INVESTIGADORES
LAGUARDA Paula Ines
congresos y reuniones científicas
Título:
El Cine Marconi de Santa Rosa: sociabilidad y cultura urbana
Autor/es:
PAULA INÉS LAGUARDA
Lugar:
Bahía Blanca
Reunión:
Jornada; VI Jornadas de Investigación en Humanidades "Homenaje a Cecilia Borel"; 2015
Institución organizadora:
Universidad Nacional del Sur, Departamento de Humanidades
Resumen:
En la Santa Rosa de la primera mitad del siglo XX, espectáculos públicos como el cine y el teatro fueron claves en la conformación de una incipiente cultura urbana. Por un lado, contribuían a la sociabilidad y entretenimiento de la población, pero también a la difusión de prácticas, ideas y experiencias vinculadas a la vida moderna. En este trabajo, abordaremos los antecedentes y el proceso de creación del Cine Marconi, impulsado por la Sociedad Italiana "Patria e Lavoro" de Santa Rosa, como punto de entrada para analizar el papel que este tipo de espacios tuvo en la sociabilidad de la comunidad italiana y sus relaciones con la sociedad de acogida; pero fundamentalmente, para indagar el modo en que contribuyeron a la consolidación de la experiencia urbana.Como he analizado en trabajos anteriores, el cine llegó tempranamente al Territorio Nacional de la Pampa -en 1901 se realizó la primera proyección, apenas seis años después que su aparición en Europa y cinco de su llegada a Buenos Aires- y se difundió rápidamente incorporándose como espectáculo de variedades en hoteles y fondas, así como en los pioneros cine-bares. Sin embargo, no fue hasta la década de 1930, con el comienzo del cine sonoro y el desarrollo de la industria cinematográfica nacional, que se abrieron salas específicamente instaladas para proyectar películas, con la modalidad que conocemos en la actualidad.Si bien desde comienzos de los años veinte la Sociedad Italiana había empezado a realizar proyecciones en su nuevo salón social, recién a finales de la década siguiente pudo concretar el anhelo de una sala propia. Así, el 16 de marzo de 1938 se inauguró el Cine Marconi, la primera sala en el territorio pampeano de semejante envergadura, apodada por la prensa como "el Gran Rex santarroseño". Disponía de 850 butacas, un moderno equipamiento y un sistema de calefacción y refrigeración de avanzada para la época. Santa Rosa, que tempranamente había sido imaginada como urbana y moderna, por fin contaba con "un cine-teatro acorde", como señalaba Walter Cazenave en el libro del Centenario de la institución.