INVESTIGADORES
GARCIA VALVERDE Facundo
congresos y reuniones científicas
Título:
Buscando los límites de la democracia deliberativa
Autor/es:
FACUNDO GARCÍA VALVERDE
Lugar:
Universidad Nacional de Tucumán
Reunión:
Congreso; XIV Congreso Nacional de Filosofía; 2007
Institución organizadora:
AFRA
Resumen:
Cuando la concepción de la democracia deliberativa se instaló en la filosofía política hace más de tres décadas, ella se postulaba como la alternativa mejor justificada a las concepciones agregativas o meramente instrumentales de la democracia. Aún cuando puede sostenerse, de manera razonable, que este objetivo se ha cumplido, eso no equivale a sostener que la democracia deliberativa carece de problemas de justificación o que ella no haya recibido fuertes críticas.   De hecho, uno de los motores para los refinamientos y nuevos desarrollos de la concepción han surgido, precisamente, como intentos de respuesta a las diversas objeciones que se le realizaron tanto desde la misma tradición liberal como de concepciones críticas al liberalismo. En este trabajo intentaré mostrar cuáles son los límites a las respuestas que la democracia deliberativa puede ensayar en contra de tales objeciones. Para ello, dividiré mi presentación en tres secciones: en la primera, describiré los compromisos y principios fundamentales de la  concepción deliberativa, de forma tal que se presenten como una especie de frontera más allá de la cual una respuesta dejaría de pertenecer a esta concepción. En la segunda y tercera sección intentaré construir dos grupos de críticas distintas. La primera de ellas, que llamaremos radical,  viene sugerida por las críticas activistas que atraviesan los trabajos de Iris Young; según ellas, la democracia deliberativa podría suponer un concepto de razón y de deliberación demasiado estrecho y que, por tanto, deje de lado, de manera injusta, otro tipo de discursos y formas de razón. La segunda clase de críticas, más cercana a la tradición liberal, se instala en lo que James Bohmann señala como uno de los dilemas que sufre buena parte de las teorías deliberativas: o bien se privilegian sus componentes morales de legitimidad y se soslayan sus méritos epistémicos, o bien se refuerzan tales méritos epistémicos a riesgo de disminuir sus credenciales morales de legitimidad. Según este dilema, aún cuando una política sea justificada públicamente de manera adecuada y todos los involucrados la aceptaran razonablemente, no se podría inferir de allí que las razones involucradas en esa justificación son epistémicamente buenas. Si bien creo que ambos grupos de objeciones pueden ser respondidos de manera satisfactoria, es absolutamente necesario plantear, de manera previa a tales respuestas, la cuestión acerca de cuáles son los ideales fundamentales que no podrían ser abandonados por una teoría deliberativa.