El libro perdido de los origenistas (2002). Escritos casi todos en los años noventa, tras la caída de la Unión Soviética y en pleno clima de escasez y desconcierto, estos tres libros dan cuenta del malestar que motivó la revisión crítica del origenismo.