INVESTIGADORES
GEORGIEFF sergio Miguel
congresos y reuniones científicas
Título:
Análisis petrográfico y diagenético de las areniscas de la Formación San José (Mioceno) en la quebrada Mal Paso, Valle de Santa María, Salta
Autor/es:
IBAÑEZ, LUCÍA M.; OVEJERO, RAMONA; GEORGIEFF, SERGIO M.
Lugar:
Puerto Madryn
Reunión:
Congreso; 14ª Reunión Argentina de Sedimentología; 2014
Institución organizadora:
Asociación Argentina de Sedimentología
Resumen:
El Valle de Santa María es una cuenca asimétrica alargada con orientación meridiana, emplazada en tres provincias del noroeste argentino: Catamarca, Tucumán y Salta. El Grupo Santa María (Galván y Ruiz Huidobro, 1965, modificado por Bossi y Palma, 1982), cuya sedimentación se inicia hace 11Ma está integrado por las formaciones Saladillo, San José, Las Arcas, Chiquimil, Andalhuala, Corral Quemado y Yasyamayo. Secuencialmente las tres unidades inferiores constituyen la Secuencia Inferior y las restantes, la Secuencia Superior. El estudio petrográfico se llevó a cabo en areniscas fluviales mediante la descripción y el conteo de puntos en láminas delgadas. Las muestras fueron impregnadas con resina epoxi azul. Las areniscas se clasificaron de acuerdo a los diagramas triangulares de Folk (1980) con definiciones texturales de Dott (1964). Las areniscas de la Formación San José son feldarenitas líticas y litarenitas feldespáticas. El contenido de cuarzo varía entre 15 y 34 %; el de feldespatos entre 23 y 50% y el de fragmentos líticos entre 15 y 55 %. A pesar de esta aparente homogeneidad, se reconocen variaciones en la mineralogía y en las diferentes litologías que han aportado a la cuenca. Los sucesivos eventos diagenéticos han obliterado parcial o totalmente a sus antecesores, pero hay evidencias de que imprimieron variaciones importantes a lo largo del perfil. Se han reconocido como componentes volcánicos a los fragmentos de rocas volcánicas lávicas de composición andesítica y en menor medida, dacíticas y basálticas, principalmente con textura porfírica. También se han encontrados fragmentos piroclásticos con textura fluidal. La presencia de estas rocas no es significativa en promedio, sin embargo se debe remarcar que en el perfil aparecen pulsos de aporte volcánico a veces como fragmentos de rocas y otras como pseudomatriz por su comportamiento lábil ante la compactación. También se reconocen clastos de cuarzo límpidos, plagioclasas límpidas con marcada tendencia cálcica, hornblenda y piroxenos que pueden asignarse a este origen. El contenido de líticos plutónicos es muy bajo. Se reconocen clastos de cuarzo con extinción ondulosa a fragmentosa, con inclusiones fluidas que le dan aspecto turbio, abundantes feldespatos alterados y microclino y clastos con texturas de exsolución que indican el aporte plutónico. El aporte metamórfico es importante, se trata de esquistos cuarzo-micáceos, compuestos por un mosaico de cuarzo límpido, de tamaño variable, ligeramente elongado y de contornos poligonizados, con biotita orientadas marcando la dirección de la esquistosidad y filitas alargadas. Estos fragmentos han aportado a la pseudomatriz. Es importante el aporte sedimentario. Se trata de areniscas cuarzosas, subredondeadas a redondeadas, fragmentos de rocas pelíticas con pátinas arcillosas y ferruginosas, clastos subredondeados de chert y de calcedonia fibrosa, en ocasiones bandeadas. Se reconoce cuarzo monocristalino de extinción normal, con crecimiento secundario que luego fue redondeado (probablemente cuarzo policíclico proveniente de areniscas preexistentes). La morfología de los clastos monominerales está dominada por individuos anhedrales, subangulosos a subredondeados. El feldespato a menudo está modificado por la presencia de fracturas que los transforman en fragmentos angulosos con formas de cuña. En algunos casos se observan fragmentos con morfologías atípicas, granos partidos, que se consideran que han sido aportados a la cuenca de este modo. Se destaca la presencia de bordes corroídos, con procesos de disolución y bordes desdibujados por la misma causa. Entre los feldespatos, además, se han reconocido bordes dentados y a veces escalonados coincidiendo estos escalones con las dos direcciones de clivaje dominantes. Por el contrario, se destacan algunos clastos muy redondeados asociados a procesos de abrasión originados por el transporte y, en algunas plagioclasas con bordes muy redondeados, se ha observado porosidad móldica. Estos minerales muestran una respuesta frágil ante la compactación. Frecuentemente están fracturados, se han reconocido diferente tipos de fracturas, en ocasiones son líneas delgadas, que pueden o no estar curvadas, sin orientación preferencial, sin modificación de la morfología original del clasto. También se observan fracturas en forma de cuña, abiertas y rellenadas por cemento. Este cemento puede, o no, tener la misma composición del clasto. Son frecuentes las fracturas que han provocado el estallido de los clastos. En general sin orientación definida.